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Revolución significa esperanza (+ Fotos)

Temprano en la mañana de este jueves el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, inició la visita gubernamental, que hoy concluye, a La Habana

Autores:

Alina Perera Robbio
René Tamayo León

 

Entre cubanos muchos anhelos y nostalgias se desatan si las conversaciones versan sobre los helados Coppelia o sobre los espacios que en el Vedado capitalino, en 23 y L, quedaron tercamente en la memoria colectiva como los universos de la degustación, del paseo y del magnífico sabor.

Hacer buen helado es una aspiración a la cual no renuncian los hijos de esta Isla aun cuando múltiples carencias nos hayan golpeado en años; aun cuando incluso sepamos que mucho ha llovido desde los días fundacionales de una fábrica de helados nacida en los primeros años de Revolución (20 de diciembre de 1965), a la cual un ser de detalles como Celia Sánchez no dejaba de tomar el pulso cumpliendo indicaciones de Fidel.

Como lo bueno merece seguir perdurando, y como en algún momento la Fábrica de Helados Coppelia llegó a producir maravillas con una gama de 45 sabores, este jueves, en la mañana, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, visitó esa Unidad Empresarial de Base (UEB), primer punto en su agenda de recorrido gubernamental por La Habana.

Fotos: Estudios Revolución

Numerosas preguntas y reflexiones hizo el Jefe de Estado en la UEB donde se elaboran helados Coppelia y Varadero. «Esta fábrica tiene que volver a ser como la fundó Fidel», expresó el mandatario en un intercambio, donde también estaban Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana; Reinaldo García Zapata, Presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular en la capital; Iris Quiñones Rojas y Alejandro Gil Fernández; titulares de la Industria Alimentaria, y de Economía y Planificación, respectivamente.

Fotos: Estudios Revolución

Díaz-Canel conversó sobre la composición del helado Coppelia, ese que se hacía cuando Celia daba seguimiento a una fábrica concebida para satisfacer uno de los gustos más acentuados del cubano. ¿Si volviésemos a hacer ese tipo de helado estaríamos muy alejados de los mejores que hay en el mundo?, preguntó, a lo que Chelenin Darias Jorge, director general del Complejo Lácteo de La Habana, respondió con un no rotundo, en franco tono de que sí podemos hacer, como en otros tiempos, muy buenas cosas.

Entonces salieron otras reflexiones: el mandatario conversó sobre la posibilidad de nuevos formatos para los productos; indagó por los lugares a los cuales, tradicionalmente, surtía la fábrica; compartió la aspiración de que cada provincia cuente con un lugar donde pueda disfrutarse el helado Coppelia; e hizo énfasis en la necesidad de garantizar una distribución más estable a espacios emblemáticos como el Coppelia ubicado en 23 y L.

Muchas ideas hay concebidas para mejorar la UEB que en 2018 sobrecumplió su plan de producción de galones de helado en un 109 por ciento. Para buscar la calidad, la fábrica tiene concebidas por etapa el montaje de equipamientos que optimizarán la capacidad productiva y las cualidades del producto. Lo otro, como allí se dijo, es que no hay que renunciar a que un día pueda ofertarse helado en formatos pequeños, o en soportes que alguna vez caminaron las calles de la Isla, como carritos o vehículos de mayor porte (como aquellos que anunciaban su llegada con música).

Finalmente, entre propuestas y proyecciones sobre cuánto podría hacerse, Díaz-Canel recorrió los espacios de producción, y antes de partir recordó que una de las claves para no caer en intermitencias consiste en dar mantenimiento al corazón de una fábrica que a pesar de ser pequeña físicamente entraña gran valor para la vida de los cubanos.  

En crecimiento

Una de las fortalezas de la cual se enorgullecen los directivos y trabajadores de la Empresa Mixta Cubano Brasileña Brascuba. Cigarrillos, S.A., es la certeza de que ya no necesitan hacer importaciones para seguir produciendo y creciendo.

Fotos: Estudios Revolución

Hasta allí llegó Díaz-Canel, en la mañana de este jueves. En la empresa cuyo lanzamiento tuvo lugar en 1996, cuyo número de empleados asciende a más de 600, y cuyos puntos de ventas suman más de 7 000, los anfitriones hicieron énfasis en propósitos como la fabricación competitiva, la reducción de los costos, la calidad de las producciones, así como una estrategia de exportación sostenible.

Fotos: Estudios Revolución

En el encuentro —que contó además con la presencia de Ricardo Cabrisas Ruiz, vicepresidente del Consejo de Ministros; con Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura; así como con otros dirigentes de la capital, el Jefe de Estado elogió la manera en que la Empresa ha logrado encadenamientos que incluyen el escenario nacional, y la conexión con la inversión extranjera.

Se interesó por otros temas como el salario medio de los trabajadores, a quienes, antes de partir, fue a ver en sus puestos de trabajo.

En las calles de la ciudad

Fotos: Estudios Revolución

La calle Mango en el Consejo Popular Jesús del Monte, en el municipio de Diez de Octubre, se pobló de una multitud llena de pasiones. Justo allí, en intersección con Delicias, comenzó Díaz-Canel el periplo por una de las zonas más golpeadas por el tornado de enero último. Había fragor de construcción, paredes recién restauradas, techos nuevos, materiales acomodados en hogares que se han ido levantando de los daños sufridos.

Visitando a vecinos en sus casas, conversando con quienes pasan sus horas rehaciendo lo roto, avanzó el mandatario. El pueblo dio vivas a la Revolución, a Fidel, a Raúl, a Díaz-Canel. Una señora exclamó: «Míralo ahí», y una muchacha que se quedó atrás se puso a comentar que el Presidente camina muy rápido, tanto, que no es fácil seguirle el paso.

Fotos: Estudios Revolución

«Con la Revolución, siempre hay esperanza», dijo el Jefe de Estado a una mujer que emocionada y agradecida le contaba de toda la ayuda recibida. Rato después, cerrando la jornada de la mañana, Díaz-Canel volvió a interactuar con un pueblo intenso, que no se calla nada, que al verlo salir de un antiguo hogar de ancianos —conocido como 24 de febrero, que estuvo años cerrado y que ahora acogerá a 41 hogares amplios—, lo rodeó con fuerza imponente, pero también con el equilibrio de una muchedumbre que conoce el significado de las palabras amparo, dignidad, y confianza.

Fotos: Estudios Revolución

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