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EE. UU. e Israel siembran semillas de odio

China lamentó el veto estadounidense y se declaró decepcionada porque permitir la continuación del conflicto significa un mayor número de víctimas y una mayor catástrofe humanitaria

Autor:

Leonel Nodal

El veto de Washington a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía el cese inmediato de la guerra en Gaza tuvo el efecto de una luz verde para el incremento por parte de Israel del genocidio del pueblo palestino.

En un gesto de plena complicidad con los crímenes de guerra practicados por el régimen sionista, el Gobierno de Estados Unidos prefirió quedar aislado en el único órgano de Naciones Unidas con poder para frenar los crímenes masivos de civiles.

La postura de la Casa Blanca suscitó fuertes críticas de varias naciones, enérgicas condenas de organismos humanitarios y manifestaciones de rechazo en diversas partes del mundo.

China lamentó el veto estadounidense, que fue el único, y se declaró decepcionada porque «permitir la continuación del conflicto significa un mayor número de víctimas civiles y una mayor catástrofe humanitaria». Además, alertó la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, «sembrará más semillas de odio».

Según expresó el embajador ruso, Dimitri Polianski, «Estados Unidos ha firmado literalmente ante nuestros ojos una sentencia de muerte para miles, si no decenas de miles de civiles más en Palestina».

Por su parte, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnés Callamard, dijo que «al vetar esta resolución, Estados Unidos ha mostrado un cruel desprecio por el sufrimiento de los civiles ante el asombroso número de muertos, la extensa destrucción y la catástrofe humanitaria sin precedentes que está ocurriendo en la ocupada Franja de Gaza».

Pocas  horas después de la votación, el sábado, Washington informó que permitiría la venta de unos 14 000 proyectiles para los blindados de Israel.

La directora ejecutiva de Médicos sin Fronteras, Avril Benoit, destacó que «Estados Unidos se queda solo al vetar esta resolución y vota en contra de la humanidad».

Envalentonado por el resultado de la votación en la ONU, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró que la guerra en Gaza continuará hasta que se logren todos sus objetivos, incluida la destrucción de la organización de la resistencia palestina Hamás.

En un comunicado difundido por su oficina, aseguró que «ha llegado el principio del fin» del Movimiento de Resistencia, al que denominan «grupo terrorista».

A su vez, el jefe de Estado Mayor israelí, teniente general Herzi Halevi, se vanaglorió de los éxitos militares al decir «Veo logros todos los días».

Sin embargo, trascendidos del campo de batalla publicados en la propia prensa israelí —que comienza a burlar la censura impuesta por el gabinete de guerra— dan cuenta de una situación diferente.

Este lunes los diarios Haaretz y Jerusalem Post publicaron datos de muertos y heridos en las filas de las tropas sionistas que difieren de las cifras oficiales difundidas hasta ahora a cuentagotas.

Según datos expuestos en el sitio web del Ministerio de Sanidad, 10 548 soldados y civiles heridos en la guerra han sido ingresados entre el 7 de octubre y el 10 de diciembre. De ellos, 471 están ingresados en estado grave o crítico, mientras que 868 se encuentran en estado moderado.

Abu Obeida, portavoz del brazo armado de Hamás, en una declaración divulgada por televisión, señaló que Israel no podrá «recuperar vivos a sus prisioneros sin un intercambio y una negociación, y sin cumplir las exigencias de la resistencia».

Israel indicó el sábado que 137 rehenes siguen en territorio palestino.

A su vez, el primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohammed Shtayyeh, de visita en Qatar, criticó duramente el veto estadounidense a un alto el fuego en la Franja de Gaza.

Además, añadió que Hamás es parte importante del sistema político palestino, por lo que todo discurso sobre la destrucción de esta organización es ilegítimo. «Hamás no será destruido», subrayó.

Su afirmación coincidió con las expresiones utilizadas por el canciller ruso, Serguéi Lavrov, desde Abu Dhabi, al señalar que «el ataque terrorista de Israel ocurrido el 7 de octubre no puede ser una justificación para aplicar un castigo colectivo al pueblo palestino».

«El ataque efectuado por Hamás no ocurrió en un vacío», ha manifestado Lavrov antes de matizar que todo contacto con Hamás ocurre exclusivamente con el brazo político de la organización.

Y eso no es todo, los mandatarios de España, Bélgica, Malta e Irlanda redactaron una carta a la Unión Europea, instando a convocar una reunión con los demás líderes del bloque, con el objetivo de construir un llamado al cese el fuego duradero en Gaza.

Además, pidieron organizar una agenda para dialogar sobre el establecimiento de un Estado palestino a través de una conferencia internacional, de la que Israel también sea partícipe.

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