Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Profilaxis: antídoto para el Aedes Aegypti y la COVID-19

En Isla de la Juventud se trabaja para reducir los riesgos y condiciones que puedan elevar la focalidad de vectores, al tiempo que mantienen las medidas adoptadas por la COVID-19

Autor:

Roberto Díaz Martorell

NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— El ajetreo diario que genera el enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba debe dejar un espacio —también necesario—, para reducir el índice de infestación por Aedes Aegypti, mosquito que propaga el Dengue, entre otras enfermedades tan letales como el nuevo coronavirus.

Así lo subrayó el Máster en Ciencias Antonio Alberto Suárez Martínez, responsable del Programa nacional para la erradicación del Aedes Aegypty en este municipio, donde aún hay un bajo índice de infestación con 0,08 (de 0,05 permisible), pero con condiciones desfavorables por las recientes lluvias, que pueden aumentar la focalidad.

«Este es un período en el que históricamente se elevan los focos de este vector en todo el país y es el más peligroso. Hasta la fecha no se reporta trasmisión de esas enfermedades en esta isla, pero si a un paciente de COVID-19 asintomático lo pica un mosquito, se iniciaría un proceso de transmisión y eso constituye un riesgo para la salud de la población en dos sentidos: el SARS-COV-2, y el Dengue y ambos matan», dijo.

 El especialista explicó que hoy el mosquito que más se siente en la calle es el llamado de costa (Aedes taeniorhynchus), comúnmente conocido con el nombre de mosquito negro, negrito o mosquito playero, que abunda en las zonas costeras y hasta el momento no transmite enfermedades, solo molestia pública.

 En ese sentido, Suárez Martínez informó que con los recursos destinados en el territorio para el programa de erradicación del Aedes Aegypty se determinó realizar un tratamiento extradomiciliario solo en Consejos Populares de Nueva Gerona, ya que se está preparando una etapa intensiva y no se puede malgastar recursos: «Cuando se fumigan las calles, el mosquito se controla dos o tres horas y luego entra de nuevo. No se elimina», acotó.

 Asimismo, el licenciado recordó que aun cuando las condiciones sean favorables para el incremento de la focalidad en el país, también es favorable que la mayoría de las personas estén en sus viviendas a partir del aislamiento social por la COVID-19, lugar donde el Aedes Aegypti ha encontrado el mejor hábitat para reproducirse.

 «Le pedimos a la población mucha cooperación y elevar la percepción del riesgo. Estamos en un momento perfecto, porque al estar en casa pueden ser más sistemáticos en la aplicación del autofocal familiar.

 «Sugerimos cepillar todos los depósitos que contengan agua para eliminar los huevos residuales, limpiar los escombros y basura que pueda acumular agua en los patios, chapear el jardín y patios traseros, mantener tapados las cisternas, tanques bajos y elevados, así como los depósitos de menor capacidad como tanquetas, cubos, ollas… y no botar el abate que el operario deposita, ya que es una garantía para evitar la aparición de larvas», indicó.

 En el caso de las casas cerradas en las comunidades, el especialista declaró que con el tratamiento antivectorial se deben recuperar a las 72 horas de pasar el operario, de lo contrario se aplica el protocolo establecido con los factores de la comunidad: se abre la vivienda y una vez aplicado el tratamiento se cierra en presencia de testigos.

 Suárez Martínez aclaró que por indicaciones del grupo técnico se aplicará, de manera más severa, el decreto Ley 272, artículo 18, inciso R, que dice que toda aquella persona que dificulte, de una forma u otra, el cumplimiento de las medidas sanitarias para evitar la transmisión de enfermedades transmitidas por vectores, se le impondrán multas de 150 y 300 pesos moneda nacional.

 «Las multas se pondrán también por depósitos de agua destapados. Lo que intentamos evitar con estas medidas es que las personas se enfermen y fallezcan por estas enfermedades, porque, al igual que la COVID-19, el Dengue también mata», subrayó.

 Según estudios de tendencias y comportamiento de la trasmisión en el territorio, de elevarse la percepción del riesgo en la población y realizarse consciente y sistemáticamente el autofocal familiar, el territorio estaría en condiciones de eliminar el 90 por ciento de la focalidad: «Eso contribuye, no solo a proteger la salud propia o de la familia, sino también a la protección de toda la población», señaló el especialista.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.