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El país necesita de la Egrem

Alpidio Alonso, Ministro de Cultura, instó a flexibilizar mecanismos, a atraer a nuestras empresas a los mejores profesionales, incluidos los jóvenes que se gradúan cada año; promover el debate; estar conscientes del momento que vivimos y poner en alto los valores de nuestra música 

Autor:

Aracelys Bedevia

 

Con resultados palpables y el inminente reto de conservar y renovar sus recursos y espacios, sin dejar de preservar la memoria musical de Cuba y mantenerse cerca de las tendencias del siglo XXI, la más antigua casa discográfica de la Isla, Egrem, defiende a toda costa nuestra cultura, en especial la música cubana.

Así quedó constatado en el recién celebrado balance anual de la Egrem, donde Alpidio Alonso, ministro de Cultura, sostuvo un fructífero intercambio con artistas, directivos y trabajadores de la institución.

Alonso reconoció los aportes económicos de la entidad, como empresa estatal socialista, e hizo un llamado a defender la cultura desde la unidad sin renunciar a ningún espacio y fomentando vías que garanticen legalidad y protección a los creadores y al propio arte, la vinculación entre la empresa estatal y la iniciativa privada y la visión científica, la investigación y el estudio para tomar decisiones.

Instó el Ministro de Cultura a flexibilizar mecanismos, a atraer a nuestras empresas a los mejores profesionales, incluidos los jóvenes que se gradúan cada año; promover el debate; estar conscientes del momento que vivimos y poner en alto los valores de nuestra música que, si se trabaja bien, afirmó, está en condiciones de convertirse en la fuente de ingresos más importante para la cultura cubana.
El titular de la Cultura cubana exhortó también a destrabar todo cuanto frene el desarrollo y sustituir importaciones. Las cañas de los instrumentos de viento, apuntó el Ministro, pueden confeccionarse en nuestras fábricas de instrumentos.

Entre los temas sobre los que disertó Alonso sobresalió del mismo modo el relacionado con la urgencia de ubicar mejor en el exterior nuestros productos culturales; ordenar nuestro trabajo y revisar la calidad de los catálogos, la programación que se ofrece y los mensajes que se transmiten a través de audiovisuales y música en vivo.

«La función de ustedes y de nuestro socialismo no es solo buscar la prosperidad económica, sino también la prosperidad espiritual. Eso es lo que no entienden nuestros enemigos. Por eso es importante la labor de la Egrem a la hora de salvar, proteger la música cubana, y entregar un producto cultural que transmita ideología, sentimientos. Y ahí es donde los músicos juegan un papel importantísimo por su poder de convocatoria, por lo que dicen en sus canciones, por el mensaje que pueden transmitir cuando se suben a una tarima y la gente los escucha».

Manifestó el Ministro su preocupación ante la presentación de espectáculos artísticos sin la calidad requerida, como está sucediendo en algunos lugares. «Hay que abrirle paso a la música pero sin hacer concesiones», apuntó, y una vez más insistió en trabajar unidos, aportar ideas que mejoren el trabajo y ser más activos, porque no se pueden dilapidar los recursos para promover lo banal, lo que no aporta.

«Hoy el Ministerio de Cultura está llamado a darle un vuelco importante a nuestro trabajo y a perfeccionar la política cultural del país, estamos trabajando en nuevas normas que después culminarán en leyes que ordenarán mejor el trabajo cultural. Estamos perfeccionando la labor cultural, destrabando todo lo que haya que destrabar, y lo estamos haciendo contando con la participación de muchas personas, en unión con la Uneac y otros factores. Solo así nuestra cultura y el país seguirá hacia adelante y saldremos victoriosos una vez más frente al ataque de nuestros enemigos».

Que nuestra obra tenga utilidad social

Luego de haber cerrado 2019 con 19 premios Cubadisco y el Grammy a la Excelencia Artística entregado a Omara Portuondo, la Novia del Feeling, la Egrem está lista para celebrar este año el aniversario 40 de los estudios Siboney de Santiago de Cuba, mantener la apuesta por la música tradicional y abrirse a otros géneros y artistas.

