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Ninguna amenaza nos distraerá de nuestras tareas cotidianas

Participó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la apertura de obras sociales en zonas afectadas por el tornado del 27 de enero. Sobre el referendo de hoy, señaló: la victoria será posible «porque la Constitución es de todos, y porque todos nosotros somos Cuba»

Autores:

Alina Perera Robbio
René Tamayo León

La seguridad de que este 24 de febrero será un día de unidad y de continuidad,  una jornada de fiesta donde predominarán el entusiasmo y el optimismo, la certeza de que este domingo será un día de victoria para la Patria socialista y para la Revolución, fue expresada en la tarde de este sábado por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el hospital universitario ginecobstétrico de Diez de Octubre, conocido como Hijas de Galicia.

Como parte de un recorrido por lugares de la capital donde el reciente evento atmosférico dejó su estela de destrucción, y donde tantas manos han hecho desaparecer los paisajes de desolación, y en ocasión de declararse listos casi todos los servicios de un centro de salud donde el tornado se ensañó con toda su furia, el Jefe de Estado afirmó que la victoria será posible «porque la Constitución es de todos, y porque todos nosotros somos Cuba».

«Vamos mañana a hacer un acto ciudadano —enfatizó Díaz-Canel—, un acto de responsabilidad ciudadana, y de responsabilidad revolucionaria, cuando la mayoría de nuestra gente acuda a las urnas en los colegios electorales».

Igualmente comentó su apreciación de que entre todos los cubanos «estamos compartiendo, como una razón que vamos a defender, una Constitución que construimos entre todos, con el debate entre todos, con el aporte de todos».

Se trata, dijo, de una Constitución «que enaltece los principales valores del pueblo cubano; por lo tanto está enalteciendo los valores de nuestras luchas heroicas de más de 150 años, y está enalteciendo también los valores, el legado de valores que nos dieron, entre otros, Martí y Fidel».

Al referirse a la valía de la nueva carta magna, el mandatario argumentó que la Constitución amplía los derechos para todos, ratifica el socialismo y ayuda a perfeccionarlo, reconoce diversidad de formas de gestión y de propiedad, nos permite avanzar más desde el punto de vista económico; «y, ante todo, es una Constitución que defiende la dignidad de los cubanos».

Si unidos fuimos capaces de construir esa Constitución —aseguró—, unidos vamos a ser capaces de estar en las urnas, y unidos vamos a ser capaces, cuando votemos, de dar un Sí por Cuba, por la Patria y por la Revolución.

A propósito de la inauguración en la jornada sabatina de un grupo de obras recuperadas del desastre meteorológico, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros añadió: «Quería compartir con ustedes y con los compañeros de todo el país los sentimientos que nos embargan en las horas que hemos estado viviendo en la tarde de hoy en los municipios de Regla, Guanabacoa y Diez de Octubre.

«El tornado nos llegó cuando estábamos viviendo en medio de presiones, cuando estábamos viviendo un momento complejo, donde proliferan las amenazas de agresión, de injerencia ante la hermana República venezolana, contra la Revolución Bolivariana, contra la Revolución Sandinista, contra Cuba, por supuesto, y también como un peligro para toda América Latina y el Caribe, y como un peligro para todo el mundo».

Recordó que «cuando nos preparábamos para entonces iniciar la etapa de recuperación de los daños ocasionados por el tornado, expresamos como idea, y más que idea como una convicción, que ninguna de esas amenazas nos iban a distraer de nuestras batallas cotidianas, de nuestras luchas cotidianas, del esfuerzo que teníamos que hacer, y que íbamos a seguir centrados en la recuperación de los daños, que íbamos a seguir centrados en el desarrollo de nuestra economía, e íbamos a seguir centrados también en la preparación para la defensa y en la preparación para que se desarrollara en las mejores condiciones posibles el referendo del 24 de febrero».

