Adis y Lorena son, a su vez, rostros conocidos en la pantalla chica, ejemplos de tesón, valentía y empoderamiento. Autor: Cortesía de los entrevistados Publicado: 16/08/2025 | 06:56 pm
«Hemos logrado tanta cercanía con las personas que a vMamita y La Lore, madre e hija. Rostros conocidos de la pantalla chica que, además, son ejemplos de tesón, valentía y empoderamiento. Mujeres que han sabido hacer valer su talento y, sobre todo, aunar a muchas otras personas en nobles empeños y proyectos enriquecedores. Empresarias y colaboradoras de todo aquel que sueñe y despliegue sus alas, porque bien saben ellas lo que se puede recoger como fruto del esfuerzo al cabo del tiempo.
Carismáticas, entusiastas e ingeniosas, de gran corazón e incansables. Lorena Faccio es Licenciada en Derecho. Ejerció en Matanzas, fue jueza y su labor jamás estuvo vinculada con la cocina. Adis Pereira, Licenciada en Historia del Arte, fue años atrás directora de la galería de su natal Jovellanos y especialista de Artes Plásticas, y se aventuró en este campo con el aprendizaje adquirido a través de las libretas de notas de su madre, además de las artes culinarias que desplegaba cotidianamente en casa como cualquier mujer cubana.
En sus redes sociales, @mamitalohizo, @laloreestacocinan-
do y @lalore_00, ambas comparten su magia a la hora de elaborar «recetas con sabor y alma», platillos asequibles, saludables y con el toque de amor que nunca puede faltar en la cocina. Conversar con ellas es recibir un soplo de aire fresco, una bocanada de buen humor y energía positiva.
—¿Cómo llegaron ustedes a ser las figuras del programa televisivo Entre recetas?
—Lorena: Se hizo un casting al que se presentaron muchísimas mujeres, porque era interés de la directora del programa, Sonia Castro, visibilizar a la mujer profesional también en la cocina. Nosotras ya habíamos desarrollado bastante nuestro trabajo en las redes sociales desde la pandemia, especialmente relacionado con la cocina y la elaboración de recetas exóticas y, en muchos casos, fáciles y asequibles, por lo que la mayoría de las personas creía que teníamos un restaurante. Realmente teníamos un
hostal y ella llamó un día para saber si contábamos con
alguna mujer chef para que asistiera al casting, y mi mamá nos «vendió» como excelentes cocineras. Nos apuntó, fuimos y nos quedamos como colaboradoras, no como las figuras principales.
«A veces mi mamá aparecía en pantalla junto a la figura principal, hasta que ella no continuó en el programa y la directora decidió asumir la fórmula de madre e hija en las posteriores emisiones, y a los televidentes les gustó muchísimo. Al principio comencé muy tímida, haciendo secciones, hasta que nos quedamos a la par y hemos crecido mucho. Me siento muy orgullosa y feliz por ello. No es lo mismo cocinar en casa que hacerlo en televisión, donde además lo importante es saber comunicar».
Adis: Nuestra televisión tiene esquemas para determinados
programas. Sin embargo, nos alejamos un poco de eso y nos acercamos más a lo que demanda el público, que es ese ambiente de hogar que debe compartirse a través de la pantalla. Y qué bueno hacerlo así, ¿no?, con una madre enseñando a su hija, proceso que no está exento de discrepancias, como sucede en la vida real, pero que como toda familia, se soluciona a los cinco minueces nos escriben para pedirnos consejos antes de comprar esta harina o aquella, o para entender por qué algo no le cuajó como esperaban… Y nos gusta mucho eso porque se demuestra que logramos la conexión verdadera con las
audiencias y que pueden vernos como personas cercanas que realmente pueden
compartirles una receta, una sugerencia, un secreto».
—Increíble… sobre todo porque sus mundos nada tenían que ver con la cocina.
