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Sobrevivientes del sismo rodean un camión que distribuye ayuda humanitaria. Foto: AP Lima, agosto 18.— El presidente de Perú, Alan García, advirtió este sábado que pondrá orden «de manera enérgica» y «cueste lo que cueste», tras los actos de vandalismo y saqueo motivados por la carencia de alimentos, que se registran en las zonas más afectadas por el terremoto del pasado miércoles, reportó Notimex.
«Vamos a establecer el orden de manera enérgica, como la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas pueden hacerlo», señaló el jefe de Estado este sábado desde la localidad de Pisco, 250 kilómetros al sur de Lima.
Las autoridades peruanas enviaron refuerzos militares y policiales a las zonas devastadas por el terremoto. El Ministerio de Defensa dispuso el envío de un millar de efectivos para garantizar el orden, la seguridad ciudadana y colaborar con la policía en las labores de ayuda a los afectados por el movimiento telúrico.
El nuevo contingente se sumó a los 200 infantes de marina y 300 soldados del ejército destacados en la localidad de Pisco, la zona más dañada por el terremoto, en la que se reportan hasta el momento 510 fallecidos, 1 500 heridos y entre 150 000 y 200 000 damnificados.
El ministro de Defensa, Allan Wagner, indicó que se dispuso el incremento de las medidas de seguridad en las carreteras de acceso a las zonas afectadas, a fin de evitar el asalto a los camiones con ayuda humanitaria, como ya ocurrió.
Entretanto, añade ANSA, las esperanzas de los rescatistas del gobierno y los voluntarios —mexicanos, españoles e italianos, entre otros— de encontrar más sobrevivientes desaparecían a medida que avanzaban, lenta y laboriosamente, en la remoción de escombros.
Durante la jornada, un nuevo sismo de 4,6 grados afectó la selva peruana en la región norte del país, informó el Instituto Geofísico del Perú, citado por AP.
El movimiento telúrico se registró en el departamento de Amazonas, 520 kilómetros al norte de Lima, poco después de las tres de la mañana.
