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Los hijos de Pandora

El próximo lunes 22 de agosto se estrena una telenovela relativamente corta, pero que promete ser intensa y cargada de emociones, historias cotidianas y actores de probado talento entregados a sus roles

Autores:

Jordanis Guzmán Rodríguez
Félix Alexis Correa Álvarez

Una telenovela concluye y otra comienza a dar señales de vida, una vida relativamente corta, pero que promete ser intensa y cargada de emociones, historias cotidianas y actores de probado talento entregados a sus roles. Los hijos de Pandora llegará el 22 de agosto para contarnos la historia de Raydel y sus tres hermanos, quienes han sido criados por su abuela Petra debido al fallecimiento de su madre y la ausencia de la figura paterna.

Raydel descubrirá muy pronto que es padre de una niña de cinco años, lo cual significará una paulatina transformación en su carácter y la relación con su entorno. De esta interesante propuesta de 50 capítulos quisimos saber mediante las palabras de su director, el experimentado y siempre efectivo Ernesto Fiallo.

Con la amabilidad y espontaneidad que lo caracterizan, Fiallo nos dio las claves de un argumento originalmente escrito para la radio, pero que en su versión televisiva promete sacudirnos las emociones y discursar sobre particulares aristas de nuestra realidad.

—¿A quién pertenece el guion de Los hijos de Pandora? ¿Cómo llegó a sus manos este proyecto?

—El guion de Los hijos de Pandora pertenece a Ariel Amador Calzado e inicialmente fue escrito para la radio. Llegó a mí a través de la Casa Productora de Telenovelas, como una obra literaria para la televisión, con todos los códigos que debe tener un dramatizado de este tipo. Desde que leí los primeros capítulos me encantó. Confieso que me sentí muy motivado con el guion, los personajes, los conflictos, la forma en la que estaba escrito, los diálogos… Siempre la creí una propuesta muy atractiva para llevarla a la pantalla.

—¿Qué tan diferente es Los hijos de Pandora de sus anteriores telenovelas? ¿Tiene puntos de contacto con Vuelve a mirar?

—Esta es una obra más personal, más íntima, más centrada en conflictos humanos, por lo que tratamos en todo momento de impregnar esa intimidad en la relación de los personajes, en las escenas. Por supuesto, va a tener puntos en común con las anteriores, sobre todo en el casting, además de que fue realizada por el mismo equipo de Vuelve a mirar y, aunque tenemos un lenguaje casi propio para abordar una obra, todas son diferentes en su concepción.

«Esta es la última, en la que nos enfocamos en aprender un poquito más y poner en ella lo que aprendimos de las anteriores. Uno, como creador, siempre está en un proceso de aprendizaje continuo. Esa es la máxima con la que inicio cada nuevo proyecto».

—¿Nos puede hablar sobre su argumento central? ¿Qué otras temáticas serán abordadas?

—Cuatro hermanos dan curso a los conflictos principales de la trama: Raydel (Rodrigo Gil), Augusto (Yoandrys Aballe), Saúl (Alejandro Cuervo) y Reynaldo (Alain Aranda). El fallecimiento de su madre y el abandono de su padre cambian el curso de la vida de los hijos, quienes quedan a cargo de su abuela Petra (Paula Alí). A partir de ahí, comienzan a hilvanarse los hilos de esta historia, aparecen los conflictos y llegan las fracturas.

«Es una telenovela sobre las relaciones humanas, con la familia como epicentro de todas las historias, donde, además, va a haber amor, odio, mentiras, intrigas y secretos, y se van a abordar temáticas importantes como la paternidad, la emigración, los sueños truncados, el desamor».

—¿Qué actores podremos ver en esta nueva entrega?

—Repiten de la anterior telenovela Paula Alí, Alejandro Cuervo, Yoandrys Aballe, Osvaldo Rojas, Raquel Rey, Arianna Delgado, Giselle Sobrino, Tamara Castellanos, Yudexi de la Torre, Roque Moreno, Faustino Pérez, Sailin Carbonell, Roly Chiong…, pero tendremos también otros actores jóvenes y no tan jóvenes en el elenco, como Rodrigo Gil, Alain Aranda, Roxana Broche, Damián Alonso, Hayde Rosa, Darianis Palenzuela, Rosali Sue, Rafael Oramas Jr. y otros con los que deseaba mucho trabajar como Luis Carrere, Laura de la Uz y Mario Rodríguez Tarife, con quien no coincidía desde Soledad en Bajo el mismo sol.

