Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Hay una luz de cambio

El Ministerio de Educación ha diseñado una estrategia de atención integral a las escuelas pedagógicas, en función de las necesidades del proceso de formación en cada territorio

Autor:

Margarita Barrios

El déficit de maestros y profesores en Cuba es una problemática aún sin resolver. Aunque los egresados de las escuelas pedagógicas representan apenas el 32,8 por ciento de los docentes, el país apuesta por este tipo de centro de nivel medio superior como mejor práctica en el anhelo de lograr una cobertura completa, sin necesidad de apelar a otras alternativas.

A los aciertos y desaciertos de las escuelas pedagógicas en Cuba se acercó Juventud Rebelde en un reportaje el domingo anterior, 26 de marzo. Para seguir ahondando en el tema, hoy conversamos con la Doctora en Ciencias de la Educación Gema Díaz Díaz, directora general de Formación y Actividad Científica en el Ministerio de Educación (Mined).

Gema Díaz Díaz, directora general de Formación y Actividad Científica del Ministerio de Educación. Foto: Tomada del sitio web de la Mesa Redonda

—Hay provincias que no logran completar el ingreso y otras hasta superan las cifras. ¿Por qué pasa eso?

—Hay territorios con mayores posibilidades de conseguir otros trabajos, pero también la eficiencia de la labor vocacional tiene su peso. Las provincias que más problemas tienen con el ingreso son La Habana, Artemisa, Mayabeque y Ciego de Ávila; mientras Pinar del Río, Santiago de Cuba, Granma, Las Tunas y Guantánamo sobrecumplen en todas las especialidades.

—¿Qué puede encontrar un joven egresado de 9no. grado en una escuela pedagógica?

—En cuatro años puede formarse como Educador de la Primera Infancia, Primaria, Especial o profesor de Secundaria Básica. Las ofertas varían según las necesidades de cada provincia. Al graduarse tendrá una plaza asegurada. Puede continuar en Curso por Encuentros la licenciatura en la universidad y graduarse en tres años (uno menos que el resto de los estudiantes) y también hacer estudios de posgrado.

—Una vez en la institución, ¿cómo siguen estimulando el amor a la profesión?

—Anualmente se realiza el Encuentro Nacional de Escuelas Pedagógicas y egresados de la formación pedagógica, en el cual participan estudiantes de 4to. año y los de la última graduación. Compiten en habilidades profesionales, se hacen concursos de conocimientos, las educadoras de la primera infancia realizan dramatizaciones, hay exposiciones de círculos de interés, y se premia a la escuela con mejores resultados.

«También se desarrolla una jornada en la cual los jóvenes dan sus consideraciones sobre el plan de estudio o la práctica profesional, y refieren cuestiones que creen se deben perfeccionar. Eso es importante porque nos permite tener un amplio abanico de criterios sobre aciertos y desaciertos.

«Además, en coordinación con la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona estamos desarrollando proyectos de investigación y de formación doctoral para los claustros de las escuelas pedagógicas. Hoy tenemos diez proyectos. Son pocos, pero seguimos avanzando».

—¿Cuántos jóvenes asumen las aulas luego de graduados?

—En la formación pedagógica de nivel medio superior nosotros evaluamos cuatro grandes indicadores dentro del programa de perfeccionamiento continuo del sistema de educación general: el cumplimiento del plan de ingreso, la retención del 1er. año (porque es cuando ocurren más abandonos de la carrera), la eficiencia en el ciclo y el por ciento de estudiantes que alcanzan categoría de Excelente y MB en el desarrollo de habilidades profesionales pedagógicas, que es una manera de conocer la calidad de nuestra formación.

«Con ellos trabajamos de manera sistemática. El Mined ha diseñado una estrategia de atención integral a las escuelas pedagógicas a partir de las causas que inciden en el proceso de formación, y un grupo de acciones que cada territorio contextualiza a partir de sus características.

«La retención de 1er. año es un indicador que se está evaluando hace tres cursos. Ahora alcanzamos 98,2 por ciento, lo cual significa que perdemos unos 600 estudiantes; pero en momentos anteriores el abandono superaba los mil estudiantes.

«Hemos adoptado acciones específicas para los dos primeros años: las mejores aulas, los maestros de mayor experiencia… Y estamos también intencionando acciones educativas de orientación hacia la profesión, porque no es un secreto que no todos entran motivados. Ese es el momento de enamorarlos con prácticas en centros escolares acompañados de los mejores tutores.

«Otra estrategia que está dando buenos resultados es llevarlos a realizar sus prácticas en las primarias o secundarias donde ellos estudiaron, porque es una forma de que se vean reconocidos y se encuentren con sus propios maestros, quienes a su vez sienten un compromiso mayor con ese joven».

—¿Cuáles son las causas del abandono, más allá de la desmotivación por la profesión?

—Una importante es la situación económica de la familia, porque a veces les resulta difícil pagar los viajes cuando los centros quedan lejos de su lugar de residencia, y también por el tema de matrimonio y el embarazo. Por ello, beneficiamos a los egresados de las escuelas pedagógicas con facilidades para la continuidad de estudios. La licenciatura de cuatro años pueden hacerla en tres y a través del Curso por Encuentros. También organizamos posgrados, como maestrías, diplomados y especialidades que los motiven, para elevar su nivel profesional.

—¿Cómo se desarrolla la práctica laboral de los estudiantes?

—En primer año es de familiarización. En segundo y tercero de sistematización. La de cuarto es concentrada. Los dos primeros años son para alcanzar el nivel medio superior, luego empiezan a dar la didáctica de las asignaturas y pueden asumirlas en las prácticas. Ya al final las dan casi todas, pero en ningún caso están solos, tienen siempre la compañía del tutor.

—¿Y el ejercicio de culminación de estudios?

—Es impartir una clase, y se evalúan fundamentalmente las habilidades profesionales alcanzadas. Debe realizarse en la escuela donde han hecho sus prácticas, que tratamos sea siempre la misma desde el inicio. En este proceso tiene un papel fundamental el tutor.

—Usted lleva cinco años en este cargo en el Mined, pero ya tenía una experiencia anterior en el sector. Hay una estrategia de trabajo muy bien establecida. ¿Qué cambiaría? ¿Con qué no está conforme?

—La gran insatisfacción es la idoneidad del claustro de nuestras escuelas pedagógicas, que es muy heterogéneo. En ellas deberían estar los mejores del territorio, con experiencia en el nivel educativo que imparten, pero además que sean ejemplo en su actuación. Un verdadero educador, en todos los sentidos de la palabra. Insistimos también en las universidades: no podemos aspirar a que todo sea experiencia, también pueden ser jóvenes, los mejores graduados.

—¿Cómo romper el mito de que el maestro es una persona sin vida propia y va a la escuela a sacrificarse?

—Toda profesión lleva sacrificio, dedicación, horas de estudio, actualización. El maestro no es una excepción, pero no es más sacrificado que el resto. Dentro de las acciones que socializamos está explicarle al joven que puede tener un crecimiento profesional dentro de la profesión pedagógica, y hablarle del significado que tiene para la nación ser educador.

Epílogo

Todavía es insuficiente el número de jóvenes que optan por las escuelas pedagógicas; sin embargo, el Ministerio de Educación traza estrategias para lograr una captación que cada vez más satisfaga las necesidades del país. Pero urge también fomentar desde edades más tempranas, incluso entre los futuros maestros, el amor a la profesión, la vocación de servir, y revalorizar la función del maestro en la Cuba actual. Recordemos siempre a Fidel, cuando nos dijo que sin educación, realmente no puede haber Revolución.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.