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Los integrantes de la Asociación llegaron a una unidad empresarial de base de despalillo de tabaco, donde intercambiaron con sus trabajadores. Autor: Daymara González Hernández Publicado: 21/03/2024 | 09:43 pm
PINAR DEL RÍO.— La calidad de los procesos de crecimiento, la presencia de las editoriales de la organización en la recién concluida Feria del Libro, la marcha de los procesos creativos relacionados con la vida y obra de los Hermanos Saíz, así como la campaña de comunicación para 2024, marcaron la agenda de trabajo de la sesión del Consejo Nacional de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), que terminó este jueves en Pinar del Río.
Al analizar el funcionamiento interno de la AHS, se hizo una crítica exhaustiva sobre el proceso de crecimiento. Al respecto, Juan Edilberto Sosa Torres, presidente en Santiago de Cuba, expresó que debe existir una voluntad hacia los muchachos que pretenden ingresar a la sección de Promoción. «Mientras tengan una labor sostenida, de calidad y apegada a la Asociación que avale su ingreso, hay que tenerlos en cuenta», refirió.
El escritor Yadian Carbonell, presidente en la Isla de la Juventud, señaló la importancia de que los crecimientos se hagan bien, de que se conformen adecuadamente los expedientes. Para ello, dijo, hay que apoyarse en los especialistas, en aras de que la documentación llegue en óptimas condiciones.
Yasel Toledo Garnache, presidente nacional, significó que la fundamentación es importante, pero la obra es lo esencial: su valor, su calidad. Por su parte, la trovadora avileña Santa Massiel Rueda, vicepresidenta nacional, llamó a apostar por el trabajo en colectivo. Para la joven es esencial sistematizar el vínculo con las universidades y hacerlo desde la programación que se diseña en las Casas del Joven Creador.
¿Se construye la programación entre todos? ¿Es reflejo de lo que hacen los miembros? ¿Es la Casa ese lugar al que acuden los jóvenes y mantienen presupuestos estéticos?, reflexionó. Las Casas tienen que seguir siendo espacios de referencia y de cambio del panorama cultural en las provincias, dijo. Agregó que hay que acercarse a la Brigada José Martí, vincularla para atraer un público joven.
«Tenemos la responsabilidad de formar a los públicos y la oportunidad para ello está en las universidades y en las instituciones de la enseñanza artística», asintió la escritora vueltabajera Yanetsy Ariste. Mientras, para Yusley Izquierdo Sierra, presidente de la AHS en Pinar del Río, es preocupante cómo disminuye la cifra de asociados. No obstante, resaltó, sin perder el rigor es necesario atraer más artistas.
Luis Morlote Rivas, funcionario del Comité Central del Partido, recordó su relación especial con Esther Montes de Oca, madre de Sergio y Luis. Contó que ella le expresó tras recibir un reconocimiento por su labor en el magisterio: «Mis hijos hubiesen estado felices de pertenecer a una organización como la AHS, porque ellos lucharon por esto».
Destacó que hay que aprovechar la colaboración internacional para desarrollar también la AHS y para ello, recalcó, hay que tener proyectos preparados, abrir un área de cooperación en aras de no perder las posibilidades. «A veces, dijo, hay pereza para diseñar los proyectos, y hay que aprovechar la formación de capital humano y gestionar acciones de cooperación porque siempre se encuentra gente buena y noble que quiere a Cuba».
Toledo Garnache expresó que lo más útil es pensar en cómo dialogar con las personas, cómo convencerlas y hacer crecer la Asociación desde todos los puntos de vista. La AHS es una gran familia, resaltó, una familia en la que las dificultades de uno son un problema de todos. En ese camino de construcción colectiva por el futuro de Cuba, hay que seguir pensando y generando ideas desde la creación.
Como parte de las sesiones del consejo nacional de la organización que agrupa la joven vanguardia artística e intelectual de Cuba, sus integrantes llegaron hasta instituciones educativas y productivas de San Juan y Martínez. Además, visitaron la Casa Museo Hermanos Saíz Montes de Oca, donde recorrieron las habitaciones como lo hacían los jóvenes antes de que fueran asesinados aquel 13 de agosto.
