El proyecto de Educación Ambiental prioriza el trabajo con los niños de distintas enseñanzas y destaca por ser inclusivo. Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 24/06/2025 | 08:23 pm
VIÑALES, Pinar del Río.— Poco se ha hablado de este lugar. Las referencias sobre él escasean en las plataformas digitales. Pero bien vale la pena divulgar los valores naturales, los tesoros, la belleza y riquezas sin explotar del Área Protegida de Recursos Manejados (APRM) Este del Archipiélago de Los Colorados, una de las 22 declaradas en Pinar del Río.
«No se cuida lo que no se conoce», sentenció Raúl Martínez Rivera, especialista para la Educación Ambiental de esta APRM. Una verdad aplastante que recuerda la importancia de sensibilizar sobre el uso adecuado de los recursos que la naturaleza coloca a disposición del hombre.
Las historias que se tejen a su alrededor implican a corsarios y piratas, incluso a la dama Isabel de Bobadilla, también conocida como Inés de Bobadilla y que, según cuentan, pudo haberse despedido por última vez de su esposo, Hernando de Soto, gobernador de la Isla, por algún punto del norte de Pinar del Río en fecha tan lejana como 1539.
Una de las plataformas de tierra firme del archipiélago hoy se llama Cayo Inés de Soto en alusión a quien fuera la primera gobernadora de Cuba. Para perpetuar su espera por el esposo que no regresaría jamás, en el Castillo de la Real Fuerza se erigió La Giraldilla, convertida luego en símbolo de La Habana.
«Creemos que la mejor forma de incentivar a que se cuide este paraíso natural es promoviendo sus cualidades, dándolas a conocer a través de círculos de interés en las escuelas de las comunidades cercanas, de las redes sociales y de la prensa. Hay que implicar a las personas», reconoció Martínez Rivera.
Corona de San Carlos
Descrita como un refugio de vida silvestre, este es un sitio de desove de especies de peces importantes; un talud que se desprende de la isla grande y recibe el impacto de las corrientes marinas.
«Allí ocurre una explosión de vida, pues se favorecen las poblaciones de coral, los pastos marinos y se crean todas las condiciones para que especies desde el norte de Camagüey, Ciego de Ávila, Villa Clara hasta los cayos de La Florida, vengan a desovar. Sobre todo, llegan especies comerciales como los pargos, el mero y los jureles», precisó a JR el especialista para la Educación Ambiental.
Corona de San Carlos es el área núcleo del APRM Este del Archipiélago de Los Colorados, que comprende territorios de los municipios de La Palma, Viñales y Minas de Matahambre.
Más del 80 por ciento del área protegida es marina y junto a la Corona tiene otros valores que le añaden una gran significación, incluso desde el punto de vista económico para la región, pues comprende las cuatro líneas de manglar y una zona de amortiguamiento.
Un muro de defensa
El segundo lugar más importante del área es su población de manglares, enfatiza Felipe Madrazo Escalona, subdelegado de Medio Ambiente en la Delegación Territorial del Citma.
Hasta 2008 mantuvieron muy buenas condiciones, y ese año recibieron el impacto directo del huracán Gustav. A bordo de una expedición que se dirige hasta Cayo Pescador, los especialistas explican a la prensa las características de la zona de manglar.
El barco se desliza por los canalizos de la zona, desde los que se aprecia el lento proceso de recuperación, pues han recibido otros impactos, de los que Ian fue el último, en septiembre de 2022.
«La salinidad afecta también que el manglar se recupere, las sequías son cada vez más intensas, el escurrimiento de los embalses es menos y, por último, incide la antropización de las comunidades asociadas», señala Martínez Rivera.
La crisis energética del país ha hecho que las personas de las comunidades de El Rosario y Puerto Esperanza extraigan el mangle seco para cocinar, pero este tiene una función esencial en su ecosistema porque aporta nutrientes vitales para el desarrollo de las plantas. Por otra parte, retiran el mangle verde para hacer carbón vegetal.
