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Arribas sumará su decimoquinta presencia en este torneo planetario por equipos. Autor: Mónica Ramírez Publicado: 22/09/2018 | 11:58 pm
Muy amigo de la desaparecida leyenda del ajedrez Bobby Fischer, el filipino Eugenio Torre también es una leyenda del juego ciencia, aunque su nombre no haya trascendido de la forma que lo hizo el del estadounidense. Próximamente Torre cumplirá 67 años y en su legado aparece que fue el primer Gran Maestro asiático, pero, por encima de todo, lo más asombroso que ha logrado este hombre es tener el récord de más participaciones en olimpiadas mundiales de su deporte, con 23, pues la última fue hace dos años en Bakú, como tercer tablero.
He comenzado este material ofreciendo algunas pinceladas sobre la vida del trebejista filipino, porque su grandeza se asemeja a la que estará viviendo este lunes la santiaguera Maritza Arribas (2243), cuando arranque en la urbe georgiana de Batumi la Olimpiada Mundial de Ajedrez y ella sume su decimoquinta asistencia, para convertirse en la ajedrecista antillana —entre hombres y mujeres— con más participaciones en la historia de ese evento, una más que el villaclareño Jesús Nogueiras.
La indómita de 47 años se estrenó con 17 almanaques
en la justa de Salónica 1988 y a partir de Moscú 1994 ha intervenido en las 12 olimpiadas siguientes, de acuerdo con el sitio web Olimpbase. Ha ocupado en seis ocasiones el tablero principal, mientras que su estela de resultados se traduce en 56 triunfos, 46 armisticios y 38 reveses.
En la fiesta ajedrecística de Batumi completan la escuadra femenina de casa la pinareña Lisandra Ordaz (2415), la holguinera Lisandra Llaudy (2294), la tunera asentada en La Habana Yaniet Marrero (2281) y la vueltabajera Yerisbel Miranda (2239), única debutante.
Uno de los mayores atractivos será ver en acción a Ordaz, quien se involucrará en su quinta experiencia a este nivel y ocupará la primera mesa, tal y como hizo en sus tres últimas asistencias. Ausente en Bakú 2016, la única jugadora antillana que ha burlado la barrera de los 2400 puntos de coeficiente Elo y que ostenta el título de MI sin distinción de sexo, archiva 13 éxitos, 23 tablas y solo cinco derrotas desde su inicio en Dresde 2008.
Yaniet tiene como credencial ser la segunda más curtida en estas justas del actual quinteto, como avalan sus seis participaciones previas, pues comenzó en Calviá 2004 y solo faltó a Estambul 2012, y en ese período registra 25 victorias, 12 igualadas y 16 tropiezos. Por su parte, Llaudy se estrenó en Estambul 2012 y ahora competirá en su tercera olimpiada, a la cual arriba con foja de diez triunfos, cinco empates y tres derrotas.
Cuba presentó por primera vez un elenco femenino en Salónica 1984 y desde ese entonces ha intervenido en 16 ediciones, siendo el excelente cuarto lugar de Khanty-Mansiysk 2010 la mejor ubicación. Mientras que las tres medallas obtenidas corresponden a las santiagueras Zirka Frómeta (Dubái 1986, bronce como tercera figura); Oleiny Linares (Dresde 2008, plata en la cuarta mesa), y Marrero, oro hace ocho años en el tercer tablero.
