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Durante el torneo fueron más de 300 000 entradas vendidas Autor: MLB Publicado: 22/03/2023 | 10:09 pm
El Clásico terminó con una escena de película épica, de suspenso y fantástica (todo junto en el mismo guion), como probablemente nunca más suceda, enfrentándose los dos mejores jugadores de béisbol del mundo: Shohei Ohtani y Mike Trout.
Japón ganó por tercera vez el lujoso torneo de selecciones. Dejó en plata al monarca de 2017 con un out 27 que nunca van a olvidar Ohtani ponchador ni Trout el ponchado, ante más de 36 000 aficionados en el IoanDepot Park de Miami.
Cerró así el primer Clásico que reunió por primera vez a 20 equipos y, sin embargo, redujo el camino a la cima a siete juegos. El formato de grupos solo en la ronda preliminar y después eliminación directa garantiza espectacularidad. Las cifras de público, récord según reportes publicados por ESPN, confirman los éxitos taquilleros de jugarse la suerte en un partido.
Las nóminas presentadas fueron, en su mayoría, mejores que las anteriores. Más Grandes Ligas se decidieron a vestir el traje de las selecciones nacionales. Hubo entrega, pasión y juego al límite, que lamentablemente no estuvo fijado por las capacidades de los atletas, sino por regulaciones dictadas desde las oficinas de las franquicias de MLB a las que pertenecen.
La próxima edición será en 2026, cuando se cumplan 20 años del primer Clásico. Los organizadores tienen el desafío de gestionar un torneo superior a este y, sobre todo, que haya menos trabas a los jugadores de alto perfil.
Si el acuerdo laboral vigente entre MLB y la Asociación de Peloteros Profesionales contempla el Clásico quita lustre cuando los atletas están sujetos a dobles restricciones: las propias del campeonato y otras adicionales, a veces irracionalmente desmedidas, de sus dueños en la industria de la Gran Carpa.
Incluso, existieron limitaciones personalizadas y «sugerencias» antes y en medio de la competencia, que no había que leer entre líneas, eran muy claras: mejor que el Clásico es el spring training. Quien paga…
Hubo notables ausencias, no solo a causa de desinterés y lesiones reales, sino de «última hora» y hasta contradictorias, para no asumir públicamente que los permisos eran de dientes hacia afuera.
Sobre poner fechas límites para que todos los MLB se incorporen a sus selecciones, no es justo que sea la misma para quienes jugarán en América y aquellos que deben desplazarse a Asia. Son 12 horas de diferencia, lo que exige de un tiempo científicamente probado para la adaptación, y en especial si se trata de atletas de alto rendimiento.
Entre los aspectos polémicos también figura la representatividad. Unos están a favor de que un mismo atleta pueda tener tres o cuatro países para escoger cual traje usar y otros abogan porque las reglas de inscripción establezcan más parámetros en ese sentido. Que nada limite las oportunidades, pero con orden.
Y en cuanto al calendario, tampoco deberían existir opciones de ajustes que beneficien a los anfitriones, como sucedió con el orden de los choques de cuartos de final en Japón y Estados Unidos. Cada juego debe tener su fecha establecida de antemano.
Las tensiones generadas contra el equipo Cuba en Miami por una parte de los aficionados merecen una exhaustiva revisión. Ofensas y agresiones así atentan contra la deportividad, los valores promovidos por el béisbol y dejan en entredicho la eficacia de la seguridad prevista para el evento.
El béisbol vive momentos sublimes con el Clásico Mundial. Reúne estrellas, alienta pasiones y sentidos identitarios. Capta audiencias millonarias y relanza la candidatura de este deporte para volver a los Juegos Olímpicos.
Bienvenido siempre. Y si cada edición supera a la precedente, mejor.
Todos Estrellas
MVP: Shohei Ohtani (JAP)
R: Salvador Pérez (VEN)
1B: Yu Chang (TCH)
2B: Javier Báez (PUR)
SS: Trea Turner (EUA)
3B: Yoan Moncada (CUB)
LF: Randy Arozarena (MEX)
CF: Mike Trout (EUA)
RF: Masataka Yoshida (JAP)
P: Miguel Romero (CUB)
P: Shohei Ohtani (JAP)
P: Patrick Sandoval (MEX)
