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Jorge Serpa y una trova para el amor

«La Asociación Hermanos Saíz me ha dado la oportunidad de promover mi obra», dijo a JR el cantautor Jorge Serpa, líder del cuarteto Café Cubano

 

Autor:

Iris Celia Mujica Castellón

Con un Bolero de Invierno y otros versos, el cantautor Jorge Serpa cautiva a los fieles amamantes de la trova; a esos que, incluso (y sobre todo), en los malos tiempos encuentran en el flirteo de las cuerdas y las voces un refugio para el alma.

El autor de Ay Maricela, no es quizá el más popular en las emisoras radiales, pero su música puja en los escenarios de las peñas habaneras para abrirse un espacio en el corazón de los oyentes.

Con su proyecto Covid-Trova, el joven artista seduce a los asiduos del Parias Café en la Madriguera. Su alianza con la AHS le ha despejado senderos hacia nuevos públicos, ávidos de guitarra y cubanía.

«Mi música defiende la canción de autor. Para mí no hay nada más importante que un creador que sea capaz de escribir su propia poesía», define Serpa y asegura cantarle siempre «al amor (...) creo que sin amor no hay nada que pueda sobrevivir».

Descubrió la pasión por la música desde que estaba en la escuela primaria. «La maestra me ponía frente al aula a cantar. Después, en el tecnológico, empecé haciendo teatro y un buen día en el ensayo escuché una canción de Carlos Varela, eso fue todo. Me dije, quiero hacer lo que él hace. Mis compañeros en ese momento dijeron que era buen actor y que no creían que pudiera ser músico, pero me lo propuse y aquí estoy hoy».

―¿En qué momento comienza la carrera artística?

―Empecé por el teatro en el tecnológico, actuaba en el grupo de la escuela, después en el grupo de la casa de la cultura y posteriormente en el grupo Adoquines 7.0. De este último surgió el dúo N’FASIS, una de mis primeras incursiones en la música, nos presentamos en diferentes escenarios de aquí, de la capital.

―¿Qué papel juega la AHS en la trayectoria profesional de Serpa?

―Bueno, la AHS fue la vía para hacerme profesional. Hoy soy asociado, trabajo como especialista en la Madriguera, que es la sede de AHS de La Habana y además integro el catálogo de la empresa de la música Adolfo Guzmán. La asociación me ha dado la oportunidad de promover mi obra a través de los diferentes eventos que auspicia.

―¿Influencias musicales?

―Primero la trova tradicional, también los soneros cubanos que tanto aporte han hecho a la música internacional, cantautores españoles contemporáneos y la música latinoamericana en general; pero, sobre todo, la música autóctona de nuestro país como es el changüí, el quiriba, géneros oriundos de Guantánamo, de sus montañas. Mis composiciones llevan también elementos de otros estilos caribeños y latinos como son el merengue, la cumbia y la música pop.

―¿Por qué la canción de autor?

―Creo que escribir canciones es algo con lo que se nace. La canción de autor emerge como si fuera un hijo, viene de ti y se cultiva con el tiempo. Creo que si no naciste con el don no importa cuánto te esfuerces, no lo logras.

―¿Has incursionado en otros géneros?

―Sí. En una época canté en una orquesta de timba fue toda una experiencia la verdad.

―¿Qué es lo más complicado para un joven cantautor en estos tiempos?

―Creo que en los tiempos que corren hay varias cosas difíciles. Primero la promoción, debemos trabajar muy fuerte en eso. Hay mucha música y uno tiene que tratar de colocarse, por así decirlo. Por otra parte, las opciones de trabajo están un poco complicadas para los músicos de hoy.

―¿Motivos e inspiraciones constantes en tus letras?

―Hay mil motivos a los cuales cantarles. Creo que la noche y el mar son una constante en mis letras y la figura de la mujer también.

―¿Cómo pueden encontrar tu música, escucharte, seguirte…?

―Bueno, trabajo en la Madriguera, sede de la AHS de La Habana. Allí tengo un espacio en el Parias Café que se llama Covid-Trova y funciona todos los viernes a las 6:00 p.m. Además, tengo un canal de Telegram y los perfiles de Facebook e Instagram, todos con el nombre de Café Cubano, que es el nombre de mi cuarteto.

―Has encontrado en las peñas un espacio para comunicar, ¿qué importancia le concedes a este tipo de escenario en la carrera de un trovador? ¿Dónde te gustaría que se escuchara tu música o dónde te gustaría cantar?

―Las peñas resultan muy buenas para la promoción, pero son espacios muy reducidos, a donde no todo el público va. Creo que debemos llegar más a los barrios, interactuar con el pueblo. A mí en lo particular me gustaría participar más en cantatas por los barrios y poder promocionar más mi obra y el trabajo de mi agrupación en los medios de difusión. Llevarla a los centros culturales de todo el país y que mi música se escuchara hasta en las guaguas.

―Canciones de tu repertorio que no faltarían en un concierto…

Bolero de invierno, Ay Maricela, Mójame en tu lluvia, entre otras.

―¿Experiencias musicales en las que has incursionado y de las cuales te sientas orgulloso?

―He compartido escenario con figuras de la talla de  Polito Ibáñez, Raúl Torres. He participado en eventos como El chocolate con café de Guantánamo, el festival Aliñao de Granma, las Romerías de Mayo, entre otros.

―Sueños y proyectos relacionados con la música...

―Bueno, el año pasado pedí una beca de la AHS para un video clip y estoy trabajando en ello. Por otra parte, me gustaría participar en festivales que se hagan en Cuba y en el extranjero.

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