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En busca del pequeño rey Autor: Juventud Rebelde Publicado: 29/02/2024 | 10:24 pm
En una final sin precedentes, que seguramente será disfrutada por cientos de aficionados in situ, los equipos de Sancti Spíritus y Santa Clara jugarán sábado y domingo por el título cubano de las Pequeñas Ligas de béisbol.
La valla de los Gallitos servirá de anfitriona al match, aunque muchos coinciden en que el mejor colofón para un torneo tan atractivo y popular hubiese sido el beisbolito Natilla Jiménez de la capital villaclareña, recientemente remozado y habilitado, incluso, para juegos nocturnos.
Pero hay un reglamento que respetar y un cambio así no hubiera sido aceptado, lógicamente, por los espirituanos, a quienes corresponde la sede de la serie por el oro, y en este tipo de justas la localía significa un plus de alto valor.
Sin embargo, algunos han mostrado preocupación por la decisión de no celebrar la final en el parque José Antonio Huelga, que reúne las condiciones para un espectáculo que debe ser transmitido por la televisión y varias emisoras radiales, e incluso asegura gradas confortables y servicios elementales para los tantos seguidores de uno y otro elenco que han anunciado su asistencia a los partidos.
La colega Elsa Ramos Ramírez comentó desde la sede a este redactor que el cambio fue a solicitud del equipo anfitrión, para jugar en un escenario lo más parecido posible al que habitualmente emplean y destacó los esfuerzos por acondicionar el área escogida.
Varias imágenes publicadas este jueves en redes sociales digitales confirman las inversiones ejecutadas, a pesar de la urgencia, para beneficiar con el confort elemental a la instalación, adaptada de un terreno de softbol aledaño a la EIDE.
Y ojalá sirva de punto inicial para desarrollar un proyecto mayor que dote a la Ciudad del Yayabo de un beisbolito como el que ya tienen varias provincias para impulsar la práctica de nuestro deporte nacional desde edades tempranas.
Los pequeños Leopardos, campeones en 2022, llegarán a tierras de sus vecinos con saldo de 6-1 y el aval de una épica remontada en cuartos de final sobre Matanzas, bronce el año pasado.
Tendrán como adversarios a unos Gallitos invictos en seis choques, cuyo trayecto incluye nada menos que destronar al rey de 2020 y 2023, un Bayamo que casi todos incluían en sus pronósticos finalistas.
Los reportes desde ambos territorios indican que esta semana ha sido de ardua preparación para asumir el desafío. Son dos equipos balanceados, optimistas, enfocados y portadores de lo más genuino del béisbol del centro de la Isla.
Hay en juego una corona y el derecho de representar a Cuba en la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas. Quien gane dos partidos entre la cartelera doble sabatina o el sencillo dominical, de hacer falta, será el campeón.
Que el epílogo del certamen dignifique con calidad organizativa el esfuerzo y la calidad mostrada por todos los equipos, desde los que quedaron en el camino hasta los sobrevivientes Sancti Spíritus y Santa Clara. El béisbol cubano y en especial esos niños que son el futuro, lo merecen.
