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Llaman a perfeccionar planes de reducción de desastres en la Isla de la Juventud

Autor:

Marianela Martín González

La necesidad de prepararse aún más para enfrentar los huracanes y otras contigencias imprevistas en ese territorio se analizó durante la Reunión Ampliada del Consejo de Defensa Nacional

Esta historia no tiene la dulzura de la canción de Fito Páez y Joaquín Sabina, aunque su letra y espíritu pudieran servir de bálsamo en tiempos tan tempestuosos. Los habitantes de la Isla de la Juventud parecen tararear el título de la canción con ansias premonitorias: Si volvieran los dragones...

La naturaleza se ha encargado de aconsejarla. Los pineros recuerdan el sábado 30 de agosto de 2008 como una agónica jornada, que dejó a la ínsula paralizada y gris, pero de la cual emanaron experiencias no solo para devolverle el esplendor, sino para que cuando regresen los ciclones hagan menos estragos, gracias a la previsión y reducción de las vulnerabilidades.

Gustav azotó el municipio especial con categoría 4 en la escala Saffir-Simpson; con rachas de vientos máximos de 250 km/h y sostenidas de 230. Por si fuera poco, días después el territorio recibió los embates del huracán Ike, que promedió lluvias de 200,5 milímetros.

La imagen de una patana salida de su cauce, en plena calle, sobrevive en la memoria como lección de la virulencia de las fuerzas ciegas de la naturaleza.

Los lugareños no pueden borrar las vigas de hierro torcidas, tanques para almacenar agua desaparecidos, árboles y paredes, torres y luces derribadas; un extraño armagedón sin anuncios.

El más intenso

Ana Isa Delgado Jardines, presidenta del Consejo de Defensa Municipal en la Isla de la Juventud, consideró en días recientes, durante la Reunión Ampliada del Consejo de Defensa Nacional, que Gustav ha sido el ciclón tropical más intenso que haya afectado al municipio, provocándole cuantiosos daños a las actividades económico-productivas y de los servicios.

La dirigente agradeció la presencia en el territorio de cuadros del nivel central de diferentes organismos, así como el apoyo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias durante la respuesta y la fase de recuperación, que todavía es una asignatura difícil de vencer en la segunda isla más importante de nuestro archipiélago.

En esta reunión, en la cual se valoraron las experiencias derivadas de la respuesta y la recuperación de los huracanes Gustav, Ike y Paloma, que afectaron a casi todo el territorio nacional el pasado año, se precisó que estamos obligados a perfeccionar las capacidades nacionales, para pronosticar la trayectoria y posible desarrollo de estos eventos meteorológicos, los cuales apuntan ser más frecuentes e intensos.

Según el general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil, es preciso proponer el establecimiento de las fases con más tiempo, fortalecer las capacidades territoriales de vigilancia para pronosticar el posible impacto de sus efectos destructivos con mayor oportunidad.

Según orientó, urge planificar medidas ágiles, a partir de una modelación de eventos de estos tipos, que cada vez más describen trayectorias difíciles de pronosticar y alcanzan la categoría de gran intensidad entre 12 y 24 horas.

Pardo Guerra consideró que las medidas que se adoptan con el interés de reducir vulnerabilidades y crear condiciones para el enfrentamiento, generalmente se pretenden resolver durante la etapa de respuesta a los eventos. Indicó que esa labor hay que realizarla en situaciones normales, en la etapa preventiva y de preparativos, como se establece legalmente.

«La reducción de vulnerabilidades no solo depende de la disponibilidad de recursos materiales y financieros, existen otras acciones que garantizan que no se originen nuevos problemas, como es la compatibilización de lo establecido en interés del ordenamiento territorial. Hay que considerar las medidas preventivas como una inversión y no como un gasto», señaló.

El Presidente del Consejo de Defensa Nacional, General de Ejército Raúl Castro Ruz, al referirse a la compatibilización de las inversiones y al ordenamiento territorial, calificó de inadmisible que se continúen incumpliendo disposiciones reguladas para ese fin, por lo que el enfrentamiento decidido y permanente a estos problemas tiene que constituir una dirección de trabajo de la mayor prioridad.

«Hay que buscar todas las formas, siempre que sea posible, de protección a la población y sus pertenencias, mediante el empleo de las casas refugio, las habitaciones de emergencia, las obras del Teatro de Operaciones Militares que se destinen para este fin, y hasta los vara en tierra, fundamentalmente para las personas residentes en zonas rurales», indicó.

Abrevadero de los huracanes

La Isla de la Juventud es junto con la provincia de Pinar del Río ruta predilecta de los huracanes en nuestro país. Más de una decena de estos fenómenos han embestido la Isla de la Juventud, desde que la meteorología tropical, en la segunda mitad del siglo XIX comenzó a desarrollarse, y gracias a eso se atesoró una mayor documentación científica sobre los ciclones.

Pese a que en el municipio especial «han tropezado con la misma piedra» en diversas ocasiones, el paso de Gustav demostró que los planes aprobados no se ajustaban a la magnitud de un evento de categoría 4 y 5, y el poco tiempo entre una fase y otra no permitió cumplir con calidad las medidas aprobadas.

