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De vuelta a las terminales

Con una renovada imagen, la Terminal de Ómnibus Nacionales de La Habana y la estación de ferrocarriles La Coubre reiniciaron sus operaciones

Autor:

Raciel Guanche Ledesma

Nuevos aires en lo constructivo y en el ámbito de los servicios invitan hoy a una estancia acogedora puertas adentro de las terminales y estaciones de trasportación nacional de pasajeros, luego del reinicio de sus operaciones en todo el país el pasado 1ro. de noviembre.

Esa realidad es palpable en la muy cambiada Terminal de Ómnibus Nacionales de La Habana. Y es que al entrar allí vemos una imagen renovada con todas las condiciones visuales y de comodidad creadas, tras múltiples acciones de mantenimiento y rediseño realizadas durante la pausa impuesta por la COVID-19.

Un mejor aprovechamiento del espacio para ofrecer confort a los pasajeros y la renovación capital de baños, cafeterías y tiendas sobresalen como las acciones de mayor impacto, que se han ganado en estas primeras jornadas los elogios de no pocas personas.

La terminal habanera muestra además una nueva cara desde el área gastronómica y en la oferta de productos diversos con asequibles precios para todos, al tiempo que propicia las medidas higiénicas necesarias para recibir a los pasajeros con boletos ya reservados.

Aunque el peso de la transportación recae en los trenes nacionales, los viajes por ómnibus son quizá a los que mayormente la población recurre a pesar de que se encuentran limitadas sus capacidades.

A nivel de empresa se están gestionando desde el 1ro. de noviembre 58 salidas, pero solo de la terminal de La Habana salen 31 de estas con destinos desde Pinar del Río hasta Baracoa, siempre con puntos de llegada en las capitales provinciales y en algunos municipios de importancia en el país, comentó la directora de la UEB Estación Central, Sandra Aidé Gallardo Cujado.

Entre los aspectos significativos que incorpora la Terminal de Ómnibus Nacionales se encuentran las facilidades para que cada persona transporte su equipaje por carretillas hasta los puntos de salida o los de pesaje, desde donde también, como novedad, podrán ahora confirmar los boletines.

Para pasajeros como Elías García el cambio en la instalación ha sido profundo. «Solo hay que fijarse un poco para darnos cuenta de todo lo que se hizo aquí en el tiempo de confinamiento. Y a eso hay que agregar las ofertas gastronómicas, de Artex y otros servicios, todas muy variadas», apunta.

Así también opina Yoandy Manso, quien solo tiene como inquietud que se debe ampliar la compra online de pasajes a través de la aplicación Viajando hasta la plataforma En Zona y no hacerlo únicamente por Transfermóvil. «Esto —comenta— debe pensarse para que todos tengan la oportunidad de comprar los pasajes desde el móvil».

Arrancada

La reanudación del transporte interprovincial por ómnibus nacionales, trenes y vía marítima es quizá la que mayor impacto deja hasta ahora en la población, toda vez que desde el pasado enero estas modalidades se vieron forzadas a cesar sus actividades por la COVID-19.

Es por ello que la noticia sobre el reinicio de la venta de pasajes y las operaciones en la transportación de pasajeros, ofrecida a finales de octubre, provocó la rápida movilización de personas hacia las agencias de viaje y por medio de la APK Viajando para reservar sus boletos en este mes.

A pesar de que los directivos del Ministerio de Trasporte han anunciado que la reapertura será gradual, escalonada y sin poder satisfacer aún toda la demanda, hemos podido constatar, sin embargo, que la afluencia de personas a las terminales para abordar distintos destinos en este inicio de noviembre, tanto por ómnibus como por trenes, ha sido elevada.

El cumplimiento de las medidas higiénicas en cada una de las terminales del país resulta vital para no retroceder en el control de la COVID-19. Foto: David Gómez Ávila

Trenes copados

En el caso de la estación de ferrocarriles La Coubre es visible el ajetreo constante y la organización en los procesos de chequeo y lista de espera para los destinos hacia Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín y Bayamo-Manzanillo, cada uno con frecuencia de cuatro días.

Allí también se respira confort, principalmente en el área de las cafeterías. Todos los pasajeros pueden disfrutar de un espacio acogedor y amplio para cumplir las medidas de distanciamiento, y donde además se ofertan productos gastronómicos de diferentes precios.

Para lograr este último propósito, afirma Alexis Brown Cobas, jefe del Grupo Estaciones de La Habana, han tenido que establecer contratos con empresas que garanticen el servicio a la población y con un grupo de trabajadores por cuenta propia que se encargan de la venta de alimentos y la limpieza del centro.

A Erisnelsa Escalona Rosales, pasajera que abordó el tren Bayamo-Manzanillo, le parecen acertados los cambios que ha tenido la terminal y considera su estancia en La Coubre de satisfactoria, algo que no le sucedió cuando reservó su boleto en la agencia de viajes ubicada en el municipio habanero de La Lisa.

La concurrencia de público a la estación parece no cesar en el día; sin embargo, existe un nivel organizativo que permite que todo marche según lo planificado en cuanto a las salidas programadas.

El director comercial de rutas nacionales, Jorge Oliva Yero, dijo que hasta el momento todos los trenes han salido en hora, con el 95 por ciento de capacidad, lo que demuestra que la demanda está por encima de lo que objetivamente se puede ofertar.

Al haber una limitación en el transporte automotor por carretera, debido esencialmente a la baja disponibilidad de medios, todas esas personas han buscado otras alternativas, como el trasporte ferroviario, algo que para el país resulta bueno, agregó.

No obstante, el alto flujo de personas en una estación como La Coubre, relativamente pequeña, genera algunas aglomeraciones. Pero la realidad dentro de la terminal capitalina también muestra cómo se cumplen los protocolos higiénico-sanitarios.

Uno de esos espacios donde se observan largas colas es dentro y fuera del salón habilitado para la lista de espera. Según Ismael Machado, jefe de Agencia en dicha terminal, por estos días han tenido bastante público que atender, al que desde las ocho de la mañana deben informar sobre la disponibilidad de boletos y la realidad existente con la flota.

Para Yairelis Durán Rojas, una joven que espera reservar pasaje para el tren Bayamo-Manzanillo, la explicación, una vez que llegó a la lista de espera, por parte del personal de servicio, fue buena, pero la larga cola, expresa, la impacienta. «Desde la madrugada del martes estoy esperando a que llegue el turno o que fallen, porque a través de la APK Viajando no existen ya capacidades», comenta.

Otras personas como Ingrid López Rojas han corrido distinta suerte. Ella lleva poco tiempo en la lista de espera y podrá obtener su boleto. Lo único incómodo, señala, es que de la lista de espera tenga que abordar otro salón y rectificar el pasaje sin poder salir de La Coubre.

Lo cierto es que a pocos días de haber reiniciado la transportación interprovincial, muchas son las personas que ya reservaron, planean o han viajado a distintos puntos del país por vía ferroviaria o por ómnibus nacionales. Sin embargo, el reto parece estar en seguir cuidándonos y en preservar lo bueno que se ha hecho en nuestras terminales para reanudar por estos días un servicio vital para la población.

 

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