El ex presidente español José María Aznar y el presidente del canal de televisión venezolano RCTV Marcel Granier han vuelto a trabajar unidos, tras su colaboración conjunta en el golpe de Estado contra Chávez en abril del año 2002.
Ambos participaron el 21 de junio en un acto en la capital mexicana organizado por la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), en el que Aznar presentó un informe sobre América Latina de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que preside. Desde ella ha vuelto a embestir contra el gobierno de Venezuela y sus aliados. Criticó a Hugo Chávez y al Gobierno de Cuba, a los que señaló de populistas y de llevar a sus países a la marginación, afirmando que el populismo es un «fantasma indeseable». Referente a América Latina, el ex presidente de España señaló que hay dos caminos, el bueno, que es la democracia, y el malo, que es el populista, que lleva a los países a la marginación, aludiendo así a los gobiernos de izquierda.
De este modo la derecha española pretende legitimar el derrocamiento de algunos gobiernos de izquierda argumentando que no son democráticos tal y como lo intentó en el golpe de Estado del año 2002. Para ellos las alternativas políticas se deben de mover en estrechos márgenes del modelo neoliberal. En el caso de España, entre una socialdemocracia (PSOE) que privatizó el 75 por ciento de las empresas públicas y una derecha (PP) que privatizó el 25 por ciento restante, una pluralidad política que discurra entre ingresar a España en la OTAN y mantener el país dentro de la alianza. Un espectro democrático que vaya desde quienes enviaron tropas a invadir a Iraq y quienes las sacaron para llevarlas a Afganistán. Por ello en cuestiones como la no renovación de la licencia a RCTV porque, entre otras razones, apoyó un golpe de Estados, la diferencia entre PP y PSOE es que el primero condena la decisión del gobierno venezolano y el segundo muestra su preocupación.
Aznar también ha afirmado desde México al diario Milenio que está muy satisfecho de su foto en las Azores con Tony Blair y George Bush, porque «ahí está la base de la política atlántica, de los grandes valores que quiero que se queden y extiendan».
Por su parte, el presidente de RCTV explicó que las dos grandes cadenas mexicanas que controlan en régimen de oligopolio el espacio radioeléctrico mexicano le habían ofrecido difundir la señal de su televisión. Se da la circunstancia de que el candidato presidencial López Obrador, votado por casi quince millones de mexicanos, debe pagar a esos consorcios 23 364 dólares para poder emitir media hora de programa semanal a la una de la mañana.
Sin duda con esas visitas y estos comentarios, el 21 de junio fue un día duro para los mexicanos. (Tomado de rebelión.org)