Según reconoció la máxima dirigente partidista en el territorio pinero, Ana Isa Delgado Jardines, los centros de evacuación no contaban con todas las condiciones constructivas necesarias para garantizar la seguridad de los evacuados, ni en los planes de evacuación se contemplaban las familias residentes en las márgenes del río Las Casas. Pese a eso no hubo que lamentar pérdidas de vidas humanas.

La impresionante imagen de la patana y otros episodios casi inconcebibles se deben a que no se garantizó la suficiente seguridad y protección de las embarcaciones, ni estaban creadas las condiciones en las zonas de defensa para poner a buen recaudo los medios de transporte.

«La vida demostró que los planes no respondieron a una situación tan difícil», sostuvo en la Reunión Ampliada del Consejo de Defensa Nacional la presidenta del Consejo de Defensa Municipal en la Isla de la Juventud, quien recordó que cuando Gustav los fustigaba avisó a los pinareños sobre lo que les esperaba. Fenómeno que luego el Comandante en Jefe, Fidel Castro, comparó con la bomba atómica de Hiroshima.

«Con toda franqueza me atrevo a decir que las fotos y vistas fílmicas (...) me recordaban la desolación que vi cuando visité Hiroshima, que fue víctima del ataque con la primera bomba atómica en agosto de 1945», dijo Fidel en sus Reflexiones, por aquellos días.

Ocho meses después

Según informaron las autoridades pineras, hasta el 30 de abril habían restablecido los servicios vitales para la población, entre estos la producción de alimentos, salud, educación, energía eléctrica y la telefonía.

Recientemente el Consejo de Defensa Municipal ha realizado todo el proceso para retornar a la normalidad, transfiriendo al Consejo de la Administración Municipal, las empresas y organismos la responsabilidad del control de los trabajos de recuperación.

Las afectaciones han sido cuantiosas, por lo que independientemente del esfuerzo realizado y las acciones que se acometen, restablecer todo lo perdido requerirá de mayor organización y tiempo.

Para esto se ha establecido un sistema de recorridos, visitas y seguimiento a los problemas identificados, muchos de ellos surgidos a partir de criterios y estados de opinión de la población, fundamentalmente relacionados con la vivienda.

Las autoridades locales aseguran que se buscan soluciones que den una respuesta rápida a la cantidad de afectaciones, como es la adaptación de escuelas en viviendas, con las cuales se beneficiarán más de 388 familias.

Gustav y Ike dañaron 18 805 inmuebles a su paso por el territorio, y hasta el 30 de abril se habían restañado 6 620; el 35,2 por ciento del total de los perjudicados.

En la solución de los derrumbes totales se ha avanzado con lentitud. Solo se ha remediado un 0,6 por ciento, por lo que restan 1 882 casas por reconstruir.

Los pineros han resuelto el 17,5 por ciento de los derrumbes parciales. Todavía quedan pendientes 862.

Según informaron, de los techos totalmente derribados, se ha repuesto el 69,1 por ciento. Faltan 1 066 casos por resolver. Mientras que la recuperación de las cubiertas parcialmente dañadas se comporta en un 47,9 por ciento.

Se han reparado 2 672 casas de tipología I (de cubierta sólida). Todavía faltan por reparar 6 890. Se concluyeron 1 452 facilidades temporales.

Como parte de las labores recuperativas, en la Isla de la Juventud han impermeabilizado 28 edificios multifamiliares lo que representa el 66,6 por ciento del plan del año.

El empleo de alternativas para la producción de materiales de la construcción en la industria local ha permitido aportar discretamente en la fase recuperativa bloques, ladrillos y artículos de carpintería.

De las 46 petrocasas previstas para este territorio en estos momentos, ocho están en estructuras y cuatro en cimentación, lo que refleja que el proceso constructivo marcha lento y se precisa resolver los problemas subjetivos que lastran el logro de los ritmos requeridos. De acuerdo con lo informado por las autoridades, para incrementar la seguridad y protección de las embarcaciones y medios de transporte terrestre, con vista a la próxima temporada ciclónica, se ha decidido la evacuación de las embarcaciones marítimas con una fase adelantada y en horario de la mañana.

Además se balizó el canal de acceso al refugio para los barcos de pasajes y remolcadores, y se crean nuevas condiciones para el amarre de estos.

Está previsto que las patanas autopropulsadas se trasladarán mar afuera, de manera que resistan la magnitud de los vientos, y no exista peligro de vararse o impactarse dentro de la ciudad.

«No puede tener el mismo contenido el plan a nivel de un organismo, que el correspondiente a una entidad, donde debe aparecer, en detalle, qué se debe hacer, las fuerzas y los medios que se destinan, los plazos y los aseguramientos que se necesitan», precisó Raúl durante la Reunión Ampliada del Consejo de Defensa Nacional.

El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros calificó en esta oportunidad a la fase recuperativa como el momento político más difícil. «Sin embargo aún no se planifican adecuadamente las medidas que garanticen una rehabilitación eficiente y ágil de los principales servicios y actividades afectadas».

Recordó que el líder de la Revolución, hace 43 años, advirtió, durante el VI aniversario de los CDR, que tenemos que aprender a hacer cálculos contando con uno, con dos y con tres ciclones, y acostumbrarnos a tener en cuenta no solo factores previsibles, sino también factores imprevistos.

Devolverle la belleza a la Isla, que se torna inmensa en valentía cuando los huracanes quieren deshacerla, es una tarea tan ardua como perfeccionar los planes de reducción de desastres.

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