«En la telenovela también contamos con niños muy talentosos, que fueron seleccionados mediante casting y preparados por Mariela López Galano, una excelente realizadora que ahora mismo podemos considerar como una de las directoras de casting de niños más competentes del medio. El trabajo con ellos fue asombroso y sé que al público le va a encantar.

«Además, Julio César Ramírez vuelve a ser un apoyo imprescindible en la dirección de actores, una especialidad que cada día se hace más necesaria en nuestros dramatizados. En esta oportunidad no pudo estar en todo el proceso, por otros compromisos laborales que tenía, pero sí estuvo presente en los talleres iniciales de preparación de los actores».

Vuelve a mirar fue un éxito total en la teleaudiencia. ¿Cree que esta nueva entrega logre el mismo efecto?

—Siempre trabajo por obtener un buen producto, que guste y llegue al público, pero cuando esto sucede me sorprende mucho. Te puedo decir que la veo con temor y con ojo bien
crítico cuando se está transmitiendo. Incluso, ni siquiera me gusta verla. Vuelve a mirar ya pasó y es cierto que tuvo una excelente acogida, pero ahora es el turno de Los hijos de Pandora, donde una vez más será la teleaudiencia la que tendrá la última palabra.

—¿De quién es la banda sonora en esta telenovela? ¿Repite con Raúl Paz?

—La banda sonora es un poco atípica, pues es la primera vez que voy a trabajar con tres músicos: Ray Fernández, Isis Flores y mi amigo Raúl Paz, quien nuevamente es el responsable de la música de la presentación, la despedida y de algunos otros temas sueltos. También tengo varios músicos invitados, unos que están empezando y otros que son buenos amigos y que en esta ocasión han puesto su granito de arena dentro de la banda sonora de la telenovela.

—La fotografía dentro del dramatizado cubano, especialmente en las telenovelas, ha sido una de las especialidades más señaladas por la crítica. ¿Cómo la ha manejado en Los hijos de Pandora?

—Repito con Ernesto Aguilar, el fotógrafo de Vuelve a mirar, y puedo decir que es una fotografía muy íntima, de esas que no conllevan que estés más pendiente de las atmósferas creadas por la fotografía que por la escena en sí misma. En este caso, la fotografía acompaña las escenas, las arropa… También quiero destacar el trabajo de Ernesto Reyes en la corrección, emparejamiento y creación de atmósferas en la etapa de posproducción.

—¿Qué exigencias productivas tuvo esta telenovela teniendo en cuenta la rapidez con la que se grabó? ¿Qué obstáculos tuvieron que vencer para poder llevarla a buen término?

—La telenovela es el producto más complejo dentro de la televisión cubana, porque es el que más recursos lleva. Obstáculos tuvimos a diario, pero tengo un equipo que es maravilloso y hemos conveniado divertirnos mucho mientras trabajamos. Pasamos más tiempo en el set de rodaje que en nuestras casas cuando se está filmando, por lo que en todo momento tiene que primar la alegría, la tranquilidad, y creo que lo hemos logrado.

«Instituciones como el Centro de Investigaciones Pesqueras, el Inder, el Estadio Latinoamericano, el barrio de Santa Fe y otros actores locales fueron vitales para que el proyecto siguiera adelante. Es esta una de las experiencias en las que más nos hemos sentido apoyados por las instituciones».

—Hoy en día nuestros audiovisuales son cada vez más multimediales. ¿Cómo asume este fenómeno? ¿Ha sacado partido de su anterior experiencia?

—Todo este fenómeno de las redes sociales ha llegado para hacernos más fácil la comunicación con el público y lo viví muy de cerca en Vuelve a mirar, donde se crearon grupos de Facebook y WhatsApp (algunos heredados de la anterior El rostro de los días), que en realidad son un termómetro, pues ahí se refleja directamente la opinión del público.

«Es un fenómeno que disfruto mucho y lo veo como una oportunidad de intercomunicación entre el espectador y la obra. La clave está en aprovecharla, sin dejarnos llevar, lo digo porque ese boom en las redes sociales puede generar un falso triunfalismo, cosa que no es real, porque toda obra es perfectible».

—¿Qué mensajes desea dejar a la teleaudiencia a pocos días del estreno de Los hijos de Pandora?

—Solo espero que la disfruten y que nos sigan acompañando en estas «locuras». Si existimos es gracias al público, entonces, ellos son la razón de nuestro trabajo. (Tomado del portal web de la Televisión Cubana)

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