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Visita gubernamental a Matanzas: pulsando voluntades, queriendo el bienestar

Desde zonas tan emblemáticas como la Ciénaga de Zapata hasta Jagüey Grande, la provincia recibió al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez

Autor:

Alina Perera Robbio

MATANZAS.— En el bienestar y la dignidad de las gentes, en que sientan que pueden ser felices, es donde halla su sentido la Revolución. Por eso la visita gubernamental que encabeza a esta provincia el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, pulsó este miércoles el ánimo popular mediante diálogos o con la presencia en lugares de especial impacto en la vida material y espiritual de los ciudadanos.

No por gusto el primer punto de destino fue el municipio de la Ciénaga de Zapata, zona enferma de abandono antes de 1959 y donde Fidel celebró, junto con mujeres y hombres humildísimos, una cena para despedir el primer año victorioso de un asalto al cielo en pos de la emancipación humana —audacia que, sin dejar de superarse desde sus propias imperfecciones, llega hasta hoy y sigue adelante.

En la Ciénaga, donde hay más de 9 000 habitantes y una superficie de 4 500 kilómetros cuadrados, el Consejo Popular Cayo Ramona recibió a los visitantes en un centro de salud que es extensión del policlínico Celia Sánchez Manduley, perteneciente al Consejo Popular Playa Larga. Al centro llegó el Jefe de Estado acompañado de la primera secretaria del Partido en Matanzas, Teresa Rojas Monzón, de la presidenta de la Asamblea del Poder Popular en la provincia, Tania León Silveira, así como de la vicepresidenta del Consejo de Estado y presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Inés María Chapman, y de Elba Rosa Pérez Montoya, titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).

«¿Cómo atienden aquí en el policlínico?», preguntó el Presidente a una señora que allí esperaba por los resultados de una radiografía. Con naturalidad y pasión ella contó sobre sus insatisfacciones y anhelos, y escuchó serena otras preguntas y oportunas explicaciones del mandatario.

A otro lugar del mismo centro de salud, donde se ofrecen servicios integrales de rehabilitación, llegó Díaz-Canel Bermúdez queriendo saber cómo son atendidos los pacientes. Seguidamente se suscitó un diálogo con pobladores y dirigentes de la zona, a propósito de lo vivido allí por los recientes embates de la naturaleza, que dejaron decenas de casas bajo las aguas en las comunidades Helechal, La Ceiba y Cayo Ramona y provocaron que más de 3 000 personas fueran evacuadas hacia hogares de familiares y amigos.

Una vecina de Cayo Ramona, Consejo Popular que tiene más de 2 200 habitantes y está ubicado a unos 12 kilómetros de Playa Girón, dijo que han mejorado y que seguirán mejorando. Temas como la natalidad y el valor de asistir a las parejas que desean tener hijos y aún no lo logran, así como la imprescindible profilaxis ante los desafíos que seguirán presentando los cambios medioambientales o la importancia de que los nacientes empeños desde el sector no estatal vayan acompañados del orden y la legalidad, fueron hilvanando los diálogos.

La oficina de trámites y el círculo infantil Florecitas de Abril, ambos pertenecientes al Consejo Popular Cayo Ramona, también acogieron la visita gubernamental. Cada salida del Presidente desde algún recinto llevaba a un caluroso encuentro con el pueblo que daba vivas a Fidel, a Raúl, al nuevo mandatario, y a la Revolución.

En el círculo los niños, quienes no saben mentir, dijeron sentirse bien. Y en otro punto de la comunidad Díaz-Canel preguntó a unos pequeños qué harían con el tiempo en las vacaciones; con quiénes se quedarían: si con sus padres, o con alguien más.

La heroicidad vivida, y la presente

Hermosamente diseñado, y en rojo, blanco y negro como colores predominantes, el Museo Girón en el Consejo Popular Playa Larga recibió al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba. Era esa una visita obligada, siempre conmovedora, donde diversas imágenes y textos se suman para recordarnos cómo era la existencia en la Ciénaga de Zapata antes del 1ro. de enero de 1959, y qué significaron la obra revolucionaria y la derrota de los mercenarios en Playa Girón.

El Presidente cubano visitó el Museo Girón en el Consejo Popular Playa Larga. Fotos: Estudios Revolución.

