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Hay una capacidad incalculable en nosotros mismos

Con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sesionó este sábado la asamblea de balance partidista del municipio capitalino de La Lisa

Autor:

Alina Perera Robbio

«El mejor trabajo que vamos a hacer es darle continuidad a esta asamblea», dijo en la tarde de este sábado el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en los momentos finales de la asamblea de balance partidista del municipio capitalino de La Lisa.

Durante la reunión —realizada en el Complejo Científico Ortopédico Internacional Frank País—, el Jefe de Estado compartió esa expresión, de la que a todas luces se desprendía una valoración acerca de cómo transcurrió la asamblea: fue un encuentro excelente, que hizo radiografía a un municipio del cual hay mucho que contar, y que gravita con mucha fuerza en los destinos de La Habana y hasta del país.

En la asamblea, que forma parte del proceso de balance del Partido a niveles distrital, municipal y provincial —proceso que busca pulsar cómo se van implementando las ideas, los conceptos y las directrices que emanaron del 8vo. Congreso partidista—, Alain Delcourt López, primer secretario del Comité Municipal del Partido en La Lisa, habló sobre una «manera crítica» para mirar lo que se va haciendo.

Hizo tal énfasis mientras exponía ideas esenciales del informe central en la reunión, en la cual participó Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del Partido Comunista; Humberto Camilo Hernández Suárez, jefe del departamento de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del Partido; Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la capital; y Reinaldo García Zapata, gobernador de La Habana, entre otras autoridades. 

Casi comenzando su intervención acerca de la organización política, que en el municipio consta de 377 estructuras de base, Alain Delcourt López hizo una mención especial, de agradecimiento, «hacia todos los que combatieron en los diferentes frentes contra la pandemia».

Habló de la vida interna de la organización de vanguardia, de la batalla en los frentes de la economía y del trabajo ideológico, de la transformación integral que se acomete en los seis barrios del municipio que presentan mayor complejidad, del escenario tan desafiante que vive Cuba, y de los retos por venir. Pero todos en la Asamblea entendieron qué significa hablar, desde La Lisa, de haber sacado adelante la vida de los cubanos.

Quedó claro como el agua cuando Yadián Guillermo Pérez Betancourt, secretario del comité del Partido en la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), recordó que con ese centro, idea de Fidel, podrá seguir contando la Revolución, como mismo pudo hacerlo en estos tiempos de COVID-19. Desde luego, como dijo Yadián, la urgencia de estos tiempos no ha desdibujado el compromiso de «aportar al desarrollo del país desde la informatización, de dar a la sociedad profesionales más comprometidos».

A partir de la intervención de Yadián, el Presidente Díaz-Canel subrayó que la UCI constituye una fortaleza para el país, para la provincia y para el municipio donde se encuentra; tiene —razonó— un papel muy importante en todo el proceso de informatización de Cuba, en la transformación digital de la que ya se habla.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido pidió a quienes forman parte del universo de la UCI, donde por esencia la innovación es una premisa, «mayor presencia en el desarrollo territorial de La Lisa, en varias dimensiones», para así desarrollar el propósito de la autonomía municipal.

El municipio tiene un sector del conocimiento fuerte —expresó Díaz-Canel—; hay que establecer interconexiones entre ese ámbito y el sector productivo de bienes y servicios, y que todo apunte al desarrollo local. «Si ustedes son capaces de gestionar eso desde el Partido, La Lisa se puede convertir en un municipio de referencia, y vale la pena hacerlo».

Se sumaron otras intervenciones, como la de Antonio Vallín García, director general de Laboratorios AICA, entidad que ha garantizado productos como el Nasalferón (gotas nasales contra la COVID-19) o la vacuna Abdala, que ha logrado rescatar procesos productivos y ha estabilizado con solidez su fuerza laboral.

Las conductas pueden ser modificadas, los pasados complejos pueden ser superados cuando se ponen corazón y ganas al empeño, afirmó Vallín. Y en ese tono se expresaron quienes iban haciendo uso de la palabra y daban fe de cómo técnicos en refrigeración y calderas se pusieron en función de hospitales y de centros científicos, de cómo las soluciones iban de un lugar a otro, con encadenamientos del saber.

De la saga heroica del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, del trabajo desplegado con los jóvenes en el hospital Frank País —y de cómo ese trabajo no puede perderse porque es la continuidad—, del Centro de Estudios Avanzados de Cuba —allí, en ese mundo de la nanotecnología, donde el 70 por ciento de los trabajadores son jóvenes—, del esfuerzo en las comunidades, de temas tan importantes se habló en la asamblea.

Cuando se hizo referencia a la tarea vital de producir alimentos, Luis Antonio Torres Iríbar subrayó el valor de acrecentar el encadenamiento de los actores productivos. El país necesita como nunca, afirmó, que la militancia esté en la vanguardia, asumiendo cada proceso, haciendo viable cada idea, estremeciendo, por ejemplo, a la empresa estatal socialista.

Háblame de cómo está la batalla de los precios, de la insatisfacción que tiene nuestra población con los precios de los productos. ¿Cuál es tu criterio sobre eso? ¿Cuánto te cuesta producir el quintal de guayaba?, preguntó el Presidente a un productor agrícola. Y ese fue el comienzo de una interacción magnífica en la cual salieron a la luz verdades que tienen que ver con la tierra, con lo que ella da y con la importancia de transformar realidades de la comercialización.

«En todas las intervenciones hay una claridad de lo que acordó el Congreso», valoró hacia el final de la asamblea Roberto Morales Ojeda, quien hizo hincapié en que las principales misiones del Partido son la batalla económica, la lucha por la paz y la misión ideológica. «Existe una capacidad incalculable en la generación de soluciones».

Y destacó ideas como la importancia de la vida interna de la organización, que el Partido único sea cada día más democrático y más participativo, que el trabajo político-ideológico genere sentimientos, emociones y compromiso.

La de este sábado fue una asamblea que deja ganas de seguir trabajando, y de hacerlo martianamente, como expresó Alain Delcourt López —quien fue ratificado por unanimidad como primer secretario del PCC en La Lisa—: cada cual haga bien lo que le toca, y así la obra será invencible.

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