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La escuela nueva los ayudará a sanar

Los alumnos de la primaria Concepción Arenal, institución afectada por el accidente en el hotel Saratoga, continúan sus clases en varios centros escolares.Los maestros y las familias tienen ante sí el reto de ayudarlos a cumplir con el currículo, superar los miedos, el dolor y asumir el impacto de la tragedia

 

Autor:

Margarita Barrios

«Estaba muy estresada y no había venido. Me sentía adolorida porque, aunque no de gravedad, tuve varias lesiones debido a la onda expansiva que provocó la explosión del hotel Saratoga. Sin embargo, los niños me visitaron y me decían que querían que yo siguiera siendo su maestra, que viniera para esta escuela con ellos. Y les dije que sí, que el martes estaría aquí, y aquí estoy».

Así narra su experiencia Arianna Sensial Ramírez, maestra de 1er. grado de la escuela primaria Concepción Arenal.  «Varios vidrios se encajaron en mi cuerpo y sobre la espalda me cayó la puerta del balcón. Mi aula era una de las que quedaba más cercana al hotel. No me sentía bien, quería descansar. Pero mis alumnos son muy importantes y tenía que estar aquí con ellos», afirmó.

La escuela primaria Rafael María de Mendive, donde un día estudiaron el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y su entrañable amigo Fermín Valdés Domínguez, abrió sus puertas para recibir a los pioneritos de 1ro. y 2do. grados, tras el siniestro del hotel Saratoga. Otros fueron ubicados también en escuelas cercanas.

Los estudiantes dieron la bienvenida a los pequeños con la solidaridad propia de los cubanos. Allí, en la Rafael María de Mendive, tienen ahora sus aulas, con sus maestras. Y no solo reciben las clases, sino también apoyo sicológico especializado, que se extiende a docentes y familiares.

Desde las primeras exploraciones lo que hemos observado es mucha ansiedad, expresa la sicopedagoga Marian.Foto: Abel Rojas Barallobre.

«Lo mismo ocurre en los otros tres centros escolares donde fueron acogidos los alumnos en espera de que la escuela sea reparada. Estamos cumpliendo con el currículo y la asistencia ha venido en ascenso», expresó la máster Maidelys Dupuy Zapata, subdirectora de Educación Primaria de La Habana.

«Contamos con un equipo multidisciplinario (salud pública, educación, autoridades del municipio y la provincia) para atender a los trabajadores, docentes, alumnos y también a sus familiares. Se trata de una intervención sicopedagógica, para atender las afectaciones que de manera emocional tengan a partir del incidente vivido», argumentó Dupuy Zapata, y puntualizó que seis alumnos perdieron sus hogares y están residiendo en la Villa Panamericana, al este de la capital. Tres de ellos fueron reubicados allí en el centro escolar José Artigas, porque así lo pidieron sus familiares, pero otros tres están acudiendo a las escuelas de La Habana Vieja que los acogen, porque no quieren separarse de sus amigos, de sus maestros.

«Las familias apoyan mucho. Están agradecidas por la rapidez con que se evacuó la escuela y se protegió a los niños. También por la atención que se les está dando. Debo destacar que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia entregó a cada niño una mochila. Ellos la han recibido con mucha satisfacción. Cualquier regalo o atención es importante, porque están muy sensibles por el episodio que han vivido», precisó.

Sin perder el optimismo

La maestra Arianna es graduada de la Escuela Pedagógica de Guantánamo. Con tres años de experiencia en su provincia natal lleva solo dos meses trabajando en la Concepción Arenal, porque vive ahora en La Habana con su pareja.

«Casi todos los niños me preguntan cómo eran mis alumnos de allá, cómo era el lugar donde yo vivía. También quieren saber si mis antiguos estudiantes saben del accidente. Yo les digo que sí, que quizá un día se conozcan, y que ellos les envían muchos saludos.

«Los niños, sobre todo en estas edades tempranas, son muy especiales, y lo que aprendan hoy les servirá para toda la vida. El tiempo va borrando, las cosas van pasando poco a poco. Pienso seguir superándome. Hacer la Licenciatura. No me voy a detener», destacó con optimismo.

La licenciada Marian Solana Morales es sicopedagoga de la escuela Rafael María de Mendive. Ella forma parte del grupo multidisciplinario encargado de atender a los pequeños que ahora están en ese centro escolar.

«Desde las primeras exploraciones lo que hemos observado es mucha ansiedad; también se exaltan con cualquier ruido alto. Es una reacción normal cuando se ha vivido ese tipo de evento.

«Sin embargo, los niños tienen una capacidad de resiliencia que nos asombra, mucho más que los adultos. Estamos atendiendo a todos, a las familias, a los docentes, para que no padezcan un estrés postraumático. En la medida en que pasan los días se van adaptando a la escuela y dicen que no quieren regresar a la Concepción Arenal, lo cual es una reacción lógica luego del evento que allí se vivió».

Mientras conversamos con la sicopedagoga visitamos una de las aulas donde están ubicados los pioneros. Allí los encontramos muy concentrados en sus dibujos, y según nos explican los especialistas esa es una de las técnicas que aplican porque «a través de estos expresan sus emociones, y es lo que se está tratando de hacer, un saneamiento emocional».

La Concepción Arenal

En nuestro recorrido no dejamos de visitar la Concepción Arenal, donde continúan los trabajos de reparación. Allí su director, Jorge Montero Nuviola, explicó que luego de que los especialistas cuantificaran los daños se determinaron los materiales necesarios para la reparación y a pesar de la situación económica del país ya se cuenta con esos medios y se están haciendo los trabajos.

«Lo que nos queda es trabajar con estas brigadas, que laboran las 24 horas, y con otros muchos que vienen a apoyar de manera voluntaria; debemos concluir para el día 30 de este mes», precisó.

Montero Nuviola también explicó que se hizo un levantamiento de la base material de estudio y se entregó a aquellos estudiantes que la habían perdido. «También se entregaron zapatos y uniformes, porque algunos de nuestros estudiantes vivían en los edificios que se dañaron por la explosión y lo perdieron todo.

«Aunque las heridas físicas van siendo superadas, quedan las emocionales. Pero aquí estamos todo el tiempo; estoy seguro de que la escuela quedará mejor que antes y poco a poco volveremos a la normalidad», afirmó.

Las brigadas laboran las 24 horas para terminar los trabajos en la escuela Concepción Arenal a finales de este mes.Foto: Abel Rojas Barallobre.

Tenemos todos los materiales y estoy seguro de que la escuela quedará mejor que antes, afirma el director de la Concepción Arenal.Foto: Abel Rojas Barallobre.

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