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Tres años atrás, el equipo femenino cubano de polo acuático derrotaba al local Brasil, con pizarra de 12-9, en la Copa UANA de las Américas, y así conseguía su boleto para el Campeonato Mundial de la disciplina, en Gwangju, Corea del Sur. Ese propio año, en 2019, las antillanas asumieron en la ciudad sudcoreana su cuarta asistencia a una lid universal (antes estuvieron en Montreal 2005, Melbourne 2007 y Shangai 2011) y se despidieron de la fase de grupos con reveses ante Kazajistán, Grecia y España.
Este fin de semana las alumnas del entrenador Jorge del Valle lucharon por clasificar a su quinta justa del orbe, en la Copa Intercontinental de la Liga Mundial de Waterpolo FINA, que aconteció en el centro acuático de la Villa Deportiva Nacional (Videna), en Lima, Perú, con el concurso de siete países en el torneo para damas.
Luego de perder ante Estados Unidos (2-21), Australia (4-26) y Canadá (4-21) y conseguir un importante éxito el viernes contra Colombia (15-9), las insulares al día siguiente se bañaron en la piscina de la Videna con el propósito de derrotar a las brasileñas y de esa manera obtener su segunda sonrisa, que les garantizaría el cupo al Campeonato Mundial de Budapest, Hungría, entre el 18 de junio y el 3 de julio de este año. Sin embargo, las sudamericanas se vengaron del resultado de 2019, con cerrado marcador de 9-10.
Así las cosas, este domingo antillanas y argentinas se midieron en un choque en el que las triunfadoras lograrían el pasaje para el torneo en la capital húngara, pues ambas selecciones llegaron con idéntico balance de 1-4 a la jornada de cierre. A juzgar por el pasado, las cábalas favorecían a las nuestras, vencedoras de las albicelestes en par de ocasiones: Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 (6-5) y en la siguiente cita continental, de Toronto 2015 (10-3).
Las argentinas dijeron que a la tercera va la vencida y en el agua lo cumplieron bien, tras superar a sus adversarias con pizarra de 11-12 (3-2, 3-4, 3-4, 2-2), en un desafío decidido por un penal cuando faltaba poco más de un minuto para el final.
Sin embargo, el partido no quedó exento de polémica, toda vez que la santiaguera Dalia Grau marcó un gol justo al sonar el pitazo conclusivo, que les daba el empate a sus compañeras. Pero los jueces, tras revisar el video, decidieron anular la perforación, algo con lo que discrepo, luego de repetir una y otra vez la jugada y comprobar que la pelota estaba dentro de la portería en el momento de sonar la bocina.
«Tenemos el ánimo por el piso, pero, a pesar de la derrota, el equipo está más unido que nunca. Aunque no clasificamos, que nos duele muchísimo, continuaremos luchando en los torneos del próximo año, Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos y clasificatorios», declaró a Juventud Rebelde, vía digital, la boya Lisbeth Santana.
Las cubanas anotaron 45 dianas y recibieron 99, en tanto los goles fueron a la cuenta de las santiagueras Grau y Daniuska Carrasco y la camagüeyana Santana, con ocho cada una; las granmenses Madonnis Chávez y Aliannis Ramírez y la agramontina Mairelis Zunzuneguis, con seis per cápita; la pinareña Jennifer Plasencia (dos) y la santiaguera Enmily Salcedo (uno).
