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Firma sueca apuesta por reducir el impacto ambiental de la moda

La firma sueca re:newcell ha desarrollado un nuevo textil denominado Circulose hecho a base de ropa de algodón vieja y capaz de reciclarse de  5 a 7 veces, sin pérdida de calidad

 

Autor:

Juventud Rebelde

La firma sueca re:newcell se ha propuesto desmarcarse de la tendencia mundial y poco sostenible de echar a la basura la ropa en desuso, y para ello se propone comenzar a comercializar este año en tiendas minoristas una línea de camisetas y pantalones vaqueros elaborados con un nuevo hilado textil llamado Circulose, hecho de ropa vieja de algodón, reporta la agencia EFE.

Este tejido, en aspecto tacto y sensación al llevarlo puesto, no se diferencia de los de las telas nuevas, refiere la firma.

Re:newcell, que opera  una planta de reciclaje químico a escala comercial,  ha comenzado a vender Circulose en la cadena de suministros textiles, y aunque no ha anunciado aun quiénes  venderán las prendas hechas con este material, trascendió que la marca H&M adquirió una participación minoritaria en la compañía, según la revista Fast Company.

«Circulose está hecha exclusivamente de productos textiles descartados, utilizando un método innovador impulsado por completo por energías renovables», según Cavalli-Björkman.

Explica que durante este proceso la ropa vieja de algodón es descompuesta hasta su nivel molecular y vuelta a ensamblar, originando un material natural y prístino que no requiere cultivar más algodón, extraer y bombear más petróleo ni talar más árboles para ser producido, como sucede con otras fibras textiles.

«Este producto es biodegradable, tiene un impacto climático mínimo, no requiere el uso de materiales vírgenes ni de tierras de cultivo y demanda un ínfimo uso de agua, a diferencia del algodón convencional producido a partir de vegetales que, además, requiere un uso considerable de pesticidas», asegura.

Cavalli-Björkman destaca que la fibra Circulose o «algodón circular» puede reciclarse de  5 a 7 veces, sin pérdida de calidad, una posibilidad de reciclaje sucesivo comparable a la del papel.

Añade que las fábricas pueden modificar el proceso para hacer que la tela que producen con esta fibra pueda lucir y sentirse en mayor o menor grado como la viscosa, la seda o el algodón, dependiendo de qué prendas se confeccionaran con este material.

«Esta fibra se desarrolló con la ambición de reducir drásticamente el impacto que la industria de la moda tiene en el medio ambiente, al ser una de las que consume recursos naturales de manera más intensiva», según Cavalli-Björkman.

La industria de la moda genera más gases de efecto invernadero que la industria de la aviación y el transporte marítimo combinados, según la UNCTAD, el organismo de las Naciones Unidas para asuntos de comercio, inversión y desarrollo, de acuerdo con  Cavalli-Björkman.

Hasta ahora el reciclaje de textiles ha estado asociado a una calidad degradada, porque se dañaba la fibra al trocearla, con lo que no se podía obtener una prenda óptima para los consumidores, pero con esta innovación «se pueden conseguir prendas indistinguibles de las de algodón de primera mano y adaptadas a las preferencias de sus usuarios», añade.

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