Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Lázaro Martínez intentó en Lausana, considerando las distancias entre un torneo y otro, sacarse la espina del Mundial de Eugene. Y por el resultado y la solidez de su actuación, podría decirse que lo consiguió. Se estiró hasta un meritorio 17,50 metros y se colgó la medalla de plata durante la parada de la Liga del Diamante efectuada la víspera en la ciudad suiza.

 

El triplista, vigente monarca del orbe bajo techo, fue segundo en un podio plagado de criollos, aunque los otros dos medallistas no representan a la Federación de la disciplina en la Isla. No obstante, fueron formados aquí y sus buenos dividendos ratifican la potencia de la escuela cubana de saltos, única en el mundo.

 

El oro fue para Andy Díaz, quien brincó hasta los  17,67 metros, mientras el bronce fue a la cuenta de Jordan Díaz, con 17,44. En la prueba destacó la ausencia del fuera de serie, también antillano, aunque nacionalizado portugués, Pedro Pablo Pichardo. Todos ellos deben estar próximamente en la final de Zúrich. En el caso de Martínez, el rubricado este viernes es uno de los mejores resultados de toda su carrera en todas las modalidades. 

 

Otro detalle curioso fue el pobre desempeño del estadounidense Christian Taylor, con apenas 16,45 metros, lo cual evidencia el descenso vertiginoso de su calidad en los últimos tiempos. 

 

En la gran final de la Liga del Diamante también tiene asegurada su presencia el saltador de longitud Maykel Massó, quien marcha segundo en la carrera de puntos por detrás del griego Miltiadis Tentoglou.