EL CAIRO, enero 28.— La Liga Árabe suspendió el sábado la labor de su misión de observadores en Siria, debido a la escalada de violencia, que dejó al menos 200 muertos en los últimos cuatro días, dijo DPA, ante la sorpresa y el lamento del Gobierno de Damasco, quien juzgó que esa decisión es un intento de justificar la injerencia extranjera en los asuntos internos del país antes de su reunión con el Consejo de Seguridad de la ONU.
La retirada de los observadores tiende a «aumentar las presiones con miras a una intervención extranjera en los asuntos sirios», dijo la agencia oficial Sana. El Gobierno expresó además, su extrañeza por la medida, después de haber aceptado esta semana prorrogar el trabajo de la misión un mes más, y estar comprometida con la misión árabe y con la protección de la seguridad de sus miembros.
Los observadores abandonarán las diferentes ciudades sirias y permanecerán por ahora en Damasco, informaron fuentes diplomáticas de la Liga en El Cairo, agregan las agencias noticiosas, que también aluden a que el lunes, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, se presentará ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Nueva York, donde llegará junto con el responsable de la Liga para Siria, el jefe de Gobierno qatarí Sheij Hamad bin Yasim al-Thani, para buscar apoyo al llamado plan árabe.
El plan presentado por Francia, Gran Bretaña, Alemania y varios países árabes, prevé una transición de dos meses para la formación de un Gobierno de unidad, en el que el presidente Bashar al Assad le entregue el poder a su vicepresidente, propuesta rechazada por Siria, porque viola su soberanía.
Al mismo tiempo, el opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) anunció que presentará al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas evidencias de «masacres» supuestamente cometidas por las fuerzas de seguridad sirias, aunque entre las personas muertas no pocas son miembros de esas fuerzas de seguridad, lo que indica enfrentamientos y atentados.
El Consejo de Seguridad de la ONU comenzó negociaciones a puertas cerradas el viernes para debatir un borrador de resolución árabe-europeo supuestamente destinado a resolver la crisis, pero al que se opone Rusia porque considera que no es una base de acuerdo, ya que busca un cambio de régimen, y también lo rechaza China.
ITAR-TASS dijo que la Liga Árabe celebra negociaciones con Rusia, según declaró su secretario general adjunto Ahmed Ben Helli, quien informó en El Cairo que Al-Arabi y el ministro ruso de exteriores, Serguei Lavrov, discutieron la evaluación de la situación .
Pero poco antes de estas declaraciones de Ben Helli, el representante permanente ruso ante la ONU, Vitali Churkin, manifestó que el proyecto de resolución sobre Siria, presentado por Marruecos ante el Consejo de Seguridad, hace caso omiso de las objeciones de principio de Rusia, y «contiene nuevos elementos inaceptables».
Churkin añadió que la resolución sería un paso «incorrecto y pernicioso para Siria» y la calificó de intento de «imponer a Siria un resultado determinado del diálogo político que aún no ha comenzado».
Las presiones diplomáticas al Consejo de Seguridad también llegaron desde Berlín y Londres. El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, dijo que «una reacción clara del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se hace cada vez más urgente», y su homólogo británico, William Hague, aseguró que «la Liga Árabe ha liderado la respuesta de la comunidad internacional al aumento de la crisis en Siria» y «(Assad) ha escogido ignorar esos llamamientos».
