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No han respondido, nada han hecho

El pasado 20 de marzo, desde el edificio D, apto. 2, calle Heredia, entre Bembeta y Lugareño, en el reparto América Latina, de la ciudad de Camagüey, el doctor Olimpio Rodríguez Santos denunció en su carta dos situaciones muy delicadas que afectan a los vecinos de ese inmueble.

La primera versaba sobre aguas albañales que se extendían muy cerca de la entrada de la cisterna del edificio, y atravesaba todo el patio del apartamento 1, y llegaba hasta los límites de la calle Bembeta.

Cuando llueve, señalaba, esta inmundicia se extiende peligrando la cisterna y su contenido. Estas aguas sucias provienen del propio edificio y de otros que están más distantes, cuyos desagües atraviesan los patios de los apartamentos 1 y 2 del edificio D.

Refería el doctor que él mismo bajó unos centímetros el registro que limita ambos apartamentos, e instaló tubos para el desagüe superficial del agua hasta un registro que está cerca de la acera de la calle Bembeta. Funcionó un tiempo, pero ya estaba igual o peor.

«Llevamos muchos años con este problema, especificaba, sin tener apoyo especializado, por lo que se hizo el expediente 2024-1045, código 121489, buscando acompañamiento del Gobierno municipal».

Agregaba que, como un elemento que agrava el problema, en esos dos apartamentos viven tres personas mayores de 70 años, y otra con discapacidad mental, lo que complicaba aún más la situación, que cada día se hacía más crítica.

Y la segunda situación que informaba era el hecho de que, inconsultamente, se instaló en el techo del edificio un tanque de agua privado, que sobrepasa en tamaño a los que siempre han existido desde que se construyó el inmueble.

«Este tanque, manifestaba, para su llenado triplica el tiempo de uso de la turbina, lo que acarrea afectaciones y gastos innecesarios de agua que solo utiliza un apartamento. Esta irregularidad ha creado una sobrecarga a la turbina, duplicando o triplicando el tiempo de llenado y afectando al resto de los consumidores del edificio.

«Esta situación también debe ser revisada por autoridades de la Vivienda antes que sea demasiado tarde. Los gastos en corriente para subir el agua son asumidos por todos los vecinos, aunque ese tanque es de uso privado», concluía.

Y como el estilo de esta columna es la constancia y el seguimiento de las historias, hoy publico la segunda carta del doctor Olimpio, recién llegada a nuestra Redacción, en la cual revela que aquella misma queja suya que publicamos el 20 de marzo, la hizo llegar a Atención a la Población del Consejo de Ministros.

Y parecía con ello, dice, que Atención a la Población del Gobierno Provincial de Camagüey resolvería los problemas, pues se personaron de allí en los apartamentos 1 y 2 del edificio (dos de los más afectados) e hicieron promesas para solucionar los problemas.

Pero, según manifiesta, Atención a la Población del Gobierno Provincial de Camagüey no ha respondido.

Entre las afectaciones a las instalaciones privadas, se encuentran la pésima distribución del agua, sobre todo a los apartamentos del primer piso. «Hemos tenido que hacer instalaciones nuevas de tuberías, a un costo que sobrepasa los 15 000 pesos», concluye.

Claro, la respuesta al respecto tampoco ha llegado a esta columna porque, evidentemente, no se ha hecho nada por poner orden y respeto en ese edificio. La seguiremos esperando. Nuestra divisa es persistir y revelar, aunque haya quienes crean que estamos arando en el mar.

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