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Dicen que nada es casual. O muy poco lo es. Que los organizadores del Campeonato Mundial de softbol masculino hayan dejado para el último día de la ronda preliminar el juego de los anfitriones contra Cuba pudo haber sido una decisión al azar, o milimétricamente pensada. Si fue lo primero, la suerte les dio la mano; si lo otro, igual. Aunque nunca pensaron que los checos iban a caer ante Botsuana.
Con siete cupos asignados para los cuartos de final, solo le queda un incentivo a la jornada de este jueves: el octavo pasajero, que saldrá del choque entre República Checa y Cuba, aunque podría haber un triple o hasta un cuádruple empate, si ganan los anfitriones, y México y Botsuana también triunfan. Sea cual sea el abrazo, según el sistema de desempate del torneo, decide el choque entre los nuestros y los checos. Solo ellos tienen opciones, pues en todas las combinaciones salen con mejor saldo de victorias y derrotas.
Los cubanos sufrieron el tercer descalabro este miércoles, en un duelo que llegó empatado a cero hasta el sexto inning frente al potente elenco de Japón, único invicto en esa llave. El zurdo Gusbel Plutín le partió la katana a diez rivales con sus pitcheos, pero no pudo impedir que el pitcher rival Hikaru Madsuda le sacudiera un bambinazo con un hombre en base.
Y ahí se decidió el juego, pues sus compañeros no pudieron marcar ni una vez y se tomaron, también, una decena de ponches ante una escuadra que busca su primer título en estas lides, tras una plata (2000) y un bronce (1996). Mientras, los checos fueron doblegados por Botsuana con pizarra de 4-2, en un desenlace fuera de pronóstico.
La suerte de los cubanos dependerá de la labor monticular de Alaín Román, su principal carta, y de que la ofensiva despierte tras par de derrotas con solo dos carreras producidas.
Japón (6-0), Argentina (5-1) y Nueva Zelanda (4-2), confirmaron su boleto a los cuartos de final por el grupo A, mientras, Canadá (6-0), Australia (5-1), Estados Unidos (4-2) y Venezuela (4-2) también certificaron su presencia en dicha jornada por la otra llave.
