El martes fue un mal día para Frank Abel en el trampolín. Autor: Mónica Ramírez/JIT Publicado: 19/08/2025 | 10:39 pm
Asunción.— Frank Abel Rosales se deja ver con rostro obstinado. Parece asustado, esquivo a hablar. Pero habla. No es de dejar sonrisas a su paso. Trabajo le cuesta, al menos con la prensa. Ni siquiera cuando fue el mejor en la final del trampolín a un metro. Parece ir con su naturaleza.
Es martes, llueve mucho en Asunción, hay fuertes vientos a intervalos. Pequeños árboles en el suelo, vallas destruidas, terrenos inundados. No es un buen día en esta ciudad, como tampoco para Frank Abel.
El matancero, el sábado en la noche, puso el cuarto oro de Cuba en el medallero de los Juegos Panamericanos Júnior. Ayer, deseó aportar el sexto título; sin embargo, en un momento de la competición, el Centro Acuático Olímpico se tragó su voluntad de ser monarca.
Avanzaba la final del trampolín a tres metros y Rosales era líder después de las rondas dos y tres. A continuación, la ejecución de uno de los saltos más complejos, cuatro vueltas y media al frente, quedó distante de lo deseado. En la quinta ronda, con ejecución de tres vueltas y media de espalda, las cosas le fueron peor. Salió del agua un tanto abatido. Había aceptado, quizá, que cualquier posibilidad de medallas quedaba hundida en la fría piscina del Centro Acuático Olímpico.
El décimo lugar, con 349,05 puntos, tiene triste a uno de los campeones de Cuba en Asunción 2025. Con una pequeña flor tatuada detrás de una de sus orejas, reconoce que, luego de la baja puntuación del cuarto salto, quedó muy tenso. Era esa oportunidad la que lo podía colocar más cerca del título. La ansiedad también hizo de enemiga en esa crucial cuarta ronda.
Frank Abel siente enfado con él mismo. Entrenó mucho para conseguir buenos resultados en ambas pruebas, pero falló en el trampolín a tres metros. Intenta que eso no lo doblegue delante de los periodistas que lo sacaron de su soledad en los vestuarios. Ahora lo que toca es levantar la cabeza y seguir entrenando duro, responde seguro, lejos del autoconsuelo. «Borrón y cuenta nueva, las competencias se ganan en los entrenamientos».