Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ventanas que nunca abrieron

 Equipo nacional de baloncesto de Estados Unidos como rival del conjunto cubano camino a la Copa del Mundo de China 2019

 

Autor:

Javier Rodríguez Perera

Los días 3 y 17 de agosto de 1991 la afición que acudió al Coliseo habanero de la Ciudad Deportiva disfrutó de la siempre inolvidable experiencia que constituye ver jugar a un equipo nacional de baloncesto de Estados Unidos como rival del conjunto cubano.  En ese entonces ocurría el torneo de básquet de los Juegos Panamericanos, que por primera y única vez recibió Cuba, y en ambos encuentros los visitantes impusieron su casta, en el primero por 92-88 durante la fase de grupos, y luego 93-74, por la definición de la medalla de bronce.

Pasaron casi 27 años de aquellos históricos compromisos hasta que el pasado domingo —nuevamente la alegórica instalación citadina sirviendo como anfitriona— los amantes del deporte de los encestes en la Isla volvieron a regocijarse con la presencia de un elenco estadounidense en casa. Esta vez el puente fueron las ventanas clasificatorias camino a la Copa del Mundo de China 2019, en las que los visitantes mantienen su andar y los antillanos terminaron su experiencia, al despedirse sin probar la victoria en seis presentaciones.

El partido que marcó el adiós de la escuadra cubana de esta instancia premundialista fue ante el adversario más fuerte del apartado C, donde también compitieron México y Puerto Rico, tridente que avanzó a la segunda ronda del largo derrotero hacia el certamen universal.

El último tropiezo de la tropa dirigida por José «Pepe» Ramírez concluyó por 62-93, una diferencia de más de 30 cartones que, entre varios indicadores, demostró la visible superioridad del baloncesto de ese país norteño y la cantera inagotable de extraordinarios talentos que desarrolla Estados Unidos, los cuales, en poco tiempo, deben aterrizar en la NBA, el circuito más prestigioso del mundo.

En el choque de marras lo más rescatable de nuestra selección aconteció en el primer cuarto, el cual les correspondió con tanteador de 28-24, favorecido por un nivel de juego muy similar al enseñado el pasado jueves ante Puerto Rico, cuando los antillanos cedieron estrechamente por 80-84.

Después de eso, la ofensiva de los nuestros prácticamente desapareció —solo 34 puntos, a razón de 11 por período—, la defensa presentó muchos huecos, a la vez que los visitantes perforaban el aro con veloces transiciones y una aleccionadora puntería desde el perímetro, traducida en 15 encestes en 29 oportunidades. En este sentido, la parte cubana fue muy inferior, con cinco canastas en 23 intentos, para un discretísimo porcentaje de 21,7, con el que, la verdad, resulta casi imposible vencer.

Aunque el líder anotador por los locales en ese partido fue el alero habanero Karel Guzmán, con 16 cartones, la bujía ofensiva por los cubanos en las diferentes ventanas clasificatorias resultó el ala pívot capitalino Jasiel Rivero, con 97 puntos, 20 más que el pívot santiaguero Javier Justiz, ambos con excelentes desempeños en la pasada Liga Nacional de Argentina. Justiz se llevó el mérito de puntero en su equipo en rebotes, con 77, aventajando ampliamente a Rivero, autor de 37.

El debut de los antillanos en este novedoso método de clasificación para el certamen del orbe les permitió sumar partidos de calidad antes de enfrentar su principal evento del año, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, adonde además de los anfitriones, estarán Puerto Rico, México, República Dominicana, Panamá, Islas Vírgenes Estadounidenses y Bahamas.

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