Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Proyecto habanero de desarrollo local con luz larga

Con la más reciente graduación, la sexta, se confirman las loables aspiraciones de esa iniciativa que ha recibido múltiples elogios y congratulaciones de las autoridades del gobierno en la capital y el país, por mantenerse fiel a su propósito de rescatar jóvenes para su inserción laboral y social

Autor:

Ledys Camacho Casado

La firma de un convenio de colaboración y asistencia entre los máximos representantes de La Moneda Cubana, de la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba (FACRC) y de la filial habanera de la Asociación de Cantineros del país, es la mejor prueba del alcance e influencias de ese proyecto de desarrollo local habanero. El hecho tuvo lugar en áreas del capitalino Estudio 50, durante la sexta graduación de La Moneda Cubana, que hasta la fecha ha formado ya a 1 539 jóvenes con vistas a su inserción laboral, especialmente en el sector no estatal, en saberes de la cocina y la gastronomía, y que hoy incluye a educandos de otras provincias. En el acto de entrega de los títulos a los nuevos egresados (570), Ángel Aguilera Castillo, fundador y coordinador general del proyecto subrayó que desde su creación hace casi doce años, se han concentrado en preparar a los estudiantes para que puedan ejercer esos oficios y hasta incursionar como emprendedores de negocios, tratando siempre de proporcionarles un empleo digno.  

En presencia de familiares y profesores de los alumnos, se efectuó la ceremonia en la que Aguilera Castillo precisó que continúan las captaciones para nuevos cursos y más de 30 negocios privados en La Habana colaboran con la escuela teniendo en cuenta su prestigio y calificación, y la posibilidad de contar con personal bien preparado para proveer a centros gastronómicos, e incluso de la hotelería y el turismo, con mayores exigencias. El dueño del restaurante La Moneda Cubana, agradeció el apoyo de esas instituciones así como de la Oficina del Historiador de La Habana, del Estudio 50, de Havana Club Internacional y del Doctor Antonio Alcaraz, de la Universidad Católica de Murcia, la cual titula el entrenamiento o curso y le da categoría internacional.  

Esa iniciativa, concebida por Aguilera Castillo, delegado del Poder Popular, resultó en aquel entonces una alternativa de solución ante múltiples problemáticas sociales identificadas en su circunscripción, la número seis del Consejo Popular Catedral, que en medio de no pocas dificultades y retos hoy rebasa los límites del barrio. Jóvenes antes desvinculados al estudio y/o al trabajo, encuentran en La Moneda Cubana, un camino de inserción social y, si bien la mayoría de sus estudiantes proceden de varios municipios de la capital, en la nómina también se incorporan otros provenientes de las provincias de Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Ciego de Ávila, Villa Clara, Santiago de Cuba y Guantánamo.  

Según explicó Aguilera Castillo, la sexta promoción corresponde al curso 2019 que no había podido culminarse debido a la pandemia. Precisó que de los 570 ahora egresados, más del 70% tiene su puesto garantizado ya en negocios privados, gracias a que en su afán de lograr la inserción laboral de los muchachos, recorren paladares y otros establecimientos, incluso estatales, para conocer sus necesidades de personal y el interés por colaborar con el adiestramiento. Refirió el coordinador general que ahora se inicia un nuevo período en sus vidas en la que tendrán que demostrar todos los conocimientos adquiridos en materias con contenidos completamente nuevos, resultado de un gran esfuerzo por asistir a las aulas y a las prácticas de las técnicas gastronómicas y culinarias, pues algunos ya son el sostén económico de sus familias e hijos, lo cual exige mayor sacrificio y perseverancia.  

El líder del proyecto informó que 385 jóvenes, ahora en exámenes finales, conformarán la venidera promoción (la séptima), y han captado unos 320 para el nuevo curso; mientras -remarcó- hoy cuentan con suficientes ofertas para el adiestramiento a partir de acuerdos de colaboración con varias instituciones y empresas.  

Citó, entre estas, el proyecto Arte Chef, de la Federación de Asociaciones Culinarias, y la incorporación de entidades estatales como los centros culturales de promociones artísticas y literarias (Artex S.A.), Marlin Marina Tarará, Casas de la Amistad y la Corporación CIMEX. En la ceremonia se entregaron los títulos internacionales, con la banda de graduado cortesía de esta casa de altos estudios, a los 12 mejores alumnos, y hubo reconocimientos para los coordinadores de grupos. Al resumir el acto, el Chef Eddy Fernández Monte, presidente de la FACRC, congratuló a los estudiantes y al claustro de profesores, quienes en medio de las complejidades por la pandemia de la COVID-19, asumieron difíciles tareas, y supieron engrandecer los valores de la cocina cubana al prepararse mejor para ser sus defensores y promotores.  

