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Filmes que vendrán después de la pandemia

Una de las peores rémoras de la pandemia viene asociada a la incerteza respecto a nuestros proyectos personales, casi todo está en pausa

Autor:

Joel del Río

Una de las peores rémoras de la pandemia viene asociada a la incerteza respecto a la continuidad de nuestros proyectos personales y colectivos. Todo, o casi todo, está en pausa, e ignoramos el momento exacto en que pulsaremos el botón de Play. Así le ocurre a los dos mayores proyectos de ficción del Icaic en 2020, dirigidos por Patricia Ramos y Fernando Pérez, que se pospusieron para ese momento incierto que se denomina «más adelante». Tampoco pudo estrenarse en el Festival de Cannes, que debió ocurrir en mayo, un grupo de importantes títulos que deberían situarse entre lo mejor del cine de este año. Mencionaremos algunos de ellos, con la esperanza de verlos cuanto antes.

Sin mucha algarabía pero con la solidez que caracteriza los proyectos bien pensados, El techo, de Patricia Ramos, se ganó no solo el afecto del espectador cubano, y mayormente el elogio de la crítica nacional, sino que también concursó en decenas de festivales del mundo entero, donde se ponderó la capacidad de la realizadora y guionista para precisar, en gráciles personajes y situaciones, las metáforas del techo y del espejo respecto a lo que somos y queremos ser, con un lenguaje natural y comunicativo. De este modo el filme recuperaba, como escribí yo mismo alguna vez, «cierta sabiduría narrativa y de la puesta en escena inherentes al mejor cine narrativo, capaz de sugerir valores simbólicos y conceptuales, sutilmente solapados en una anécdota simpática, espontánea y realista».

Patricia llegaba a El techo luego de realizar un documental (¡Ampárame! La religiosidad en la música cubana) y varios cortometrajes de ficción (Na-Na, El patio de mi casa, I Love Lotus), y así, en 2019, concluyó la escritura del guion de Una noche con los Rolling Stones, que tiene que ver con la voluntad de la realizadora por retratar la dinámica familiar cubana abocada al complejo problema de la emigración. Se cuenta la historia de Rita, una mujer de 40 años cuyo hijo quiere irse a vivir con su padre a otro país, su madre dice que se va a morir, y ella se siente sola, sumida en la desazón causada por la ausencia de afectos, pues es difícil encontrar alivio, alegrías o compañía amorosa.

Según le confesó Patricia a www.cubacine.cu, el sitio oficial del Icaic, se trata de un relato sobre infortunios sentimentales en el que coexisten el humor y el realismo. La trama se desarrolla en los días previos al concierto de los Rolling Stones, que fue para mucha gente algo así como una explosión de júbilo, un sueño materializado y, en ese sentido, es que en la historia se maneja la expectativa ante tal acontecimiento, además de que está marcada por la convivencia de anhelos y de rencuentros. Porque a la luz de la obra anterior de Ramos, me atrevo a vaticinar que en Una noche con los Rolling Stones se conservará ese fino equilibrio entre un realismo sutil, que rehúsa el designio trágico o melodramático, aunque evidencia un amor por los personajes que se niega a sumirlos en el hipercriticismo o la desesperanza.

También se pospuso, por causa mayor, la preproducción del nuevo filme dirigido por Fernando Pérez, quien regresa a los temas contemporáneos, y al entorno habanero, en la línea de La vida es silbar o Suite Habana, luego de codirigir, con Laura Cazador, el filme histórico-biográfico Insumisas. En febrero comenzó la prefilmación de Riquimbili o El mundo según Nelsito y el ilustre cineasta adelantó hasta donde pudo la selección del elenco, la búsqueda de locaciones y la conformación del equipo creativo.

En una reciente entrevista, el autor de Clandestinos confesó que Riquimbili o El mundo según Nelsito (título de rodaje que tal vez se vea modificado con el tiempo) juega con las estructuras narrativas y el humor negro, un camino por el cual apenas ha transitado —salvo en algunos momentos de Madagascar y Madrigal—, en tanto el riesgo a probar nuevas modalidades narrativas siempre ha sido una de las principales motivaciones de Fernando para emprender un nuevo proyecto.

Si bien el Premio Nacional de Cine considera que Insumisas es una película poco arriesgada, Riquimbili o El mundo según Nelsito pone de manifiesto su idea de lo que debe ser el cine: búsqueda, riesgo, flecha que vuela, porque si no es así «todo sería técnica, camino trillado, y eso no lleva a la evolución».

Con el posible financiamiento de Ibermedia, en colaboración con el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, Riquimbili… tiene un guion coescrito por el director y Abel Rodríguez, alguien con quien Fernando trabajó también en Últimos días en La Habana, que en algún momento de su producción se tituló Chupa pirulí. A juzgar por los antecedentes del realizador y del coguionista, el nuevo proyecto tendrá a la capital como un personaje más de la película, pues según ha dicho Pérez, «el verdadero rostro de una ciudad son los diversos rostros de sus habitantes que con sus conflictos, sueños y contradicciones revelan e iluminan su alma».

Respecto a los filmes terminados para estrenar en el cancelado Festival de Cannes, hay que destacar The French Dispatch, producido, escrito y dirigido por Wes Anderson, que cuenta con un reparto coral, y estelar, en el cual sobresalen Timothée Chalamet, LéaSeydoux, Frances McDormand, Tilda Swinton, Benicio del Toro y Bill Murray, entre otros. Anderson relata historias cruzadas en torno a la corresponsalía de una publicación norteamericana imaginaria, radicada en una ciudad francesa también imaginaria.

Más cerca de acontecimientos reales se ubica Été 85 dirigida por el llamado «Almodóvar francés», François Ozon, y que se ambienta en el año mencionado en el título, para hablar sobre las experiencias de tres jóvenes, con alrededor de 16 años, en un balneario de Normandía.

El cineasta, guionista, fotógrafo y escultor británico Steve McQueen consiguió ser incluido doblemente en la nómina competitiva del afamado certamen, gracias a Lovers Rock y Mangrove, que pertenecen a una serie producida por BBC Films y denominada, en general, Small Axe. Lovers Rock y Mangrove se inspiran en hechos reales ocurridos entre los años 60 y 80, en los barrios londinenses habitados por inmigrantes caribeños. Las palabras Small Axe (pequeña hacha) pertenecen a un proverbio africano que acompañó las demandas antirracistas: «Ustedes son un árbol grande, pero nosotros somos un hacha pequeña». La frase fue usada también en una canción de Bob Marley de 1973 titulada así mismo. McQueen dedicó ambos largometrajes a George Floyd, víctima de la violencia policial racista.

Por partida doble también se esperaba la representación del cine coreano en la nómina: Paraíso: a la tierra de la felicidad, de ImSang-Soo, y Península, de Sang-Ho, las cuales garantizaban fuerte presencia asiática, pues concursaban las japonesas Verdaderas madres, de Naomi Kawase, y La cosa real, de Kôji Fukada.

Dentro de la competencia oficial el idioma castellano se iba a escuchar solamente en la producción española El olvido que seremos, de Fernando Trueba. Hace unos días el prestigioso cineasta colombiano Ciro Guerra se quejaba de la poca atención que le presta Cannes a la cinematografía latinoamericana. Le sobraba razón.

Paraíso: a la tierra de la felicidad, de ImSang-Soo.

Patricia Ramos.

Fernando Pérez.

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