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Tembló la tierra en Santiago de Cuba

Los santiagueros festejan el triunfo. La final fue un gran espectáculo, que se vivió intensamente en los estadios y en los hogares, esto último gracias al esfuerzo de la Televisión. Foto: Juan Moreno. El equipo de Santiago de Cuba venció anoche a Industriales y es de nuevo el monarca del béisbol cubano. La final del pasatiempo nacional resultó un gran espectáculo, disfrutado tanto por fanáticos a este deporte, como por quienes durante una semana se deleitaron con un enfrentamiento que casi paralizó al país Pacheco, un feliz mortal

Autor:

Raúl Arce

SANTIAGO DE CUBA.— Santiago de Cuba derrotó a Industriales, ocho carreras por dos, y conquistó el cetro de la Serie Nacional 2006-2007, recuperando la corona que los capitalinos le habían escamoteado un año antes.

A las 12 de la noche, Carlos Tabares cedió el último out del juego ante Félix Rivera, segundo relevista en la lomita. El estadio Guillermón Moncada se llenó entonces de tantísimo ruido, come candelas y fuegos artificiales, que hasta los leones del zoológico de La Habana habrían renunciado por un instante a su aburrido sueño.

Fue la victoria número 68 de las avispas en la temporada, pues lograron marca de 57-32 en la fase clasificatoria; en los play off aventajaron 3-1 a Camagüey, 4-3 a Villa Clara, y finalmente 4-2 a los azules.

EL DESENLACE

Los azules anotaron rápidamente, cuando llenaron las bases con boletos a Enrique y Urgellés, más un doble intercalado de Tabares, ante el abridor zurdo Albert Carrión; entonces –Alberto Bicet entró a la lomita— Mayeta dio un elevado de sacrificio, y Rudy un hit que colocó el 2-0.

Las avispas descontaron en el segundo, al cabo de dos boletos de Deinys Suárez, seguidos de dos parpadeos de los guantes visitantes: una pelota que no encontró dueño entre Raiko y Mayeta, e hizo avanzar a un corredor, así como otra —presunto tercer out— que le saltó de la mano a Viera, en tercera, y fue anotada como sencillo impulsor. Un episodio después, José Julio despachó otro cohete al Turquino: 2-2.

Dos rayitas más, en el quinto, colocaron delante a Santiago, pues Deinys saltó tras caminar a dos hombres y enterrar un envío; los dos entraron pese al esfuerzo de Yadel Martí, el último de ellos fletado por doble de Reutilio.

A partir de entonces, Odrisamer Despaigne, Sandy Ojito y Frank Javier Menéndez desfilaban pesarosos por la lomita de los visitantes. Aunque los flamantes monarcas pegaron menos hits que sus víctimas, lograron ordenarlos en los momentos precisos, en contra de una defensa rival a ratos torpe en sus decisiones.

Mientras, Bicet hacía su trabajo, apuntalado por las tres dobles matanzas de sus compañeros.

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