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Cuando la soga apretaba… Leones quebraron el panal

La semifinal entre Leones y Avispas llegó hasta el séptimo y último partido, y un excelente trabajo monticular de Raymond Figueredo pesó en el desenlace

Autor:

Raciel Guanche Ledesma

Era seguir o perecer. No había de otra en el terreno del Guillermón Moncada este martes, cuando se jugaba el séptimo partido de la semifinal en el clásico de la pelota cubana. Pero los Leones de la capital sacaron finalmente su casta en valla ajena y vencieron en un duelo de muchas emociones, tres carreras por una, a las combativas Avispas santiagueras, para así llevarse el boleto hacia la gran final. 

Por tercera ocasión en este playoff semifinal se veían las caras desde el montículo el veterano Alberto Bisset y el veloz lanzador de los Leones Raymond Figueredo. Esta vez el serpentinero azul silenció casi por completo el graderío del Guillermón y no dio chance a la alineación santiaguera. Seis entradas completas trabajó el capitalino y apenas toleró cuatros imparables y una sola carrera.

En lo adelante se encargaron de mantener en un puño a las Avispas el relevista intermedio Frank Herrera, en otra actuación excelente de contención, y el seguro cerrador Juan Xavier Peñalver.

El segundo tercio del juego fue definitorio para el partido. Industriales inauguró el marcador en la cuarta entrada, cuando el inusual descontrol del abridor santiaguero le abrió las puertas de la goma a Yasmani Tomás para que anotara la primera del desafío.

Sin embargo, los Leones se quedaron con ganas de más y, en la quinta entrada, ampliaron el marcador gracias al doblete de Alberto Calderón, con un hombre en base, para fletar una más, mientras que el «Tanque» Tomás impulsó otra con cañonazo al izquierdo. En favor de Bisset hay que decir que no fue bien defendido, otra vez, por sus jardineros.

Los indómitos fabricaron su única anotación del juego luego de que se combinaran doblete del talentoso Carlos Monier y jit de Euclides Pérez, quien había entrado al partido desde el mismo primer capítulo por el lesionado Dasiel Sevila.

Independientemente del ganador de este desafío, el clásico de la pelota cubana volvió a revivir desde la raíz nuestro pasatiempo nacional como hacía años no disfrutábamos. Para Santiago de Cuba toda la admiración de su afición y de quienes gustan de nuestra pelota, porque han resurgido
después de actuaciones en las que ni se asomaban a la postemporada.

Por su parte, Industriales, luego de haber estado en lo último de la tabla de posiciones en la etapa regular, cual ave fénix revivió y estarán ahora discutiendo el título, algo que por primera vez sucede en Series Nacionales.     

Después de un largo período de ausencias en la élite de nuestra pelota, que resignó a los seguidores capitalinos a 11 años de espera, los Leones vuelven a disputar una gran final del béisbol cubano.

El próximo sábado dará inicio esta fase conclusiva de la Serie 62 en el difícil terreno del Julio Antonio Mella, donde los Leñadores se han vuelto casi invencibles y esperan, con favoritismo incluido, recibir a sus rivales. Veremos qué sucede entonces en lo que será una final inédita.

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