Una frase expresada por Raúl en mayo de 1959 (y que el Museo muestra), puede ser elocuente de cómo discurría la vida en la seudorrepública: «Yo creía que la vida de los campesinos era más dura en la Sierra Maestra que en ningún otro lado; pero pude comprobar en la ciénaga que la de los carboneros de esa zona es increíblemente inhumana y dolorosa».

«Optimismo y seguridad en la victoria». Ante esas palabras estampadas dentro del Museo hizo un alto el Presidente cubano. Muchos detalles de valor podrían detener constantemente al visitante: los zapaticos blancos de Nemesia, o un mapa-resumen con las acciones en Playa Girón, o indicaciones dadas entonces por Fidel, o los rostros de los combatientes caídos en defensa del suelo patrio, o las imágenes como testimonio de la humanidad de los nuestros, victoriosos, en el trato hacia los mercenarios derrotados.

Cualquier instantánea puede quedarse en la memoria, y en el corazón: digamos la de un joven revolucionario, muy joven, delgado y de piel negra, que da un poco de agua a un prisionero aplastado por la humanidad de una Revolución que él no llegó a comprender ni a respetar.

«Mantengan así el museo», dijo el Jefe de Estado a los trabajadores, en justo tono de elogio, al despedirse. Y al salir, en diálogo animado con vecinos del lugar, y con turistas que allí estaban, expresó: «Sabemos que han pasado una situación muy compleja con las intensas lluvias, pero ya se han ido recuperando. Siempre heroicos, como en Girón».

Ciertamente, los damnificados por las aguas han recibido respuestas ágiles por parte de las autoridades del territorio, aunque todas las carencias todavía no han sido solucionadas. Son muchas las tareas, y no faltarán los problemas. Por eso, durante la visita gubernamental, se hablaba de garantizar el transporte, el agua potable, la salud de todos, la disciplina social. Es una agenda que no termina y que vive en constante cambio, llena de metas crecientes.

Riesgos medioambientales y horizontes productivos

Hay soluciones que son costosas, pero hay otras que pueden irse acometiendo sin esperar por la gran inversión. Con esa mirada el país puede proteger mejor sus recursos materiales y las vidas de sus hijos. Tal vez ese concepto fue de los más importantes compartidos en el Centro de Gestión y Riesgos de la Defensa Civil en la Ciénaga de Zapata.

En un encuentro que contó allí con la presencia de Díaz-Canel, así como de la titular del Citma y de la presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Inés María Chapman, fueron abordados fenómenos naturales como las sequías y las inundaciones, los cuales afectan con fuerza al municipio de Ciénaga de Zapata. Salió a colación que del 26 al 30 de mayo llovió con una intensidad insólita, y que la situación del drenaje se ha ido complicando en el territorio con el paso de los años.

Varias interrogantes extendió el Presidente cubano a los expertos y reconoció el gran valor del Centro por lo que aporta en estudios útiles en el enfrentamiento a desastres naturales. Sobre las obras constructivas pendientes, no pasó por alto la necesidad de trabajar con luz larga, con la mayor calidad posible, en todo cuanto se comience, siempre aspirando a que estas puedan perdurar y a que formen parte, como se dijo en el encuentro, de una planificación física adecuada, que no desconozca los riesgos medioambientales del futuro.

Los siguientes destinos fueron, en el municipio de Jagüey Grande, la unidad empresarial de base Combinado Industrial Héroes de Girón, que pertenece a la Empresa Agroindustrial Victoria de Girón. Hasta ambos lugares llegó el Presidente, acompañado del ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, para intercambiar con trabajadores y directivos.

Victoria de Girón es una empresa estatal socialista que, como reflexionaba el Presidente cubano, tiene por delante metas superiores, aun cuando ostenta innegables logros en el camino recorrido. No estará de más todo cuanto se haga para ganar en eficiencia a partir de la innovación y de trabajos emprendidos sobre la tierra desde el rigor que ofrece, por ejemplo, la informatización.

Baste esbozar algo sobre la infraestructura productiva de la empresa para comprender el lugar que ocupa Victoria de Girón en el escenario económico de la Isla: cuenta con 15 unidades empresariales de base, y con 5 448 trabajadores. Una de las unidades es la industria encargada de procesar cítricos, frutales, tomates, así como de hacer jugos concentrados, simples, aceites esenciales, dulces en almíbar, y otros productos.

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