Tiempos de crecer

Para dar fe de ese crecimiento, están los muchachos como Javier Ernesto Cintao Torriente, recién graduado de la escuela, quien agradece a sus profesores, a su madre, a sus compañeros y a todos los que le ayudaron a dejar atrás su vida desordenada, cuando era un desvinculado escolar y laboral, casi el reflejo de un descarriado juvenil. Hoy Cintao tiene familia propia, dos hijos y un trabajo decoroso para su manutención; dice sentirse satisfecho pues con apenas 26 años ya logró importantes metas y le sobran deseos de superarse; para eso sabe que tiene potencial porque además de estar entre los diez mejores egresados del sexto curso de La Moneda cubana, ha incursionado en competencias y ha ganado incluso en un evento internacional de cocina. Aquí en el proyecto se siente pleno, recibe desde un abrazo, un consejo, un apretón de manos, un llamado en el hombro, hasta el apoyo con la salud de su mamá en momentos difíciles. Desde su puesto de maestro panadero en La Flora afirma que se siente realizado. 

También Mantania Roland Valiente, de 23 años, ha hecho gala de sus conocimientos desde la cafetería de hamburguesas de la Plaza de Carlos III donde trabaja como dependiente. Está feliz del cambio en su vida y mucho más por formar parte de los mejores egresados de la sexta graduación, logros que hubiera querido compartir con quien tanto la impulsó a perseguir sus sueños, su querida abuela. Concepción González Rodríguez, conocida como Conchita, está vinculada  al proyecto desde hace nueve años y reconoce que cada día va progresando  e incorporando más alumnos, interesados en la formación tan integral que reciben no solo en los oficios, sino como hombres y mujeres de bien. La profesora principal de cocina de la escuela, Niurka González, es una de las fundadoras y confiesa que al cabo de 12 años es muy relevante el avance que han tenido y el camino que toman para enderezar a los alumnos desvinculados del estudio y del trabajo o un poco descarriados, quienes llegan a ser grandes profesionales en las diferentes especialidades y se toman muy en serio la cocina y sus especificidades.

Frankly Antonio Martín Lugo, graduado en La Moneda cubana cuando tenía 20 años, hoy es profesor de dos materias y considera que el proyecto le ha cambiado la vida en todos los sentidos. Pasó de trabajar en un mercado artesanal industrial a conocer y profundizar sobre la gastronomía tras descubrir el proyecto. Una de sus más preciadas metas, la de ser el mejor del aula, lo llevó a graduarse con honores, y trabajar en bares y restaurantes hasta que le propusieron regresar y dar clases, un reto que aceptó y le permitió con apenas 26 años, ser profesor e impartir clases de técnica de salón y de cantina. Al respecto reflexiona que «lo bueno del proyecto es que te incita a la superación profesional, uno siempre va creciendo y puede llegar a ser, como yo, capitán de salón, y aspirar a sommelier, y así escalar peldaños en el conocimiento, en la vida laboral, todo gracias al proyecto». 

Con los familiares, conocimos del empeño y el esfuerzo de los jóvenes para salir adelante a fuerza de más preparación. Por ejemplo, Noelvis Hernández Sánchez, la madre de Arianna Fernández Hernández, se mostró muy satisfecha ante los logros de su hija. Dijo estar muy orgullosa de su muchacha pues desde que se incorporó al curso, se tomó las cosas muy en serio, y fue de las mejores alumnas, al punto de que le propusieron se presentara como profesora. Sobre lo útil de esta experiencia, coincidió con Yamilet Domínguez, madre de Amanda Prieto, recién graduada. «Lo que importa es que ella está contenta, trabajó, estudió y se esforzó mucho, y en esto es plausible también el esfuerzo de los maestros; así que de ahora en adelante, a seguir y mirar al futuro».  

Reforzó ese criterio el padre de Amanda, Juan Carlos Prieto, quien calificó de muy completa y buena la formación allí donde además de cocina, cantina y salón, aprenden idioma inglés. Su hija, de 22 años, es hoy trabajadora del Hospital Naval Luis Díaz Sotto, y dice sentirse muy preparada y cómoda para ejercer cualquier labor afín a la gastronomía pues

la escuela les ofrece los elementos básicos de cantina, salón y cocina. Aquí, en la escuela de La Moneda cubana, pueden encontrar un buen camino para ser alguien en la vida, desde el rigor y la exigencia, desde el amor y la pasión de servir de ejemplo, y las ansías de superarse y comprobar que para crecer y alzar el vuelo, solo bastan, la voluntad, la perseverancia y un vital impulso.

 

 Franklyn Antonio Martín Lugo, graduado de La Moneda Cubana, hoy imparte allí dos materias. Fotos: Ledys Camacho

Amanda Prieto Domínguez tuvo la satisfacción de tener a sus padres junto a ella en el acto de graduación en el Estudio 50.

 

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.