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La FEEM, cincuentona y queriendo ser pepilla (+ Fotos e Infografías)

En entrevista exclusiva con Juventud Rebelde, Yozara Acosta Nápoles, presidenta de la FEEM, insiste en que la organización debe parecerse cada día más a sus estudiantes y motivarlos a aportar al desarrollo y preservación de nuestro sistema social en estos tiempos complejos que vivimos

Autor:

Santiago Jerez Mustelier

Lo primero que delata su personalidad es la alegría. Sus ojos se le achinan minúsculamente cuando sonríe, aunque acude a nuestro encuentro nasobuco mediante. El bulto de cabellos negros rizados la hace lucir rebelde, impetuosa, apegada a sus raíces. No levanta «una cuarta del piso», pero cuando se trata de defender a sus estudiantes, se crece.

No cabe en estereotipos, dice lo que piensa, disfruta oír y cantar música cubana, sobre todo los Van Van. Aún no tiene seguridad qué estudiará en el futuro, mas se decantará entre Medicina o Relaciones Internacionales. Le es difícil resistirse al helado, las flores y a los dulces. Sabe bailar con soltura y prefiere géneros autóctonos.

A la capitalina Yozara Acosta Nápoles —estudiante de 12mo. del preuniversitario Saúl Delgado— las rutinas le cambiaron desde que fue elegida al frente de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), hace casi un año. Antes tenía tiempo para sus estudios y la familia. Ahora anda corriendo de un lado para el otro y más en estos días en que la organización llega a la mediana edad.

La presidenta de la FEEM conversó con Juventud Rebelde a solo horas de partir al encuentro con sus contemporáneos de Villa Clara y Las Tunas, esta última provincia, sede de las actividades centrales por el cumpleaños 50 de la organización.

—¿Cómo llega la FEEM a este medio siglo?

—Ha sido mucha la historia que nos precede y arribamos con la misión de continuar defendiendo la Revolución desde nuestro deber principal: el estudio. Tenemos el desafío de que la organización sea más dinámica, más activa, menos esquemática y siga llevando la voz cantante en el contexto estudiantil: que se parezca más a los que la integran, que los represente de igual forma a todos.

«Tenemos una membresía numerosa y a la vez muy heterogénea, con más de 320 000 alumnos de diversas enseñanzas y sectores; por lo que debemos lograr que todo aquel que pertenezca a la FEEM vea en esta un reflejo y la entienda como un espacio para la participación y la escucha de sus inquietudes».

Diseño: Eliécer A. Torres Batista

—¿Desafíos del estudiantado de este tiempo?

—El crecimiento tecnológico implica que seamos más proactivos desde el ciberespacio, que aprovechemos las plataformas digitales para adquirir mayor nivel de conocimiento, pero que seamos portadores de la verdad de nuestro sistema social y de enseñanza.

«Los jóvenes son un eslabón al que los enemigos de nuestra obra ansían llegar con su mensaje tergiversado y divisivo, por ello hay que prepararse más y enfrentar con argumentos desde las redes sociales digitales cada campaña mediática de descrédito que se gesta contra Cuba».

—¿Cuáles son las principales inquietudes de tus contemporáneos y cómo la FEEM las atiende?

—Cuando vamos a un grupo existen preocupaciones por la calidad del proceso docente educativo, desde los contenidos que se imparten hasta la preparación de los docentes. También se aborda mucho la importancia de fomentar los espacios de recreación sana y diversa, libre de adicciones y consumos nocivos; aquí nos falta seguir trabajando porque es difícil responder a la amplia gama de preferencias.

«La asamblea de grupo y los debates posteriores en los consejos, desde los de centro hasta el nivel nacional, se dedican a atender y analizar las insatisfacciones o planteamientos de los estudiantes. Además, existen los consejos de dirección en las instituciones educacionales, donde participa el presidente de la FEEM del centro.

«Igualmente, a nivel nacional tenemos un sistema de chequeo y seguimiento a los planteamientos con los ministerios formadores. Que una organización de nuestro tipo se pueda sentar a debatir de tú a tú con la máxima dirección del país solo sucede en Cuba».

—Hace tres años se desarrolló la Asamblea Nacional de la FEEM. ¿Qué pasó después de esa cita?

—De ella emanaron 11 prioridades permanentes de trabajo para la organización, las cuales se materializan en el grupo, célula fundamental de la Federación. Entre ellas se encuentran la responsabilidad frente al estudio y el desarrollo socio-económico de la nación, la defensa de la Patria, el trabajo con la historia y motivar a más mujeres a sumarse al Servicio Militar Voluntario Femenino.

