El envejecimiento poblacional es uno de los desafíos más complejo que enfrenta el país en materia demográfica. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 10/07/2025 | 09:30 pm
En las últimas décadas, la dinámica demográfica mundial ha experimentado transformaciones significativas. Si hace 20 o 30 años el crecimiento poblacional era una constante, hoy muchos países han alcanzado un estancamiento, lo que ha generado dualidad en la estructura demográfica, pues la población joven disminuye y el número de personas mayores aumenta.
Esta tendencia se manifiesta claramente en Cuba, donde desde 2019 se ha registrado un marcado decrecimiento poblacional; concretamente somos 1 445 463 personas menos, con un 75 u 80 por ciento de esa reducción en edades reproductivas, según cifras oficiales de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI). Cada año, menos cubanos residen en la Isla, es una realidad innegable.
Para reflexionar sobre lo relativo a este comportamiento de la dinámica demográfica en Cuba, que es cuando menos preocupante, y sus diversas connotaciones, Juventud Rebelde entrevistó en exclusiva a Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información.
—¿Cuántos cubanos habitamos nuestro archipiélago?
—En el último cálculo de población del 31 de diciembre de 2024, quedó establecido que éramos 9 748 007 habitantes. Pero en estos momentos debemos haber descendido más, porque en el transcurso del año se ha registrado nuevamente una contracción de los nacimientos, fenómeno que viene sucediendo durante los últimos 47 años, y que se ha visto acentuado desde la pandemia de la COVID-19.
«Esta disminución en la tasa de fecundidad, que en 2019 la ONEI situaba en 1.57 y al cierre de 2024 en 1.29, ha instalado a Cuba por debajo del nivel de remplazo —cada pareja procrea menos de dos hijos que los sustituyan—, y esta es la principal causa del envejecimiento demográfico de la población».
—¿Cómo se comporta la fecundidad en nuestro país?
—El mayor potencial de fecundidad actualmente se concentra en el grupo de mujeres en edades entre 15 y 29 años, y son las pertenecientes al subgrupo de 20 a 24 años quienes obtienen mayor proporción de nacimientos, seguidas de las mujeres de 25 a 29 años, y en tercer lugar están las adolescentes de 15 a 19 años.
«La fecundidad adolescente es un foco rojo en la evolución demográfica del país, porque ha tenido un comportamiento resistente a bajar. A pesar de los esfuerzos en educación sexual y otros ámbitos, se observa un aumento
en los embarazos y abortos en adolescentes, estos últimos con consecuencias para la salud muchas veces insospechadas».
—¿Qué otros factores inciden en ese envejecimiento poblacional?
—La migración externa de los últimos años ha sido muy nutrida de personas en edades productivas y reproductivas, debido a un contexto socioeconómico complejo, caracterizado por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, y las reiteradas medidas en contra del pleno desarrollo económico y social del país.
«Al cierre del último año el saldo migratorio negativo fue de 16 794 personas, con lo que se muestra un aumento en comparación con años anteriores. Si bien esta tendencia está exhibiendo este año un leve acompasamiento, no cabe duda de que la migración seguirá siendo alta, debido a las complejidades socioeconómicas que enfrenta la Isla».
Asimismo, refirió que el factor
mortalidad en Cuba vino disminuyendo durante muchos años; sin embargo, en los años que siguieron a la pandemia, el número de defunciones en general aumentó. En el año 2021 hubo 167 645 defunciones. Después disminuyó nuevamente, hasta el año pasado, cuando se registró un aumento a 128 098 defunciones, concentradas, fundamentalmente, en personas mayores.
—En materia de desarrollo local, ¿qué desafíos enfrentamos demográficamente?
—El envejecimiento demográfico representa la mayor limitante para el desarrollo local y la fuerza laboral del país. Hay un notable descenso de la población en edad laboral, que abarca a las mujeres de 17 a 59 años y a los hombres de 17 a 64.
Alfonso Fraga también situó a los sectores más afectados por el decrecimiento de la fuerza laboral. «En general, afecta a todos los sectores económicos del país, pero la agricultura es el más envejecido. Por otro lado, señaló que existe una marcada fluctuación de trabajadores del sector estatal al privado, lo que ha traído consigo desafíos económicos significativos que se evidencian a la hora de lograr mantener determinados servicios.
—¿Qué acciones se revisan para solucionar estos problemas?
—El reto fundamental es hacer resiliente el proceso demográfico cubano, y buscar oportunidades en medio de las brechas y diferencias existentes. Para abordar estos problemas, Alfonso Fraga mencionó la existencia de la Comisión Gubernamental de Atención a la Dinámica Demográfica, presidida por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, que incluye a diversos ministerios, organismos y centros de investigación, con el fin de analizar esta problemática desde perspectivas multisectoriales.
«En ese sentido un aspecto positivo mencionado fue la reforma de la Ley de Seguridad Social, que desde 2008 ha permitido incorporar a poblaciones activas fuera de la edad laboral. «Existen casi 100 000 personas en Cuba trabajando fuera del rango de edad, pero sigue siendo crucial para la reposición de la fuerza de trabajo lograr mantener altos niveles de población ocupada y con alta productividad».
Sobre las políticas públicas que se están evaluando para abordar el envejecimiento y otros problemas asociados, comentó: «Hay alrededor de 70 000 personas atendidas por el Sistema de Atención a la Familia, reflejo del esfuerzo del país por priorizar el cuidado de esta población aun en medio de la crisis actual que vivimos».
Fraga señaló que la política demográfica, actualizada en 2022, incluye una serie de objetivos relacionados con la atención digna del envejecimiento, la población ocupada y en edad laboral, la migración, y con tratar de estimular la fecundidad, siempre en un marco de derechos y sin violentar etapas con los embarazos tempranos.
Además, anticipó que para 2030 podemos esperar que más del 30 por ciento de la población tenga 60 años o más. Habrá menos habitantes, dijo, y será mayor la proporción de población urbana. Sin embargo, la respuesta para encontrar un equilibrio en medio de este escenario está, como de costumbre, en manos de las nuevas generaciones.
Justamente, al Día Mundial de la Población este año lo acompaña el lema «Empoderar a la juventud para que puedan formar las familias que desean en un mundo justo y lleno de esperanza». Con él, se busca resaltar la importancia de brindar a las nuevas generaciones las herramientas necesarias para forjar su propio destino.