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Por un pelito

Muchos aplauden la rivalidad vista en esta primera mitad del calendario clasificatorio, pero es muy superior la cifra de quienes se niegan a asumir que esto signifique un ascenso en el nivel del juego y, por tanto, del de nuestros peloteros

Autor:

Raiko Martín

Si para gustos los colores, para la presente Serie Nacional existen criterios de todos los matices posibles. Algunos alojados en los extremos más irreconciliables y otros, a pesar de sus particulares tonalidades, compartiendo la misma zona de strike.

En muchas tertulias beisboleras del país se debate un día sí y otro también sobre la calidad actual de nuestro béisbol. Muchos aplauden la rivalidad vista en esta primera mitad del calendario clasificatorio, pero es muy superior la cifra de quienes se niegan a asumir que esto signifique un ascenso en el nivel del juego y, por tanto, del de nuestros peloteros.

Si algo revela la actual tabla de posiciones es la paridad entre los equipos concursantes. Y aunque hay dos o tres candidatos, ninguno de ellos acaba de erigirse como «macho alfa» del pelotón.

A esa sensación de enconada lucha contribuye un poco la cantidad de juegos definidos por una carrera que se han visto últimamente. Por ejemplo, en la más reciente jornada fueron cinco decididos por la mínima. Pero, miradas las estadísticas, uno se percata de que no hay mucho contraste con respecto al pasado año.

Según los archivos del meticuloso Benigno Daquinta, después de las primeras nueve subseries hemos visto 61 partidos concluidos con diferencia de una carrera, por 63 en el mismo período de la pasada temporada.

Existe la teoría popular —al menos la he escuchado en graderíos y peñas— de que estos juegos los gana o los pierde el director del equipo. Yo, que no soy muy dado a las generalizaciones, reconozco que muchas veces una buena estrategia, un manejo efectivo de los lanzadores, una jugada arriesgada o inesperada, incluso una selección correcta en el momento indicado de, por ejemplo, un emergente, puede ser la clave del éxito. Pero de ahí, a recargar la absoluta responsabilidad sobre las espaldas de los mánager, me parece demasiada distancia. Ustedes dirán si me equivoco.

No obstante, la duda me hizo pedirle a nuestro estadístico de cabecera una comparación entre los estrategas enrolados en la presente temporada. La tabla que acompaña estas líneas contiene los resultados de la pasada etapa clasificatoria y lo que va de esta, de aquellos que ahora repiten responsabilidades. Si es verdad que ellos son los únicos culpables, ustedes sacarán sus propias sentencias.

 

Equipos

Gan.

Per.

Prom.

Total

Director

Isla de la Juventud

19

7

731

26

Armando Jonson

Mayabeque

13

7

650

20

Rigoberto Madera

Cienfuegos

11

8

579

19

Iday Abreu

Sancti Spiritus

10

9

526

19

Yovania Aragon

Villa Clara

9

8

529

17

Ramon Moret

Ciego de Avila

12

12

500

24

Roger Machado

Camaguey

10

11

476

21

Luis Guevara

Industriales

9

10

474

19

Lazaro Vargas

Holguin

10

12

455

22

Hirochi Bartutis

Matanzas

9

13

409

22

Victor Mesa

Granma

7

13

350

20

Indalecio Alejandrez

 

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