—Adis: Mi hijo Valentino nos llevó a esta aventura años atrás, pudiéramos decir. Cuando tenía 19 años quiso vincularse con la gastronomía, me instó a cursar estudios de cocina en Varadero y abrimos una «paladar», como se decía en aquella época, en la que yo cocinaba y en la que usó mis muebles y los utensilios de mi cocina para decorar. Nada grandilocuente, todo muy sencillo, y su dinámica con mi sazón hicieron buena combinación.
«Después viajamos a La Habana, abrimos un hostal, Lorena empezó a prepararles desayunos a los clientes y la experiencia culinaria fue creciendo. En el propio hostal desarrollamos varios proyectos, incluso con niños, y hoy es un negocio familiar en el que todas somos mujeres. A la par, como comenté, las redes sociales empezaron a ganar más seguidores, y a ellas nos debemos también para ofrecer, no solo las recetas, sino también ese espíritu de emprendimiento que necesita ser compartido».
Si bien Lorena recuerda como fatídicos ejemplos aquellos juegos, siendo pequeña, en los que freía papitas imaginarias o aquel arroz con leche elaborado con el arroz ya cocinado por su abuela, hoy se siente feliz con lo logrado, porque disfruta mucho cocinar y hacerlo de tal manera que, además de ofrecer una receta, se convierta en un intercambio de creatividad.
Lorena: Hemos hecho muchos talleres asociadas a otras personas o instituciones, por ejemplo, con Arte Chef, en Los Pocitos, en espacios creativos a los que nos invitan, pero realmente me gustaría hacer talleres como algo más serio en nuestro trabajo, de una manera más sistemática. Las personas nos lo piden mucho a través de las redes sociales, incluso nos proponen los destinatarios, por ejemplo, para novatos en la cocina, para quienes viven solos, para quienes deseen hacer dietas fitness o para quienes quieren elaborar comidas sanas para sus mascotas. Es muy interesante hacerlo de esa manera, aunque nosotras siempre publicamos videos y fotos pensando en las necesidades que pueden tener nuestros seguidores».
Adis: Ahora mismo tenemos la segunda edición del concurso Todos pueden cocinar, abierta hasta el 20 de agosto. La primera edición arrojó mucha satisfacción y entendimos que los públicos disfrutan mucho esas iniciativas. Los interesados, sean chefs, aficionados o aprendices, deben publicar en sus perfiles su receta en un reel o en un carrusel, con el proceso detallado y los ingredientes. Luego deben seguir nuestras cuentas y mencionarnos para validar la participación. Habrá sorpresas y premios especiales».
Adis es también una enamorada de la radio. Cursó estudios de locución y de actuación radial, y su talento también se aprecia en sus interpretaciones en RadioArte. «Todo lo que contribuya a mi crecimiento personal es necesario, porque así puedo hacer un mejor trabajo de comunicación en los diferentes medios».
Madre e hija tienen tiempo para todo porque priorizan y se organizan. Se toman los descansos que también necesitan y así emprenden cada proyecto con fuerza y entrega.
Adis: Soy madre y quizá por eso, aunque me agote, me activo nuevamente después de un breve descanso y continúo. Ya sabemos que las madres aprendemos a hacer eso, siempre por los demás. También cuido a mi madre, ya mayor, y eso demanda mucha energía, y no puedo perder las ganas de sonreír y de ayudar a otras personas.
Lorena: Algunos creen que nuestras vidas son perfectas, porque nos ven arregladas, sonrientes y con muchas ganas de emprender nuevas metas, rodeadas de colores y luces. Recibimos mensajes hirientes o negativos en general, porque creen que uno vive en las nubes. Y no es así.
«Lo que pasa es que nos interesa transmitir esas buenas vibraciones, compartir lo mejor, aunque también tengamos nuestros problemas o tristezas, como todos. Eso ayuda a los demás, sí, pero a nosotras mismas también, porque si no asumimos la vida así, ni siquiera nuestros proyectos tendrían buen término. Trabajar es la clave, y hacerlo con amor».