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Gabriela Carel, siempre de la mano de la poesía

La cantautora argentina integra el movimiento MujerTrova y, junto a otras cuatro coterráneas, participó en el 8vo. Encuentro de cantoras Ella y yo, celebrado en La Habana del 10 al 14 de septiembre

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Llegó a Cuba por vez primera hace pocos días. Trajo en su maleta lo imprescindible para ofrecerles a los públicos infantiles un espectáculo genuino con sus propias canciones, y a los adultos también, «siempre de la mano de la poesía que es fundamental para mí».

Integrante del movimiento MujerTrova, cuya esencia es aunar a cantautoras argentinas —aunque ya se suman de otras naciones aledañas como Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil—para valorizar su trabajo musical y promocionarlo públicamente, Gabriela Carel bajó del avión dispuesta a compartir intereses, a conocer más del país del que tanto ha leído y escuchado, y a contribuir a que la mujer siga ganando presencia en espacios que, a pesar de todo, siguen siendo predominantemente masculinos. 

Esa fue la idea primigenia del encuentro que por octava ocasión también va ganando más público, sobre todo joven, lo cual satisface mucho a su organizadora principal, Heidy Igualada: «Unirnos para compartir intereses y empeños, para derribar muros y elevar la fe en el mejoramiento humano. Seguir cantando las urgencias de los tiempos que corren».

Gabriela Carel es un referente del folclore argentino, identificada como una de las embajadoras de la música patagónica. Radicada en Chubut hace 20 años, mantiene un discurso musical sensible y comprometido, creando canciones en defensa de la identidad ancestral de su país, de la región, y apoyando a la mujer en su rol creador. 

«Tenía la gran ilusión de conocer Cuba, su gente, el baile, la música, la alegría que caracteriza a los cubanos aun en medio de las dificultades. Somos cinco de mi país las que participamos en este encuentro hermoso: Marina Pacheco, de Neuquén, y de Buenos Aires Claudia Levy, Silvina Adámoli y Marcela Gleiser. 

«Me encantó la energía compartida en este encuentro de cantoras, y valoro mucho la intención de visibilizar la canción femenina, el trabajo de las mujeres artistas, abrir espacios generacionales y promover intercambios para la transformación.

«El escenario y la música siempre ha sido un espacio para hombres y poco a poco las mujeres nos hemos ganado un lugar. En Argentina, logramos la ley de cupo femenino en festivales y escenarios, legislación que establece que el 30 por ciento de las programaciones musicales de todo evento debe ser de mujeres, y aunque la ley está vigente, el actual Gobierno no la exige y no siempre se cumple. Sin embargo, no abandonamos el empeño, vamos haciendo caminos que afortunadamente otras mujeres nos allanaron».

—Comenzaste tu trabajo musical dirigido hacia las infancias...

—Soy una persona que trabaja sin cesar, y como soy profesora, mis primeras canciones fueron para niños. Dirigí coros de niños y jóvenes y empecé a componer para ellos obras divertidas y con sentido pedagógico. Sucedieron cosas felices con mis creaciones infantiles, que fueron traducidas al inglés, al italiano, al polaco, al portugués, al alemán, y fue hermoso. Pensé que hacía algo valioso, y me animé y escribí para adultos.

«Comprendí que, si yo no me subía al escenario para cantar mis canciones, nadie lo haría. Así que fui valiente y seguí escribiendo, grabando discos y cantando en escenarios. Tengo más de 300 obras registradas, y otras en proceso. Ya otros intérpretes cantan mis canciones, se suman a las guitarreadas, como les decimos a lo que ustedes llaman descargas. Y me siento feliz por eso, tanto que les digo que no me pidan permiso para cantar mis temas, a mí me alegra mucho que los canten. Es lo más lindo que puede sucederle a un compositor.

Gabriela Carel asume que la canción es una herramienta poderosa para unir y transformar. Foto: Tomada del perfil de la entrevistada.

«Así continúo trabajando. Como persona y como artista siempre trato de dar lo mejor de mí en todos los ámbitos. Trato de lograrlo siempre, de ser empática, de comprender las razones de los demás, en lo bueno y lo malo. Intento siempre estar alegre, aunque las dificultades se impongan, siempre busco el sí o el puede ser ante el no. Eso puede verse también en mis canciones porque es mi búsqueda permanente» 

Canciones para Escribir Mejor (2010) y Cantares en Clave Soleada (2019) son proyectos discográficos que avalan el trabajo de la Carel para los pequeños, a quienes también les ha compuesto música coral. Dedicada luego al folclore, nos ha regalado Corazón de Patagonia (2012), Canciones de Barro (2015), Mujer sin Fronteras, Mensajes de Viento (2019), Sur arriba (2023) y Estandarte y camino (2024), entre otros fonogramas, que reflejan su intensa labor, además de ser disfrutada en importantes eventos nacionales e internacionales, ha sido reconocida con diversos premios y distinciones como el Primer Premio Provincial de Composición: Chubut Coral 2013; el premio Santa Cecilia (2014–Córdoba); el premio Cóndor de Fuego (2014 y 2016–La Plata); el premio Eolo de Oro, como artista destacada del año (2015–Chubut), entre otros. 

—¿En qué momento de tu carrera artística te encuentras?

—Estoy en un momento interesante en mi carrera. A finales del año pasado tomé la decisión difícil de no dirigir más mi coro, en el que estuve por 20 años. Sucede que he dedicado mucho tiempo, no solo a dirigir el coro, sino a todas las gestiones asociadas para las presentaciones, los viajes, los eventos, las becas para los chicos, los autorizos de las giras... y todo eso fue postergando mi carrera como solista. Dos décadas es mucho tiempo y creo que lo mejor es cerrar ese ciclo. 

«Estoy ahora pensando en que este es mi momento, y por eso estoy componiendo mucho. Trabajo en mi sexto disco con nuevas canciones, manteniendo la premisa de ofrecer ideas profundas con palabras simples.

«Yo defiendo la tesis de que la música debe ofrecer un desafío cognitivo al que la escucha pero que sea popular, que sea asequible. No me interesa hacer música para un público reducido, elitista, aunque tampoco deseo que sea demasiado simplona. Siempre ofrezco poesía, pero presto atención a las metáforas para que no sean muy rebuscadas que dificulten su entendimiento y que tampoco sean tan banales».

—De este primer —y no último— viaje a Cuba, ¿qué te llevas? 

—Me voy llena de amor de este país y convencida, una vez más, de que la canción es una herramienta esencial, muy poderosa, capaz de transformar al que escucha. Desde la canción podemos trabajar las convicciones, los afectos, las necesidades, las ideas...Se puede militar desde la música y también visibilizar lo que no se dice en los medios ni en otros espacios. 

«Describir nuestros lugares, nuestros paisajes; cantarle a nuestras gentes, a nuestros sueños, a nuestras metas; hacer poesía y cantarla, unirnos. Eso nos hace más fuertes».

 

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