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Estamos defendiendo la gran Patria que es la humanidad

Con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, tuvo lugar en la tarde de este jueves un encuentro que atiende a la nueva etapa iniciada en la Red de Artistas e Intelectuales en Defensa de la Humanidad

Autor:

Alina Perera Robbio

«Vamos a ponerle desde Cuba todo el empeño». Fue la voluntad rotunda que, en la tarde de este jueves, compartió el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con un grupo de intelectuales, de hermanos de ideas, quienes han confluido en la Isla cuando el mundo vive su momento más difícil y es deber poner inteligencia y corazón en función de detener la barbarie.

Casi cuatro horas duró un intercambio entre pensadores de izquierda. En la Sala Che Guevara de la Casa de las Américas, luego de que diversas voces se imbricaran para retratar los principales desafíos del planeta y los posibles caminos de salida, el dignatario hizo alusión a la complejidad actual y a la necesidad de guiar la conciencia y la subjetividad de los pueblos, siempre enfocados en la defensa de las ideas humanistas, y en ese amor del que habló el Guerrillero Heroico.

La reunión de intelectuales atiende a la nueva etapa que se inicia en la Red de Artistas e Intelectuales en Defensa de la Humanidad, herramienta de lucha creada en 2003 por los Comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Rafael Chávez Frías, y al frente de la cual estará, como coordinador general, el comunicador Miguel Pérez Pirela.

Díaz-Canel habló de reconocer la complejidad del momento, pero también sobre la posibilidad de articularse y de unirse desde la izquierda. El Jefe de Estado denunció que, globalmente, hay expresión de una política hegemónica que se destaca por el desprecio a los pueblos.

Ante el hecho de la amenaza militar en la región de Nuestra América, el Presidente hizo referencia a la responsabilidad que asiste a los partidos de izquierda, a los revolucionarios, a los humanistas, en cuanto al «papel que tenemos que jugar».

Resultó inevitable que el mandatario recordase el legado de Fidel, ese «intelectual robusto», ese erudito en los conocimientos de la historia, de la ciencia, de la sociedad, de la política, quien trató, dijo, de hacer comprender al movimiento de intelectuales y de artistas cuáles eran sus funciones, y cómo desde la cultura se podían crear puentes para defender las mejores causas.

El presente —reflexionó Díaz-Canel— «nos da una tarea urgente»: la de «defender a la humanidad de la barbarie neofascista que está resurgiendo». Ante tamaño desafío, el dignatario denunció que hay mucha mentira que desmontar, y que se impone un pensamiento solidario, integrador, que haga «culto a la máxima martiana de que Patria es humanidad».

«Estamos defendiendo la gran Patria que es la humanidad; estamos defendiéndonos todos», dijo el Jefe de Estado. Y siguió compartiendo reflexiones: sobre Gaza, por ejemplo.

Sobre la agresión que sufre Venezuela, sobre la amenaza imperial en la zona del Caribe, sobre las construcciones mediáticas contra el presidente Nicolás Maduro Moros razonó el mandatario. Entre otras ideas, recalcó que «ante estas cosas no podemos permanecer impasibles, porque estaríamos abriendo las puertas a la impunidad de un neofascismo que está envalentonado».

La unidad y la acción, enfatizó, pueden hacer frente a esa amenaza. El Presidente afirmó que la verdad está con los intereses y los anhelos de los pueblos.

La defensa, resaltó, pasa por la fuerza del contenido de esa verdad; pero también por la ética revolucionaria, y por la belleza; belleza que mueva los sentimientos, que motive, que haga vibrar las fibras de la emoción y del compromiso.

«Lo que estamos proponiendo, expresó el Jefe de Estado, es una revitalización comunicacional de la Red, una ofensiva en el plano de las ideas» y, sobre todo, añadió, en la defensa de la Revolución Bolivariana, de Venezuela, para impedir que Estados Unidos se pueda extender con su poderío militar y falacia ideológica sobre las tierras de América Latina y el Caribe.

Se trata, resaltó, de una Red de redes de la comunicación, que sea crítica y soberana. Sobre la tierra de Bolívar, Díaz-Canel afirmó que Cuba siempre va a estar junto a la Revolución Bolivariana, siempre abrazada a esa Patria hermana, en la defensa de una causa común.

Ideas y emociones en la Sala Che Guevara

El presidente de la emblemática Casa de las Américas, Abel Prieto Jiménez, razonó que el mundo de hoy es tan peligroso como aquel en el cual la Red vio la luz.

La iniciativa de pensamiento crítico, recordó Abel, nació con dos propósitos: para movilizar a la opinión pública internacional; y para generar análisis, miradas que desmontasen las campañas enemigas.

El escritor y comunicador venezolano Miguel Pérez Pirela aseveró que «estamos viviendo momentos muy delicados». Sobre el Caribe, denunció, se cierne una desmedida amenaza militar; apuntan 1 200 misiles y otras fuerzas siniestras que han hecho de la zona un escenario bélico.

Él dedicó parte de sus reflexiones a comentar cómo hoy se transmite en directo el genocidio: Lo que hace Netanyahu en Gaza, dijo, ahora Trump lo hace en el Caribe, como si se tratara de un videojuego, donde no se muestran pruebas y no se sabe qué hay en las embarcaciones siniestradas.

«El ataque es directo contra la humanidad», dijo el comunicador. A través de Pirela, el presidente Nicolás Maduro hizo llegar un mensaje a su hermano Díaz-Canel y a todos los protagonistas de estas jornadas de la Red. El dignatario transmitió la convicción de que, con el pueblo de Bolívar, no podrán jamás.

Por su parte, el historiador cubano Elier Ramírez Cañedo habló a todos sobre la importancia de «que sigamos pensando, sobre todo para actuar». Y recalcó: «Al final todos sabemos que donde se define el juego es en la praxis revolucionaria».

Una universidad distinta

«El momento es dificilísimo para el mundo entero, es de retroceso del proceso civilizatorio», advirtió el filósofo y escritor mexicano Fernando Buen Abad. A su entender, la del imperio no es una guerra que empezó ahora, sino que es una contienda de larga data que obliga a ser autocríticos sobre los espacios ganados o perdidos por la izquierda.

«Urge una universidad en defensa de la humanidad», propuso el pensador, quien habló sobre la necesidad de rearmar el pensamiento, el vocabulario.

Esa universidad, argumentó, tiene que ver con que «nosotros nos reeduquemos para esta batalla de comunicación».

El prestigioso pensador cubano Omar González hizo hincapié en el valor de expandir la Red, y comentó sobre «lo importante que sería incorporar a los hombres y mujeres de ciencia de nuestro país», y a los deportistas.

Se puede y debe dar la gran batalla desde la cultura, trabajando con las subjetividades, afirmó la pensadora cubana y activista social Mariela Castro Espín: «Los procesos culturales logran transformaciones poderosas», dijo.

Para esta lucha que se presenta ―y así lo expresó la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde―, «es muy difícil intervenir sin el uso de la ciencia y de la ética».

Hay que sentir la batalla en el alma, dijo luego la periodista argentina radicada en la Mayor de las Antillas, Graciela Ramírez: «La Red es la expresión más genuina, el capital más grande con que podemos contar desde la izquierda», valoró.

Graciela, cuya vida ha estado junto a las causas más enaltecedoras, compartió la fuerza del optimismo: contamos, dijo desde la firmeza, con nuestros pueblos, con nuestros dirigentes, y con los libros.

Fue una jornada larga e inolvidable, en la que también se encontraban presentes el miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda; así como otros dirigentes de esa organización política, de instituciones y entidades del país.

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