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Un boleto intencional para Yulieski Gourriel

El espirituano consume su esperado turno al bate frente a los lectores de Juventud Rebelde

Autor:

Juventud Rebelde

TAICHUNG, Taipei de China.— Para mi sorpresa, Yulieski Gourriel accedió sin reparos a esta entrevista. Es que los peloteros muchas veces no quieren «abrirse» con la prensa y hacer públicas sus opiniones sobre cualquier tema. Particularmente, Juventud Rebelde tiene poca suerte para eso.

Antes de entrar en materia, hablamos un poco de fútbol, porque Yulieski es un apasionado de casi todos los deportes, como usted y yo. También repasamos algunos detalles de la Copa Intercontinental y comentamos lo difícil que resulta para un cubano de «arroz y frijoles» alimentarse en estas tierras orientales.

Después saqué la grabadora y comenzamos el diálogo formal, aunque sin mucho protocolo. «Tira pa’ acá», me dijo.

—¿Qué ha pasado con Yulieski en los últimos eventos internacionales? ¿Por qué no bateas?

—Son torneos cortos y si entras mal muchas veces no tienes tiempo de corregir el tiro. En la Serie Nacional el mal momento pasa y llega la oportunidad de recuperarte. También llegamos a ciegas, sin conocer a los rivales, y si un pitcher te sorprende tienes que adaptarte en el mismo juego. Pero solo lo verás dos o tres veces al bate, porque después lo cambian y traen al relevista intermedio y luego al cerrador.

«A veces la gente pregunta por qué dejamos pasar el primer lanzamiento y esa es la razón: para ver lo que trae el pitcher. En Cuba tú conoces a todos los lanzadores. Afuera es al revés: todos los lanzadores te conocen a ti, pues el equipo cubano está “fotografiado”. Nos estudian mucho».

—¿Entonces no hay ansiedad?

—Sí, eso también cuenta, porque todo el mundo quiere batear y si las cosas no te van saliendo comienzas a desesperarte.

—¿Sientes presión como tercer bate?

—No. Me gusta ese turno. Lo asumí desde que entré en la pelota grande. Estoy acostumbrado.

—¿Sabes qué te reprochan los aficionados cubanos?

—Al parecer no le caigo bien a mucha gente, aunque yo no me meto con el público. Hay jugadores que sí buscan la controversia, pero yo no. Fíjate que algunos entrenadores me han recomendado ser menos pasivo. Entonces no entiendo por qué me dicen payaso. Solo intento cumplir con mis responsabilidades. Quisiera creer que me ofenden solo para desestabilizarme.

—¿Desde el terreno escuchas todo lo que te gritan?

—La mayoría del tiempo trato de estar concentrado, pero a veces sí escucho algunas cosas que me molestan. Mucha gente no tiene medida. Hay estadios a los que entro predispuesto. De todas formas, siempre es mejor jugar con las gradas llenas.

—Dicen que la prensa tiene la culpa. ¿Qué te parece esa versión?

—Es cierto que muchos periodistas me dicen Yuli y no Yulieski, pero a Linares le decían el Niño y no pasaba nada. Yo no busco las entrevistas, ni nada por el estilo. Ahora estoy aquí porque me lo pediste.

—También hablan de la influencia de tu padre. ¿Es muy difícil que él te dirija en la Serie Nacional?

—Es incómodo, me sube la parada. Tengo que rendir más para que después no hablen. Además, en ocasiones él tiene que recriminar a los atletas y ellos pueden encararse. Hay que estar preparado para no involucrarse en eso. Con mi hermano y conmigo también pelea, aunque tratamos de no llevar las interioridades del equipo a la casa. Pero a veces es inevitable. Por suerte, allí está mi mamá que también sabe mucho de pelota.

—Por cierto, ¿qué le pasa a Sancti Spíritus en la Serie Nacional?

