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¿Quién nos pone el oxígeno?

La XIII cita cumbre del deporte rey ha despedido a varios campeones olímpicos y mundiales, al tiempo que ha glorificado a otros atletas que nunca pensaron coronarse

Autor:

Abdul Nasser Thabet

La maratónica carrera que supone cada Mundial de atletismo está por concluir su XIII edición. Daegu parece habernos reservado un coctel de sinsabores, pues ni el más pesimista de los entendidos hubiera pronosticado tantos descalabros y mucho menos bajo la firma de nuestros principales favoritos para asir las preseas y levitar bien arriba en el medallero.

Esta cita cumbre del deporte rey ha presenciado el tortuoso adiós de varios campeones olímpicos y mundiales. En cambio, ha glorificado a no pocos atletas que nunca pensaron coronarse ante la presencia de «extraterrestres» invencibles, hasta ayer.

Lo sufrió el supersónico jamaicano Usain Bolt, en el hectómetro, y lo gozó su compatriota Yohan Blake. Igual lloró nuestro Dayron Robles, pero rió el desconocido norteamericano Jason Richardson, desandando vallas 110 metros completos. Y así, la lista sería inmensamente larga. No creo necesario exponer la cantidad de astros empantanados en el lodo de la mala suerte, azares de la vida, lesiones inoportunas o su propio bajo rendimiento.

Nada, ya lo reza el refranero popular: «las casualidades no están escritas», «la suerte es loca y a cualquiera le toca».

Hasta ahora anclamos en el escaño 16 del medallero, merced a un metal plateado y dos bronceados. En la tabla por puntos ocupamos el décimo lugar, con 32 unidades. Todo eso excluyendo las últimas finales, pues al momento de redactar estas líneas restaban seis combates por el podio, celebrados esta mañana.

Nos queda ahora pedirle algunos guiños al destino y confiar en la estirpe de los cubanos que quedan en pie en esta demoledora batalla entre hermanos, porque a fin de cuentas, eso es el deporte.

Repasando el calendario competitivo, según mi visión, nos quedan varios gallos finos en la arena asiática, y aunque ninguno destaca como principal número en el show de magia que debemos mostrar para escalar posiciones, quizá salte algún conejo de la chistera.

Viendo la potencia del brazo del jabalinista Guillermo Martínez, no pueden acusarme de esquizofrénico si defiendo sus posibilidades reales para ensartar un metal valioso. Así que guarden las camisas de fuerza, que todavía no me tocan.

En efecto, el musculoso lanzador, si bien no descuella como la estrella más brillante en su especialidad, puede alegrarnos con otra presea mundialista. Ya en el pasado certamen del orbe hizo gritar a Cuba entera con una plata tan inesperada como bienvenida.

Un oro a estas alturas de la tormenta nos daría toneladas de oxígeno. Pero, ¿quién se tira al agua?

En el triple salto para hombres pudiera estar el «Aqua-Lung» salvador. Aunque a decir verdad, casi nadie se arriesga a apostarle todo a nuestros saltamontes: Alexis Copello, Arnie David Girat y Yoandri Betanzos.

Más bien se reservan a soltar algunas monedas y esperar una buena ubicación, un tercero, quizá segundo escaño, pero del primer puesto nadie habla. Tal vez sea una especie de práctica supersticiosa para no echarles mal de ojo a los criollos. ¿Qué piensan ustedes?

Lo más lógico es que tanto expertos como fanáticos se guíen por las estadísticas y los lauros. Ahí la cuestión se torna más fea, pues un par de hombres parecen llevarnos la delantera.

Ya todos conocen el palmarés del británico Phillips Idowu, vigente monarca, y máximo favorito. Por suerte, aunque también por desgracia, el extraclase francés Teddy Tamgho (líder del ranking de 2011 con un brinco de 17,91 metros), no participa en la lid asiática debido a una lesión.

También queda un veterano de miedo: el sueco Christian Olsson —campeón olímpico en Atenas 2004 y monarca del orbe en París 2003— y un fantasma que pudiera importunarnos: el ucraniano Sheryf El-Sheryf (segundo del actual escalafón, con 17,72).

A juzgar por el rendimiento en los últimos años y en la actual temporada, el de mayores posibilidades por nuestra armada parece ser Copello. El santiaguero ya conoce el podio a este nivel, pues hace 24 meses negoció una medalla de bronce en Berlín. Este 2011 ostenta el tercer mejor brinco (17,68), Girat es undécimo (17,29) y Betanzos duodécimo (17,23). Cualquier cosa puede pasar.

Otra de sobrada estirpe es la martillista Yipsi Moreno. ¿Dudan de su buena actuación? Yo voto incluso por una presea.

Los demás cubanos no parecen tener opciones de subir al podio, pero tal vez alguno pueda puntear. Ese es el caso del balista Carlos Veliz y del relevo 4x400 para damas, aunque nuestro equipo de corredoras anda un poco mermado.

¿Llegarán el oro y los puntos que nos faltan para respirar?

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