«También están el combate decidido al fraude y a las indisciplinas sociales, así como incrementar nuestro accionar y presencia en las redes sociales con contenidos cada vez más atractivos. Actualmente la organización ha articulado un grupo de movimientos que dan respuesta a estas prioridades y permiten involucrar a los miembros de la FEEM en el cumplimiento de cada una».

—Coméntame de las actividades por el aniversario 50 de la organización…

—Nuestro 50 lo comenzamos a vivir desde el pasado 13 de octubre, cuando lanzamos la convocatoria, y lo festejaremos hasta el 13 de agosto, cuando se cumplan 95 años del natalicio de Fidel, fundador de nuestra organización.

«La campaña comunicacional ha mostrado lo que hacemos y lo que estamos dispuestos a hacer por la Revolución. También persigue estimular la participación de nuestra membresía en todos los procesos y actividades de la Federación, así como en labores económicas y sociales. A la par hemos estado conmemorando fechas importantes para el estudiantado de la Enseñanza Media y nuestra historia.

«Aunque Las Tunas es la sede central, la principal celebración es en cada grupo, a tono con las medidas sanitarias impuestas por la COVID-19. Es allí donde se tienen que desplegar iniciativas y donde no deben faltar el júbilo y el compromiso. No todos los días una organización estudiantil traspasa el umbral de los 50».

—Existen quienes plantean que la FEEM no es autónoma. ¿Qué responderías al respecto?

—La FEEM se reconoce autónoma en sus estatutos y lo ejerce a partir de que el protagonismo en la toma de decisiones recae en los estudiantes. Aunque aceptamos la conducción de nuestra vanguardia juvenil: la Unión de Jóvenes Comunistas, ello en nada mella nuestra esencia ni nos absorbe, por el contrario.

«Asimismo, todos los dirigentes somos elegidos por nuestros compañeros de aula. Ser autónomos no quiere decir tampoco que tengamos que ser anárquicos o irreverentes, sino se trata de que las cuestiones internas de la organización la decidimos los estudiantes, a partir de las formas de participación en cada estructura. La FEEM es de los estudiantes y para nosotros la FEEM somos todos».

—¿Consideras que la organización cumple con el llamado que le hizo Fidel de estar «siempre cuesta arriba»?

—Cada exhortación realizada por Fidel la llevamos al pie de la letra. Nosotros somos protagonistas y lo hemos demostrado en estos tiempos de la COVID-19 al activar nuestro proyecto FEEM X Cuba. Nuestros estudiantes estuvieron en centros de aislamiento, en la producción de alimentos, en labores de construcción, en las pesquisas activas, en la lucha antivectorial, en los círculos infantiles y hasta saneando las playas.

«Hemos desarrollado en los últimos años una vocación humanista superior y estamos aportando al país, y esa es la FEEM que se necesita. Además, en toda Cuba, por cada cuadra hay uno o más miembros de la FEEM. El reto, quizá, radica en lograr que todos se vinculen a estas labores de impacto social, ahí nos enfocaremos en las etapas siguientes».

—¿Qué son la FEEM y Cuba para ti?

—La FEEM es una de las etapas más lindas de mi vida. A esta organización le debo muchas amistades y momentos que no se me borrarán de la memoria. También le debo sueños, desvelos, frustraciones, risas y hasta llantos. La FEEM me ha marcado mucho.

«Cuba es mi Patria, es solidaridad, justicia, altruismo; es el pueblo que busca sacar una sonrisa a pesar de estar bloqueados económicamente. Cuba es el estudiante de la FEEM que se esfuerza, que estudia y saca adelante sus exámenes, que obtiene su carrera y el día de mañana agradece a su país socialista por propiciarle estudios universitarios gratuitos y con calidad».

—¿A qué llamarías a los miembros de la FEEM y a las nuevas generaciones?

—A que trabajemos más por Cuba, a estudiar y prepararnos por un futuro mejor. A no dejarnos confundir por laboratorios mediáticos y mercenarios que buscan aplastar la obra inmensa de nuestra nación. A renovar los debates en las aulas, a tratar de darles solución a los problemas del ámbito escolar…, a estar en permanente estadio de reflexión y análisis. Y, por último, a cuidar la Revolución porque todo lo que hagamos por ella nunca será suficiente.

Diseño: Eliécer A. Torres Batista

En fotos: Una organización cincuentona  pero bien pepilla

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