—Tenemos tremendo equipo, entre los tres mejores de Cuba. Hasta el pitcheo respondió el pasado año. Pero de nuevo salieron mal las cosas en los play off. Creo que nos falta concentración y mentalidad ganadora en los partidos cruciales. Yo mismo tengo una gran responsabilidad en esos resultados. Esperemos que nos toque ganar la próxima.

—¿Qué dice de eso la gente en Sancti Spíritus?

—Son los más exigentes. Te hacen saber que están decepcionados, pero por suerte siempre vuelven al año siguiente y llenan el estadio. Tenemos que darles la alegría de ser campeones. El pueblo espirituano se lo merece.

—Sigue la controversia sobre el nivel actual de la pelota cubana. ¿Qué diferencias tú ves entre los peloteros profesionales y los nuestros?

—Hemos jugado contra grandes atletas, sobre todo en los dos Clásicos Mundiales. Ellos nos elogian mucho a nosotros. Quizá tengan más oficio, o sea, mayores mañas. También cuenta la disciplina. Algunos son regados, pero tienen que entrar por el aro a la fuerza. Hay que aprender de eso.

—¿Alguna anécdota?

—Durante el primer Clásico, el dominicano Albert Pujols habló conmigo y me recomendó hacer pesas. Pero no me gusta excederme en eso, aunque comprendo que debo ganar en masa muscular. De todas formas no pierdo de vista su consejo. Para mí él es el mejor bateador del mundo.

—¿Sientes que a los peloteros cubanos a veces les falta motivación?

—Nosotros jugamos por nuestra gente. Yo me siento bien atendido, pero algunos compañeros tienen preocupaciones. No se puede descuidar eso.

—Volvamos al equipo Cuba. Tengo la teoría de que una preselección tan grande al inicio puede ser contraproducente, pues estresa mucho y dificulta el trabajo de grupo. ¿Qué te parece?

—Pudiera hacerse un grupo más reducido; no sé qué dirán los técnicos. Es cierto que a algunos muchachos con calidad les cuesta trabajo adaptarse y por eso no rinden. También el entrenamiento es diferente al habitual en las provincias. Pero lo importante es que haya comunicación.

—¿Han hablado contigo para jugar el campo corto?

—Sí, incluso Germán Mesa. Pero me siento bien en tercera base y no quiero cambiar de posición. Lo haría para resolver un problema en alguna situación de juego y nada más.

—¿Qué hace Yulieski cuando no juega pelota?

—Este año tuve casi cinco meses de descanso, por suerte. Solo participé en algunos partidos de la serie provincial porque quería jugar junto a mis hermanos. Soy bastante casero. Paso mucho tiempo frente a la computadora y escucho música.

—¿Fiestas?

—Me gustan, pero no como a otros. Prefiero estar tranquilo con la familia. Ya ves, ahora seguro empiezan nuevos coritos. (se ríe).

• Único bateador en ser líder en triples y jonrones en una misma Serie Nacional (XV SN 2005-2006). Conectó 11 triples y 27 jonrones.

• Con más de 3 000 veces al bate, posee la mejor frecuencia de extrabases por veces al bate en la historia del béisbol cubano. Ha bateado 450 extrabases en 3 375 veces al bate, para una frecuencia de 7,5.

• Con más de 3 000 veces al bate, posee la mejor frecuencia de carreras producidas por comparecencias al bate en la historia del béisbol cubano. Ha producido 1 275 carreras en 3 897 comparecencias al bate, para una frecuencia de 3,06.

• Con más de 100 bases robadas, es dueño del mejor porciento de robos en la historia del béisbol cubano. Ha «estafado» 102 bases y ha sido puesto out en 33 ocasiones, para un 75,6.

LEYENDA: VB: Veces al bate CA: Carreras anotadas H: Hits AVE: Average 2B: Dobles 3B: Triples HR: Jonrones BR: Bases robadas CR: Cogido robando CI: Carreras impulsadas BB: Base por bolas SO: Ponches E: Errores TL: Total de lances AVE: Average.

Nota: Los números en negritas establecen liderazgo en esos departamentos. ESTADÍSTICAS: Benigno Daquinta

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