Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Con el dedeté ¡hay que apretarse el cinturón!

Celebra dedeté el aniversario 51 de su fundación

Autor:

JAPE

Saberse rodeado de amigos es infinitamente hermoso y saludable. Eso fue lo que sentimos cuando en días pasados convocamos a nuestro «pary» (del sustantivo de la lengua inglesa party, que significa fiesta, ahora muy de uso en la farándula) por el aniversario 51 de nuestra fundación.

No enumeraré las personalidades que asistieron, pues todos, sin consideraciones de rango económico, político o intelectual, eran entrañables socios, viejos colaboradores, fieles fanáticos, hermosas admiradoras…

Tampoco volveremos a agradecer a quienes hicieron posible tan hermosa tarde gracias a su nivel de gestión, profesionalidad o convocatoria, pues ellos lo saben porque se dijo y enfatizó en el momento oportuno.

¿Entonces de qué vas a hablar, Jape? ¡No des más vueltas! —se preguntarán algunos, y tienen razón. El problema es que no sé cómo entrarle a algo que nace del corazón, y te pone «blandito» y sensiblero. Laz lo llamaría de otra forma que no diré aquí, pero sé que todos lo imaginan.

Unas horas antes, mejor dicho, minutos antes de la hora acordada, parecía que nada iba a suceder, aunque todo estaba bien «amarrado», a lo cubano. Sabemos el grado de probabilidades que tiene este tipo de gestión cuando lo más inesperado puede suceder en un abrir y cerrar de ojos: No apareció el encargado de, se acabó el gas, no entró agua, se rompió el carro, la secretaria está en la cola del puré, el chofer amaneció con cólicos, falta firmar un cheque…

No continúo porque me llevaría las 16 páginas del periódico y solo cuento con esta columna. Solo esta columna, solo los domingos, solo esta página, es lo que nos queda, pero es suficiente para asegurar que el dedeté está vivo, las generaciones de «dedetianos» anteriores nos lo entregaron vivo y aquí estamos: ¡vivitos y coleando!

En los últimos minutos sucedió todo: Llegaron los libros de la Loynaz, llegaron el audio, la televisión, la bebida, la comida (importante este renglón), por suerte ya la expo de Laz estaba montada del día anterior, pero sobre todo llegaron los amigos, esos que siguen considerando que el dedeté no ha dejado de ser una parte importante del humor y de la historia de la gráfica cubana, aunque algunos parecen no darse cuenta, o no les interesa.

Eso no nos quita el sueño, ni las ganas. Ya tiramos 50 años pa’ la tonga, y ahora vamos por 50 más, así que, ¡apriétense el cinturón que ya arrancamos!

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