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Lazaro Cedeño conectó su primer jonrón del torneo. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:17 pm
La frase casi es centenaria. Cuentan que surgió en la década del 20 del siglo pasado, cuando un presidente de Estados Unidos fue a presenciar un juego de las Grandes Ligas en el que participaba el equipo de los Senadores de Washington.
En el séptimo inning, con el marcador adverso por una abrumadora diferencia, el mandatario decidió retirarse del estadio. El público, por cortesía, se paró a aplaudir al dignatario sin saber lo que vendría después. El jefe de la Casa Blanca no se había alejado mucho de la instalación cuando los Senadores fabricaron un gran rally con el cual voltearon el marcador y se apuntaron la victoria.
Desde entonces, cuando llegaba esa entrada, los aficionados del béisbol de la Gran Carpa comenzaron a pararse y batir palmas para invocar la buena suerte. Al séptimo capítulo lo bautizaron desde ese momento como el lucky seven.
Muchos lo llaman el ahora o nunca, como si hubiera una mística especial para la ofensiva, sobre todo de los equipos que van perdiendo, y a veces hasta tienen cierto influjo en el comportamiento psicológico de los peloteros.
También se le llama inning de la suerte, pues es la entrada en la cual los lanzadores comienzan a sentir el agotamiento del partido y casi siempre hay movimiento de carreras o del bull pen.
Pero, ¿cuál es el inning de la suerte en nuestras Series Nacionales? Como puede verse en la tabla que acompaña a este trabajo, elaborada tomando como base las últimas tres ediciones, después que el campeonato se reduce a ocho equipos sigue siendo el séptimo el inning de más carreras; sin embargo, durante la etapa clasificatoria, cuando están los 16 conjuntos, es la primera entrada la de mayor carreraje. Entonces, habría que preguntarse: ¿será lucky seven o lucky one?
