Pollo de tres patas en Pinar del Río. Autor: www.guerrillero.cu Publicado: 12/11/2018 | 01:10 pm
Desde el nacimiento de Paca y Pancha, dos jicoteas siamesas, el consejo popular Antonio Briones Montoto, del municipio de Pinar del Río, vive un ajetreo inusual, por la curiosidad y el asombro de sus pobladores, los cuales fueron mayores tras la aparición de un pollo con tres patas.
Ambas reptiles eclosionaron hace un mes y su hallazgo se produjo en la micropresa Zanjanal, de esa comunidad, después de que Osvaldo López Romero y Osmany, su hijo menor, las vieron a orillas de ese embalse cuando buscaban carnaza para pescar.
Empezamos a escarbar con la mano al darnos cuenta de que había nido de jicotea; ellas estaban sin formar completamente y en la parte de abajo del caparazón tenían algo amarillo como si fuera la yema del huevo. En ese momento me di cuenta de que había dos cabecitas, explica Osvaldo.
Cuando llegamos a la casa las lavamos, les quitamos la tierra de encima y ahí empezó todo; casi Briones completo ha pasado ya por aquí, porque no creían los rumores.
Rememora que en los comienzos Paca era la más fuerte pues comía más; pero hoy aprenden a convivir juntas y ambas se alimentan, sobre todo de pedacitos de pescado y lombrices.
A cuantos llegan al hogar de López Romero los impresiona la lucha por la vida de las jicoteas siamesas, que tienen dos cabezas, cuatro patas delanteras, dos traseras e igual cantidad de colas y están unidas por el caparazón, cual uno.
Destaca que en conversaciones con muchos pescadores de experiencia, aseguran no haber visto algo parecido.
En ese pueblo, a poca distancia de las reptiles, vive Pito, un pollo con 15 días de nacido y tres patas; la poco común, en su parte trasera, como un anexo y sin funciones.
La llegada de Pito “revolucionó” a la familia Curbelo, que no imaginó que de los cinco huevos de su gallina, saliera un animal así.
Al principio pensamos que no se iba a lograr, pero lo fuimos cuidando y todavía está con nosotros, refiere Yudeisys Curbelo.
Mi niño es su dueño, a quien le dicen Pito y por eso el pollo fue bautizado igual, dijo con una sonrisa pícara.
Duerme con la gallina y el resto de los pollitos, pero no lo dejamos que salga mucho del corral por miedo a un golpe de otro animal- acotó-; y la comida se la damos en nuestras manos para que no lo picoteen.
Esa patica no es impedimento para nada, corre y es muy travieso; aunque a veces intenta sostenerse y no puede, remarcó.
Paca, Pancha y Pito, si bien constituyen anomalías del mundo animal no son los únicos nacidos en Cuba con esas características; y la prensa ha sido testigo de ello.
Los une el amor de sus dueños y la perseverancia por adaptarse a sus condiciones, pese a que los pronósticos de expertos en materia de supervivencia, no sean muy halagüeños.
Tomado de Guerrillero