A propósito de los resultados contundentes de la recuperación, el mandatario hizo énfasis en la satisfacción de una parte de la población que ya ha recibido el beneficio de la Revolución en las tareas recuperativas.

Añadió que aunque hay personas cuya afectación fundamental es la vivienda todavía no recuperada, «tienen toda la esperanza, tienen toda la confianza y además están participando, son protagonistas de esa recuperación».

Reparó además en cómo a veces hay que señalar, cuando uno pasa por las avenidas, dónde fue que hace unos días hubo escombros y tristezas. A veces hay que decirle a la gente, destacó el Jefe de Estado, «por aquí pasó un tornado».

Y resaltó: «Hoy lo que hay es esperanza, felicidad, alegría, agradecimiento y unidad; entonces, uno tiene un apretado haz de sentimientos que expresan los valores fundamentales de nuestro pueblo», valores que «han estado presentes y que se han multiplicado en todo este esfuerzo».

El Presidente afirmó que «queda mucho por hacer, y todavía tiene que haber personas con incomprensión, todavía puede haber personas que tengan algún disgusto»; pero la mejor manera de quitar esos disgustos, de quitar esas incomprensiones —dijo—, es seguir haciendo; y vamos a seguir trabajando».

Destacó el concepto defendido con los artífices de la recuperación: que todo lo que recuperemos quede mejor que antes, más bello. «Y así, enfatizó, hoy la pregunta ha sido constante en cada uno de los lugares a los que hemos llegado: “¿Es verdad que está mejor que antes?”; y siempre ha habido una respuesta afirmativa».

El mensaje de lo que hace e interesa al pueblo cubano queda bien claro —reflexionó Díaz-Canel— para quienes siguen insistiendo con la mentira en las redes sociales, desde las campañas de subversión contra el país, generando falsas noticias; el mensaje es más que nítido para quienes «primero trataron de potenciar que el país no era capaz de recuperarse», para los mismos que anunciaron el desamparo de los damnificados, para los que afirmaron que la Revolución no tendría capacidad de respuesta.

Como todo eso se ha ido desmoronando —añadió—, ahora lo que están diciendo es que las tareas recuperativas solo serán hasta este 24 de febrero, «y eso es porque no conocen bien a la Revolución. La Revolución no hace las cosas por fechas, la Revolución toma las fechas como motivación, pero la Revolución lo que trata de hacer es superarse a sí misma, y todos los días. A esos (los que usan la mentira) les podemos asegurar que la recuperación continúa».

Lo que ha sucedido a raíz del tornado, dijo el Presidente, es solo un hito en esa recuperación. Vamos a seguirnos recuperando; pero mucho más: vamos a seguir trabajando en los programas que teníamos en el plan de la economía de este año, y para La Habana vamos a seguir en un programa muy importante que son los 500 años, que los vamos a celebrar también como un año de victorias, independientemente de los tornados, independientemente de las amenazas.

Díaz-Canel felicitó a los hombres y las mujeres galardonados en el hospital Hijas de Galicia por la entrega heroica en las tareas de recuperación, y agradeció al cantautor Gerardo Alfonso por sus emotivas canciones interpretadas para la ocasión, especialmente la dedicada a La Habana.

Todas esas emociones estuvieron precedidas por la constatación de una verdad: allí en el hospital donde el tornado arrancó techos, ventanas y todo cuanto encontró su cono siniestro, los espacios han quedado impecables y olorosos, listos para recibir la vida.

Sierra Chiquita:Corazón grande

Entre cubanos solemos decir que no hay sábado sin sol ni domingo sin amores. La tarde de este sábado, marcada por un sol bravo, también tuvo consigo ese milagro que es el amor en acción: en la comunidad Roble-Jata, de Guanabacoa, las llaves de diez nuevos apartamentos fueron dadas a familias que habían sufrido el derrumbe total de sus inmuebles.

