Es posible que no haya ninguna enfermedad sexual o parafilia, pero nada autoriza a mirar a la chica sin su consentimiento
J.D.: Mi hermano me ha dicho mirahuecos porque contemplo a una vecina que se desnuda con su ventana abierta. Solo lo he hecho con ella. No me dedico a esto, pero veo la oportunidad y lo hago. Me parece muy linda. ¿Estaré enfermo por eso?
Tal vez sea más importante intentar comprender qué te está sucediendo con esta mujer que te lleva a un acto exclusivo hacia ella. ¿Acaso te sientes enfermo de mirarla?
Es posible que no haya ninguna enfermedad sexual o parafilia (se le conoce como voyeurismo). Sin embargo, nada autoriza a mirar a la chica sin su consentimiento.
Es posible que no recibas un diagnóstico siquiátrico si la sorpresa de la mirada oculta no resulta tu modo exclusivo de satisfacción, ni vives la tentación de repetir este acto cotidianamente en cualquier circunstancia menos favorable para la contemplación.
Existen muchos comportamientos cercanos a la frontera de lo considerado enfermizo o ilegal, sin serlo. La pornografía históricamente ha utilizado la satisfacción de ver lo fantaseado. Hace pensar que es posible una satisfacción total sin exponernos a la entrada en escena directamente, o que habrá una escena exacta al ideal, algo difícil en la práctica cotidiana.
Tal vez, sea interesante que reflexiones en lo que tanto ha inquietado del calificativo que te da tu hermano. Quedar mirando a escondidas tal vez te impida avanzar y conocer a esa chica, y hasta valorar qué tipo de relación podrían conformar.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica.
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