Aun cuando se consolidan círculos de interés con las escuelas primarias, de la enseñanza técnico-profesional y de la especial de estas comunidades, para promover los valores del área, son preocupantes estas prácticas recientes. No obstante, Este del Archipiélago de Los Colorados se mantiene con muy buenos resultados de conservación.
Explica Martínez Rivera que el manglar constituye un muro natural contra tormentas y huracanes. «Es la primera línea de defensa que tienen estas comunidades. Ese es uno de los servicios ecosistémicos que brinda. Además, es importante en la conservación de la biodiversidad».
Agrega Madrazo Escalona que en el manglar anidan miles de especies de aves; la mejor miel proviene de su floración y es el lugar donde desovan cangrejos, camarones, langostinos; constituye, además, un filtro para que el agua proveniente de la tierra llegue al mar con más claridad y menos aportes de desechos.
En proyectos la conservación
El área mantiene varios proyectos a través de los cuales actúa sobre sus recursos manejados, los tres más importantes son los de vigilancia y protección, Ecosistemas marinos y el de Educación Ambiental.
Las acciones cooperadas entre el Cuerpo de Guardabosques, la PNR, las Tropas Guardafronteras, se integran todas bajo el primero de estos proyectos y están encaminadas, en una primera línea de trabajo, a que el manglar no siga degradándose.
El proyecto de Ecosistemas Marinos tiene a su cargo el área más extensa del Este del Archipiélago de Los Colorados y no solo incluye la Corona de San Carlos, sino que vela también por los corales, aunque reconocen no disponer de recursos ni tecnología para su siembra.
Al referirse a la Educación Ambiental, un proyecto al que se le da prioridad en Los Colorados, apuntó Martínez Rivera que lo más importante es educar a las comunidades asociadas al área protegida sobre cómo deben conservar los recursos y buscar soluciones que sean más adaptativas. «Hacemos talleres, charlas educativas, conferencias, y tratamos de visualizar nuestras acciones en los diferentes escenarios».
La labor educativa alcanza todas las edades y llega a aquellas personas con discapacidad, «porque la Educación Ambiental también tiene que ser inclusiva».
Un área que deberá ser autosustentable
Los valores naturales de Los Colorados, su alto nivel de conservación, la belleza de sus manglares, playas vírgenes y fondos marinos, pueden ser perfectamente aprovechados por el turismo de naturaleza. En ello incide también su cercanía con el Valle de Viñales, un atractivo conocido a nivel mundial.
Coinciden el subdelegado de Medio Ambiente de la Delegación Territorial del Citma y el especialista para la Educación Ambiental del APRM, que, si se calculan bien los límites de cambio aceptable sin que se dañe el ecosistema y se hace un turismo desde el área protegida, en el que sus guías sean los propios trabajadores del área, entonces sería posible desarrollarlo, generar ingresos e invertirlos en la conservación de la zona.
«Proponemos el disfrute de nuestros canalizos con las poblaciones de manglar, los fondos marinos con algunos puntos de buceo con equipo ligero y nuestras playas en la parte norte», acota Martínez Rivera, a la vez que aclara que ello está contemplado en los planes de manejo, pero el expediente está aún sujeto a aprobaciones.
El Este del Archipiélago de Los Colorados es un sitio que enamora. Se agradece ver las labores de sus trabajadores para garantizar la conservación de su flora y fauna terrestre y marina, no exenta de manos inescrupulosas que violan todo tipo de regulaciones, pero, sin duda, es un paraje que atrapa al visitante.
Las historias que envuelve, las aguas mansas que bañan el manglar, los fondos cristalinos de sus playas vírgenes, el alto endemismo de aves y el refugio de vida que permite que exista un lugar al que no llegue la acción indiscriminada del hombre, hacen de esta un área que bien merecería estar, como pocas veces ha estado, bajo el lente científico.