Con la presencia de Díaz-Canel y las principales autoridades del Partido y del gobierno en la capital, los beneficiados daban las gracias e iban al encuentro de sus nuevos espacios.

A pocos días de la noche siniestra, el 40 por ciento de los afectados por el tornado ha superado su situación adversa, el 44 por ciento ya compró todos los materiales de construcción que necesitan, y el 98 por ciento ya tiene en su poder algo de lo que requiere para dejar atrás la terrible sensación de pérdida.

Los rostros, como comentaba Díaz-Canel este sábado a beneficiados y a protagonistas de la recuperación, ya traslucen otros ánimos. Lo mismo ocurrió en Regla.  

Los habitantes de este municipio llaman a su terruño la Sierra Chiquita, más que por lo alomado del relieve, por el coraje de su gente y su estirpe revolucionaria.

Se han sobrepuesto al golpe del tornado del 27 de enero con su esfuerzo y la solidaridad de centenares de trabajadores de las más diversas entidades, y la respuesta oportuna del Estado cubano, como siempre, principal sostén material y espiritual de la recuperación.

En el municipio se reportaron 123 derrumbes totales de viviendas, 14 ya fueron terminadas y entregadas a las familias. En marzo está previsto concluir las restantes, con la participación de los moradores, parientes y amigos, y las brigadas de apoyo puestas a la orden por las más disímiles empresas.

En la comunidad Roble-Jata, de Guanabacoa se entregaron diez nuevos apartamentos a familias que habían sufrido el derrumbe total de sus inmuebles.

De 1 014 derrumbes parciales, mil casos ya tienen los materiales de construcción requeridos. Buena parte de estos núcleos familiares han vuelto a la vida normal, nos comentó Vanelis Marzo Cabrera, primera secretaria del Partido en Regla.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros inauguró aquí la rehabilitación del policlínico docente Lidia y Clodomira, principal centro médico de la localidad.

Lo acompañaron el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros Roberto Morales Ojeda; Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC, y Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, además de ministros y otros dirigentes.

A pesar de los daños estructurales sufridos en la edificación, el personal médico continuó brindando servicios durante la reconstrucción del inmueble, que estuvo a cargo de la Empresa Nacional de Servicios Ingenieros (ENSI) del Minsap.

El policlínico «no quedó como nuevo, está mejor», oímos decir a una dama que es atendida en la sala de rehabilitación.

Díaz-Canel recorrió áreas de la unidad médica, desde donde se dirigió al aledaño centro de comunicaciones de Etecsa, también abatido por el tornado y ahora recuperado y en condiciones más propicias que antes.

En todo momento el Presidente estuvo arropado por decenas y decenas de lugareños que con una sinceridad agradecían por la ayuda recibida y la permanencia constantes en los lugares dañados de dirigentes del país y la provincia.

Emotiva fue su visita a la familia Felipe, 22 personas que habitaban nueve casas contiguas que fueron asoladas por el tornado, y donde ahora se levanta igual número de hogares, mucho más amplios y mejor distribuidos, por parte de una brigada del contingente Julio Antonio Mella —y ellos, por supuesto—.

Yadira Boza, de las líderes de la familia, quedó sin aliento. Nunca pensé que el Presidente subiera hasta aquí, decía.

«¿Mañana domingo siguen en obra, no? —preguntó un periodista—. «No, mañana vamos primero para el colegio electoral, a dar un Sí a la Constitución, y luego venimos para acá» —responde la joven, rodeada por las ancianas de la familia que afirman rotundas con la cabeza.

De la casa de los Felipe, Díaz-Canel se dirigió al círculo infantil Los Peloteritos. «Oye, ese sí quedó bonito», decía el líder de una pandilla de niños que tomaron de la mano al Presidente, lo guiaron hasta el lugar y no lo dejaron hasta que se marchó de Regla.

Estaban alegres. Agradecidos. Los niños no mienten.

 

s.

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