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La joven pinera Hadia Husein se enorgullece de ser parte de la FEU que contribuye al mejoramiento de los barrios de Cuba. Autor: Ana Esther Zulueta Publicado: 14/02/2022 | 05:32 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud. — Para Hadia Husein Almira, estudiante de primer año de Medicina, participar en la comunidad junto a los pobladores es una experiencia enriquecedora, tanto en lo profesional como en lo personal, porque eleva exponencialmente su sensibilidad humana.
«Esta oportunidad es muy valiosa para mí. He visto muchas comunidades que me eran desconocidas, y desde mi punto de vista como estudiante puedo colaborar y compartir mis conocimientos, ayudar a transmitir salud y contribuir a la educación de las personas sobre enfermedades que predominan en cada comunidad, como la diabetes, la hipertensión y otras.
«Hemos podido constatar que algunos están haciendo mal las cosas en su vida, y con nuestras charlas logramos, al menos, que comprendan, conozcan e intenten transformar esos malos hábitos», dijo.
Para la joven es muy significativa esta práctica en las comunidades, porque aún sin contar con todos los conocimientos científicos y técnicos para compartir en detalles con los vecinos, se siente útil, comprometida y dispuesta: «Ahora estoy en mejores condiciones para ser una buena médico en el futuro», comentó.
Por su parte, Roy Ernesto Díaz Masabot, estudiante de tercer año y vicepresidente de la FEU en la facultad de Ciencias Médicas de Isla de la Juventud, remarcó que este acompañamiento comunitario es parte de la campaña Revolucionando el Barrio, dedicada al centenario de la organización estudiantil.
«Escogimos La Caoba, asentamiento rural que no es comúnmente visitada, que no ha sido centro en los últimos años del trabajo por parte de nuestro sector, y venimos a repartir salud y contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de sus pobladores».
El dirigente estudiantil subrayó además que participar junto al pueblo en su propio escenario doméstico, consolida el vínculo humano y profesional, a partir de las vivencias afectivas que genera esta colaboración, y esa realidad coloca al estudiante en posición más cercana a la cotidianidad de los barrios en toda Cuba.
En tanto, Carlos Ávila Núñez, delegado de la Caoba, una de las 35 comunidades clasificadas como vulnerables en este Municipio especial, agradeció el acompañamiento juvenil en un barrio donde habitan unas 168 familias, necesitadas de esa mano solidaria para educarse mediante charlas en temas clínicos y epidemiológicos, y aprender a solucionarlos desde la conducta social.
Asimismo explicó que en estos días reciben el apoyo del gobierno municipal para mejorar las condiciones de vida de la comunidad, esfuerzo transformador que protagonizan los pobladores, principales beneficiarios de esa labor.
