Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Calendario ha venido a estremecernos el alma

Sobre el controvertido Vladimir y sus conflictos en la trama de la teleserie, conversó con JR Frank Daniel Martínez Torres, joven actor que dio vida al personaje

Autor:

Iris Celia Mujica Castellón

La teleserie juvenil Calendario continúa sumando espectadores mientras avanzan sus capítulos. Con una destreza admirable, el audiovisual ha colocado en la pantalla temáticas de altísima sensibilidad para la audiencia cubana que han propiciado el debate y, sobre todo, la reflexión.

Desde una arista explorada con especial sutileza, asomó en los episodios transmitidos la adicción de los jóvenes a la pornografía. Una problemática tratada con discreción, pero muy bien representada.

A través del personaje Vladimir, Calendario hizo un guiño oportuno a los trastornos derivados del consumo de materiales pornográficos por parte de la población infanto-juvenil.

«Estos conflictos son verdaderos, sacados de nuestras escuelas gracias a las investigaciones realizadas por Amílcar Salatti y Magda González. Es bueno que se toquen a fondo, con toda la sinceridad que merecen para poder solucionarlos», dijo Frank Daniel Martínez Torres, quien da vida al controvertido Vladimir.

El joven actor ha transitado por situaciones bastante complejas dentro de la trama, entre estas el fraude escolar y la filmación y divulgación, sin consentimiento, de una escena de sexo que involucra a una compañera de aula.

«Es un chico inmaduro que influenciado, además, por su amigo Javier, es capaz de hacer todas estas cosas. No ve las consecuencias de los problemas, por desconocimiento o quizá por falta de educación», señala.

Interpretar este papel ha sido una experiencia determinante en la carrera de Fran Daniel, quien contó a Juventud Rebelde que llegó a los caminos de la actuación «casi por casualidad».

«Desde niño tuve claro que quería ser artista. Me inclinaba más por la música; nunca había hecho teatro ni conocía sobre este. Por circunstancias de la vida descubrí la actuación y me enamoré de ella.

«Tuve la posibilidad en 2019 de participar en la segunda temporada de la serie Lucha contra bandidos, bajo la dirección de Roly Peña y Miguel Sosa. Fue una experiencia maravillosa compartir escena con grandes actores a quienes admiro muchísimo. Y ahora Calendario ha venido a estremecernos el alma; es todo un privilegio formar parte de este gran equipo».

―¿Cómo llegas a este proyecto de Magda González?

―Entré por casting. Fue un proceso complejo que me tomó varios días. Éramos muchos jóvenes y al final podía quedarse solo uno. Me presenté para el personaje de Maikel, pero terminé interpretando a Vladimir. Fue una sorpresa tremenda cuando Alfredo, el asistente de dirección, me llamó para confirmarme que ya estaba en la serie. Recuerdo que empecé a dar saltos de la alegría que tenía; imagínate, era una oportunidad enorme.

―¿Cuál es la misión de Vladimir en la trama?

―Creo que la misión de este personaje es invitar a la reflexión. Por una parte, alertar sobre cómo los contenidos de las redes sociales se pueden convertir en adicción y llegar a ser un obstáculo en la vida. Y también llamar la atención sobre el fraude escolar y sus consecuencias negativas en la formación de los jóvenes.

―En los capítulos transmitidos, tu personaje se ha movido entre conflictos de notable severidad para un adolescente. ¿Crees que la serie consigue visibilizar estas problemáticas latentes en la realidad cubana que a veces permanecen silenciadas?

―Sí. Vladimir ha tocado aristas muy complejas. Creo que es el objetivo: ofrecer un camino a través del personaje para que las personas que se sientan identificadas con estos conflictos encuentren las soluciones correctas.

―¿Cómo construiste tu versión de Vladimir? ¿En qué o en quién te inspiraste?

―Para interpretar a Vladimir tuve que hacer una investigación profunda. Magda me recomendó ver películas eróticas como Lucía y el sexo y 9 semanas y media, entre otras. Me inspiré también en las vivencias propias, experiencias de cuando fui estudiante de secundaria, esa época de la vida donde en ocasiones actuamos con mucha inmadurez. Y para la construcción física del personaje me basé en los recuerdos que tengo de mi hermano cuando cursaba la secundaria, esa forma de vestir y de actuar eran muy propias de él.

―Sobre tu paso por la serie… ¿lo mejor que te sucedió?

―Conocer y compartir escenas con personas maravillosas, y que Magda me diera la oportunidad de formar parte de su proyecto.

―La escena más compleja…

―Bueno, una muy difícil de grabar, debido al poco espacio que teníamos para movernos y las muchas personas que teníamos que estar dentro de ese reducido lugar, fue en el capítulo siete, la escena del baño donde estábamos Orestes, Javier, Maikel y Vladimir.

―¿La mejor enseñanza que te dejó?

―La enseñanza que me deja la serie es que todo lo que hagas en la vida debes hacerlo con mucho amor, sin interés. Me enseñó que todos somos iguales y que el respeto hacia los demás es un valor esencial.

―¿Después de esta propuesta qué planes profesionales te ocupan?

―En el teatro, estaré con El público, grupo al que pertenezco, en el montaje de Orlando, la novela de Virginia Wolf, dirigido por Carlos Díaz. Y también en proceso de montaje de un musical llamado Despertar de primavera, con el grupo de teatro Aire Frío bajo la dirección de Eduardo Emil. Me gusta vivir el día a día, ahora mismo concentrarme en lo que estoy haciendo.

―¿Vuelve Vladimir a la segunda temporada de Calendario?

―Seguro.

El joven actor ha transitado por situaciones bastante complejas, entre estas, el fraude escolar. Fotos: Tomadas de la página en Facebook de Calendario

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