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Ese es el cubano

Jorge Castellanos Milán (calle D No.509, apto.22, entre 21 y 23, Vedado, La Habana) cuenta que hace algunos meses acudió a las páginas de Facebook ante la necesidad urgente de conseguir sangre del Grupo O Negativo para el niño de 14 años Yonathan Valdés Ramírez, que estaba hospitalizado en el Pediátrico de Centro Habana.

 «Pese a la información del personal de Salud y del Banco de Sangre Provincial, refiere, en el sentido de lo difícil que se hacía conseguir este tipo de sangre, más de 70 personas, y fíjese como le digo, ¡más de 70 personas!, cuyos listados aún conservo, se comunicaron conmigo para darme a conocer su disposición de donar la sangre para este pequeño.

 «Personas de diferentes edades, personas que nunca la habían donado, por temor a cualquier tipo de secuela o afectación a su salud que pudiera ocasionarles. Y estaban dispuestas a hacerlo por primera vez. Personas de otras provincias que me planteaban el mecanismo para remitir el comprobante de donación para La Habana. Incluso personas de otras provincias de tránsito por la capital que no querían marcharse de esta sin haber donado sangre para él».

Y añade Jorge que hace apenas dos días publicó otro anuncio en Facebook ante la necesidad de conseguir llave de tres pasos para canalizar una vena a ese mismo pequeño, al no tenerlas en existencia en el hospital y él requerirlas con carácter urgente. Puso el anuncio a la una de la madrugada, y, sorpresivamente, a las seis de la mañana lo llamó por teléfono Liliana Cabrera Silva, residente en el Vedado, para comunicarle que tenía dos llaves de ese tipo.

Posteriormente recibió 12 llamadas más de personas con la disposición para donarlas, incluyendo dos del interior del país: una de Las Tunas y otra de Matanzas.

 «Creo justo agradecer, afirma, y principalmente resaltar por encima de todo los valores humanos de nuestro pueblo que, pese a las grandes carencias que tenemos en temas relacionados con la salud, no está pensando en reservar para cuando le haga falta algún medicamento; sino que, con gran desprendimiento y altruismo de inmediato las pone al servicio de los más necesitados.

«Eso creo que solo se ve en la Cuba oprimida y acosada por el país más poderoso del mundo sin importarles el daño y los perjuicios que causan a nuestra población. Ellos lo que no saben es que los cubanos ya hemos pasado suficientes pruebas y nada ni nadie podrá cambiar ni nuestro sistema, con todas las insuficiencias que pueda tener, ni los valores humanos y sentimientos de solidaridad de nuestro pueblo, que en este sentido es grande, muy grande.

«A todas esas personas —que no sé si existirá la posibilidad de que lean este mensaje—, yo sé que se identificarán con este y sabrán que van dirigidas a ellas. Les hacemos llegar todo nuestro más sincero agradecimiento: la vida de un niño no tiene precio alguno», concluye.

Pero al propio Jorge, un leal lector y colaborador de esta columna, habrá que agradecerle siempre que esté pendiente de cualquier necesidad o problema ajenos de personas desconocidas, para desplegar una convocatoria de solidaridad en las redes, que toca el corazón de muchos cubanos, y siempre aparece el recurso urgido. Algo similar a la red de solidaridad que emprende Sergio Cabrera en el proyecto Palomas que lidera la realizadora Lizette Vila. Ese es el cubano.

Agua potable que se bota

Marlens Catalá, vecina de la calle A No. 303, entre 3ra. y 5ta, Miramar, municipio capitalino de Playa,  revela que allí, frente al club Johnny´s Dream, hay una entidad perteneciente al Mintur, y cree que es de Cubanacán.

El asunto es que varios vecinos han alertado en varias ocasiones a sus trabajadores por la cantidad de agua potable que se bota a diario, aproximadamente desde las cinco de la tarde hasta las 12 de la noche, cuando deja de abastecerse el servicio de agua. 

«Es realmente doloroso, dice, sabiendo que en esta ciudad y en otras provincias la situación con el agua es crítica y hay muchas personas sin agua corriente. Y la respuesta de los trabajadores es que les han planteado la situación a sus superiores y que no hay respuesta. Que no saben dónde está la llave de paso.

«Son las 9:50 p.m. del sábado 4 de febrero, momento en que le escribo. Y se están botando litros y litros sin que a nadie de esa entidad le duela. Tengo videos que pueden dar fe de la situación», concluye.

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