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El misterio de los Baskerville se resuelve en La Habana

En el teatro se crea no solo en términos artísticos. En ese espacio también se tejen lazos emocionales con quienes acuden a este a encontrar el ingrediente que puede enriquecerles la cotidianidad

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

 ¡Qué se sepa! Viernes, sábados y domingos, a las cinco de la tarde, en el capitalino Teatro Trianón, el famoso detective Sherlock Holmes y su amigo John Watson investigan el caso del sabueso de los Baskerville…

Es una obra conocida, sí, del escritor británico Arthur Conan Doyle, y si usted la leyó ya conoce cómo termina la historia, pero créame, no tiene ni la menor idea de lo que sucede en el teatro. ¿Acaso imagina que verá una obra convencional de un texto clásico con un nutrido elenco actoral y alguna que otra pincelada humorística como la que suponen los diálogos pintorescos entre Holmes y Watson? Permítame decirle que comete un grave error. Vaya y compruébelo por su cuenta.

Lleva suspenso, intriga, misterio, esencias del policiaco, pero es una comedia de principio a fin, aun cuando la maldición de la familia Baskerville debe ser aclarada de la manera más seria posible, y por ello estuvo incluida en la programación del Festival Aquelarre 2025.

La adaptación de Steven Canny y John Nicholson la tomó el joven Ledier Alonso, graduado de Teatrología en la Universidad de las Artes y con experiencia en Teatro Las Estaciones, El Portazo y Nave Oficio de Isla. Tal vez ya sepa de quién hablo porque antes de El sabueso… arrancó carcajadas con la puesta en escena de Asesinato en la Mansión Haversham, escrita por Henry Lewis, Jonathan Sayer y Henry Shields.

Evidentemente su estilo es auténticamente original, y adora los retos escénicos, de ahí que solo tres actores asumen la propuesta que, insisto, no puede perderse. ¿Solo tres?, se preguntará, a sabiendas de que el texto original presenta más de diez personajes. Así es.

Luego de disfrutarla el día del estreno, planeé el diálogo con él y con los actores que vi en escena, aunque es necesario aclarar que trabajó con varios elencos, todos jóvenes, integrados por Geyla Neira, Jennifer Lugo y María Karla Fornaris, como Watson; Ernesto Pazos, Yanm Calderín y Jorge Michel Turruella como Sir Henry, como Holmes, Ariel Zamora y Sergio Gutiérrez, además de la señora Beryl Stapleton, Jack Stapleton, el señor y la señora Barrymore, entre otros personajes.

Infinitos aplausos merece el trabajo que durante meses han realizado. Una combinación perfecta desde el guion, la creativa dirección, las excelsas actuaciones, el gusto exquisito e intencionado en la selección musical, un compendio espectacular de efectos sonoros, rápidos y eficientes cambios de vestuario y de escenografía y, por supuesto, la positiva reacción del público, evidencian que la fórmula del éxito siempre puede ser novedosa y que jóvenes como Ledier Alonso se dedican intensamente a ello.

Diálogo «a lo cortico»

Ledier Alonso: Me interesa mucho la comedia y tengo mucho por hacer aún en ese género. Siento añoranza por las aventuras de capa y espada, de misterio y terror, y tal vez por eso El sabueso… viene a matarme un poco esa nostalgia. Por eso elegí la banda sonora que el público escuchará y por eso aproveché este camino trazado por Conan Doyle, porque me resulta triste que pocos niños conozcan los nombres de los tres mosqueteros, sin embargo, conocen otros superhéroes del milenio.

«Ciertamente trabajé mucho en este montaje, hago el sonido en vivo con más de 60 pistas de audio, velo por cada detalle y estoy feliz, pero lo más importante es que busqué buenos actores, laboriosos y con un alto nivel de profesionalidad, y los dejé jugar en la escena. La obra es de ellos. Carlos Díaz nos dice que nunca en la obra las manos están vacías y eso es un símbolo perfecto».

Ernesto Pazos: Al principio pensé que la obra sería fácil y me gustó el reto de asumir varios personajes. Claro, cuando montas una escena hoy y otra mañana, puedes creerlo. Pero más de dos horas en la escena, a un ritmo intenso y sin perder la energía, ya es otra cosa. Fue lo que más trabajo me costó, incluso más que dominar el carácter del personaje. Como actor, confieso, es una obra que requirió mucho esfuerzo de todos, desde la actuación, desde el dominio coreográfico y desde la sincronía entre todos los elementos.

Yanm Calderín: Agradezco que Ledier pensara en la necesidad de tener varios elencos e incluirme en uno de ellos. Ha sido una sorpresa para mí, y he aprendido que como imperfectos que somos, hay que resolver cualquier circunstancia errática que surja, en el momento, en la escena y con creatividad. Esta obra ha sido una linda oportunidad profesional porque nunca había trabajado a un ritmo así, nunca había hecho comedia y realmente ni siquiera sabía que podía tener algo de comicidad. Todo fue nuevo para mí.

—¿Por qué John Watson lo asumen mujeres?

Ledier Alonso: Siempre me ha parecido que las novelas de Arthur Conan Doyle son un poco misóginas. Y lo otro es que no quería que esta relación que tienen Watson y Holmes, en un punto homoerótica, fuera blanco de chistes, porque no me parece gracioso. Entonces quise que fueran actrices las que lo interpretaran. Recordemos que sin Watson la historia no avanza, ¿quién mejor para interpretar a una persona así que una mujer?

Geyla Neira: Tuve miedo al principio y hablo en nombre de Jennifer Lugo y María Karla Fornaris también, porque estamos muy conectadas. Yo no sabía cómo encarnar a un hombre, pero Ledier nos dijo que justamente quería que el público se percatara de que éramos mujeres, que no fingiéramos, que fuéramos libres.

«Mi experiencia ha sido maravillosa y sé que lo seguirá siendo. Eso de estar muy activa todo el tiempo en la escena porque jamás salgo de ella, pendiente de cualquier desliz de los demás para aprovecharlo y corregirlo, me mantiene viva, más que nunca, porque en mis experiencias anteriores comparto espacio, otro actor puede apoyarme, pero aquí siento el peso encima. Mientras los demás cambian de vestuario y de escenografía, yo estoy ahí. La gente en el teatro no puede aburrirse ni un segundo, y dependen en gran medida de mí».

Ariel Zamora: Carlos Díaz siempre dice que los personajes no son ni mujeres ni hombres, no tienen género porque son energías. Entonces yo he tratado de trabajar mis personajes desde la energía y con ella fluyo, sin importar maquillajes o atuendos. Nunca antes había interpretado tantos personajes y tan diferentes en una misma obra. Ya había hecho comedia anteriormente, pero en esta obra es un nivel superior, lo puedo asegurar.

Ledier Alonso: Aprendí en Nave Oficio de Isla que no se desecha nada, que todo el mundo aporta, y así crece el sentido de pertenencia. El espectáculo no es mío, es nuestro porque todos lo construimos, lo defendemos y lo cuidamos juntos.

«La complejidad de la comedia es que el termómetro principal es el público y en El sabueso… trabajamos también la metateatralidad que es el teatro dentro del teatro, y a la gente le encanta cuando el actor hace ese rompimiento y cuenta con ella. El público es no solo parte del universo de la ficción del misterio sino de la obra en general, de cómo se construye y lo agradecen mucho los espectadores, a quienes vemos felices al terminar, y eso nos alegra, porque estamos haciendo un espectáculo que nos encantaría ver».

Ledier Alonso no pasará desapercibido en el ámbito teatral cubano. Foto: Ana María Domínguez Cruz

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