Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Trump celebra el ataque «exitoso» de Israel contra Irán

El mandatario estadounidense declaró a la CNN en una breve llamada telefónica: «Por supuesto que apoyamos a Israel, obviamente, y lo apoyamos como nadie lo ha hecho jamás»

Autor:

Juana Carrasco Martín

Las intenciones ciertas de la Casa Blanca estadounidense sobre Irán y la región afloraron inmediatamente tras el ataque sin precedentes de Israel contra instalaciones nucleares y militares, diversas ciudades y en la tercera oleada de la Operación León Naciente, cuando los aviones de combate israelíes bombardearon  radares y defensa aéreas de Irán, ocurridos en la madrugada del viernes 13 de junio.

Aún cuando el secretario de Estado Marco Rubio, con la hipocresía y las mentiras habituales, dijo de inmediato que Estados Unidos no participó ni ayudó en los ataques y fue una decisión «unilateral» de Benjamin Netanyahu, su incontenible presidente, Donald Trump, declaró a la CNN en una breve llamada telefónica: «Por supuesto que apoyamos a Israel, obviamente, y lo apoyamos como nadie lo ha hecho jamás».

Evidentemente gozoso con el irresponsable y peligroso paso de Israel al abrir la puerta a una probable guerra en la región, el mandatario estadounidense lo calificó como «un ataque muy exitoso» y se explayó: «Irán debería haberme escuchado cuando dije: saben que les di, no sé si lo saben, una advertencia de 60 días y hoy es el día 61». Añadió: «No murieron de gripe; no murieron de COVID», frase que CNN conceptuó como sarcasmo.

Qué obtuvo de inmediato Trump, una posición de fuerza para las negociaciones que sostenían sobre el programa nuclear iraní y, aunque el senador demócrata Jake Johnson consideraba que «Netanyahu está saboteando la diplomacia», porque el ataque israelí mató a un importante negociador nuclear iraní, Trump se sintió superior.

Horas después del ataque israelí, escribió en su red Truth Social refiriéndose a las rondas de negociaciones: «Les dije qué hacer, pero simplemente no pudieron. ¡Ahora tienen, quizás, una segunda oportunidad!». ¿Acaso confiaba que este domingo, como estaba programado, Irán acudiría derrotado a la mesa de negociaciones en Omán?

El senador Johnson dijo: «Esta acción ordenada por el primer ministro Netanyahu parece socavar deliberadamente las negociaciones diplomáticas estadounidenses en curso sobre el programa nuclear iraní». Los hechos le están dando la razón.

En la noche del mismo viernes, los medios mundiales daban cuenta de que densas columnas de humo se elevaban sobre Tel Aviv, tras la andanada de misiles balísticos lanzados por Teherán, como «respuesta aplastante» al brutal y artero ataque del régimen sionista. Fueron cientos, aunque Israel dijo que los interceptó.

Pero las imágenes y videos mostraban incendios en zonas de Tel Aviv, y se reportaban explosiones en Jerusalén. El diario Israel Hayom, lo reportaba. Lo había advertido el ayatolá Alí Jamenei: «Las fuerzas armadas de la República Islámica asestarán duros golpes al enemigo maligno».

Al mismo tiempo que la respuesta de represalia, Irán anunció que se retiraba de las conversaciones, y la Agencia de Noticias de Omán y la iraní IRNA reportaban que las conversaciones se suspendían indefinidamente.

El problema es que tanto como Trump padece de incontinencia verbal y su ego le lleva a jactarse de lo acontecido, Netanyahu y su pandilla sionista son adictos al uso de la fuerza militar.

Cuando inician una acción de guerra no les interesa detenerse, y con su aparente éxito en una Gaza casi convertida en tierra arrasada y el pueblo palestino diezmado en el genocidio en curso, Netanyahu sigue proyectando la maquinaria bélica que le suministra Estados Unidos en la Cisjordania Ocupada, en la Siria donde también apetece parte de ese territorio sino todo, en los bombardeos al Líbano, en las bravatas contra Jordania y más.

Una vez más, Israel se pasa de la rosca y no digan que fue a espaldas de la Casa Blanca. Ha dado un paso injustificable y grave, que amenaza la estabilidad regional e incluso internacional. Ha sido condenado desde muy diversos puntos de un planeta que lo que menos necesita es una escalada de los conflictos y menos aún que se debatan en el campo de las armas.

En estas circunstancias, Trump insiste en que continúen las negociaciones y lo hace con amenazas y la coacción y el chantaje que le permite su guerrerista socio sionista y el deseo de obtener una rendición iraní con la renuncia al uso pacífico de la energía nuclear, como ha sido hasta ahora.

Trump reveló en Truth Social la verdadera cara del plan: «Ciertos iraníes de línea dura hablaron con valentía, pero desconocían lo que estaba a punto de ocurrir. ¡Todos están MUERTOS, y la situación solo empeorará! Ya ha habido gran muerte y destrucción, pero aún hay tiempo para poner fin a esta masacre, con los próximos ataques ya planeados aún más brutales. Irán debe llegar a un acuerdo, antes de que no quede nada, y salvar lo que una vez se conoció como el Imperio iraní. Basta de muerte, basta de destrucción, ¡HAZLO, ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE!».

La intención es dar un golpe mortal al que consideran el principal obstáculo para el dominio de la región. Ahora, la guerra se desata y las consecuencias son impredecibles.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.