Danay Leyva Barrios, ingeniera hidráulica y un puntal en las inversiones de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos santiaguera Autor: Odalis Riquenes Cutiño Publicado: 20/02/2020 | 05:55 pm
SANTIAGO DE CUBA.-Wilfredo Valdés Pérez, especialista de control de la calidad en la Refinería Hermanos Díaz; Danay Leyva Barrios, ingeniera hidráulica y un puntal en las inversiones de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos santiaguera; Beatriz García Vistel, quien se forma como Educadora de la Primera Infancia en la Escuela Pedagógica Floro Pérez y Dainier González Romero, estudiante de cuarto año de Ingeniería en Telecomunicaciones, en la Universidad de Oriente, fueron seleccionados en sus respectivos centros como delegados directos de esta oriental provincia al 11no Congreso de la UJC.
Emocionados, cada uno a su manera, entre los abrazos de sus compañeros, el regocijo de sus direcciones administrativas, y el respetuoso homenaje al mérito de quienes compartieron con ellos las candidaturas, recibieron la credencial y el reconocimiento de manos de la integrante del Buró nacional de la UJC, Yannara Concepción Domínguez, y ratificaron su compromiso de continuar firmes y adelante, aportando al presente y apuntalando un futuro mejor.
Wilfredo, Danay, Beatriz y Dainier son los rostros de la continuidad y sus historias de anónima y cotidiana entrega, la mejor evidencia de que los nuevos cubanos son protagonistas de su tiempo, y en su andar hay garantías para el mañana.
Licenciado en Química, Wilfredo es el líder juvenil de la Refinadora de combustible santiaguera, un centro con tradición de buen trabajo de la UJC y donde unidos, desde una visión compartida, los bisoños son allí una verdadera vanguardia para sacar adelante cualquier tarea de alto impacto o dificultad que se presente.
Además de laborar durante largas horas en todas las áreas de la Planta para asegurar el combustible que demanda el oriente cubano, los noveles marcan el paso si urge reparar una subestación afectada por un incendio, se necesita desmantelar una torre de enfriamiento o un derrame de hidrocarburos amenaza la bahía.
Danay Leyva Barrios, especialista de manejo y desarrollo de los recursos hídricos alzará su voz en la magna cita de la vanguardia joven cubana, en nombre de aquellos que desde la madrugada a la noche derrochan sacrificios lo mismo desde las nuevas inversiones, que en la eliminación de salideros, el enfrentamiento a la sequía o la cotidiana gestión del agua, sin esperar otra recompensa que un «gracias…» de la población beneficiada con el preciado líquido.
Con solo 17 añitos y el amor por la historia y los niños en sus cálidos ojos Beatriz García Vistel, es el vivo ejemplo de los valores de las muchachas que se forman en la Escuela Pedagógica Floro Pérez, un centro destacado a nivel nacional por cuatro años consecutivos y donde se preparan futuras educadoras de la primera infancia dispuestas a continuar los logros de la Revolución en este sector.
A solo dos cursos de graduarse como ingeniero en Telecomunicaciones, en la Universidad de Oriente, Dainier González, ya sueña y se empeña por un mañana donde, dice, la ciencia, que le apasiona, y las investigaciones que se puedan generar desde la academia, se pongan en función de los dilemas del desarrollo local.
Por eso ya habla, apasionado, del uso de la robótica en el desarrollo de tecnologías de rehabilitación asistida para pacientes afectados por enfermedades neurológicas, que constituirá su tesis de grado, pues así, -asegura-, estará a la altura de los profesionales preparados y comprometidos que se forman en el país.
Hoy son Wilfredo, Danay, Beatriz, Dainier, cuatro entre miles en Santiago, en Cuba; amantes de las fiestas, adictos a las tecnologías, pero también laboriosos y entregados, cada día y desde los más diversos campos, a la forja del futuro de la Patria.
Son esos los signos de la continuidad, real, concreta, más allá de cualquier consigna.