Sin embargo, como bien expresó en su balance anual Arnaldo Rodríguez, músico y promotor cultural, no solo en premios se cuenta el éxito. «En un año tan difícil desde el punto de vista socioeconómico, que la Egrem haya hecho un esfuerzo no solamente por sostener la discografía y los centros culturales, sino también por sostener la obra creativa de nosotros, los compositores, los artistas del catálogo, creo que, sin ser exagerado, es una proeza. Tomando en cuenta la situación económica que hemos atravesado todos, hemos tenido que buscar opciones, alternativas (…)
«Que el artista tenga su obra editorial con la empresa, que la agencia de representación artística sea quien mueva sus presentaciones en vivo y, por supuesto, que la casa discográfica sea la que promocione su música es una fórmula que no solamente a mí, sino a muchísimos creadores nos ha permitido ubicarnos en el contexto nacional y también internacionalmente».

A la utilidad social del arte se refirió, además, el conocido artista. «Tenemos que hacer también una reflexión como artistas, como creadores: en estos tiempos tan complejos cómo nuestra obra puede ser de utilidad social, o sea, nuestra música, nuestras canciones. No estamos convocando a nadie a ponerse una casaca política, ni a tomar definiciones políticas, pero sí a que nuestra obra y nuestras acciones tengan una utilidad social, cómo contribuye a formar valores, cómo puede contribuir en esta batalla cultural, de símbolos, porque esta guerra ya no es externa. Por ejemplo, el otro día fui a una entrevista en la televisión y llevaba un pulóver con la bandera cubana y el presentador me dice: "oye Arnaldo, tú siempre con la Revolución". La bandera cubana es la bandera cubana. Sin negar el compromiso político que uno tiene no puede haber confusión en lo que son los símbolos patrios».

Otra de las intervenciones medulares fue realizada por Pedro Pablo Cruz, desde su experiencia en el trabajo de la empresa. «Hay que verse más, hay que tallerear, conspirar sabrosamente por la cultura cubana, así, en términos de conspiración, de guerrilla, de tratar de hacer cosas que puedan mover nuestra música, nuestra cultura a fin de cuentas.
«Necesitamos urgentemente generar investigaciones, necesitamos esa encuesta, ese estudio de consumo cultural que hacía el Juan Marinello, porque los tiempos han cambiado, porque ahora ya está la internet a full en los teléfonos de los cubanos, cada día más, y eso significa una modificación del patrón de consumo cultural».
No basta con estudios de mercado, manifestó Pedro Pablo. Hay que enfatizar en estudios de consumo cultural. «¿Qué hace nuestra gente con lo que nosotros le estamos proponiendo? ¿Cuáles son los formatos? Y también, pensemos a nivel internacional ¿cuáles son los destinos de nuestra música? ¿Cuáles son los géneros que predominan, aquí en fronteras y más allá?
«Cuando tengamos todo eso hay que hacer un balance entonces entre la política cultural de la Revolución, las jerarquías artísticas que no se pueden perder nunca, la memoria y los nuevos talentos que emergen. Con todo eso sobre la mesa podremos tomar mejores decisiones para que esa inversión llegue a repercutir mucho más en la vida cultural de este pueblo y en la difusión internacional de nuestra música», consideró Pedro Pablo Cruz.

Roberto Montesinos, vicejefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, al hacer uso de la palabra en este encuentro, que tuvo lugar en el Palacio de la Revolución, insistió en la importancia de que la Egrem perfeccione su papel como empresa estatal socialista.

«Nuestro Presidente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, nos ha llamado no solo a pensar como país, sino a hacer como país, y ahí es donde está el llamado que le hacemos a la Egrem para que sea más eficiente de lo que ya es, porque el país lo necesita».

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